Differents ways. [KaiSoo]

Capítulo XX [Final]

— ¿Por qué no? Te vas a casar con mi hijo pero vas a trabajar en la empresa, no es como si te la estemos regalando o algo parecido, hijo —explicó el señor Do y JongIn se giró a mirarlo.

— Lo sé, señor Do. Pero prefiero empezar en otra empresa, le prometo que así empiece desde abajo a su hijo no le va a faltar nada.

— JongIn, no es por eso. Sólo no queremos vender la empresa, tú eres la mejor opción, confiamos en ti. Es para asegurarles el futuro.

— Lo siento señor Do, pero no. Yo me caso con su hijo porque le quiero, no porque quiera obtener algo de eso, ni quiero quitarle a KyungSoo lo que le corresponde. Puedo recomendarle a un gran administrador de empresas, es muy bueno y el negocio de su familia son las colegios de prestigio, seguro a él le interesará hacerse cargo y rendirle cuentas a KyungSoo y cualquier cosa que KyungSoo no entienda, yo con gusto puedo ayudarlo, es lo más que puedo hacer.

Los señores Do no respondieron a eso, simplemente asintieron con la cabeza y siguieron con la cena. KyungSoo tampoco dijo algo más, se mantenía callado, pensaba que era mejor dejar las cosas así por el momento.

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Ambos iban sumergidos en un silencio incómodo porque KyungSoo no sabía cómo actuar o qué decirle a JongIn para que dejara de estar molesto con él. Lo había pensado y él estaba seguro de que no le había dicho nada malo, pero como siempre JongIn y sus ataques de "educación" y de "hacer lo correcto" exageraba las cosas.

JongIn giró hacia una calle que lo llevaba a casa de KyungSoo y entonces el pelinegro abrió los ojos enormemente.

— ¿A dónde vamos? —preguntó rompiendo el silencio que se había formado desde hacía bastante.

— Te llevo a tu departamento.

KyungSoo abrió aún más los ojos y se cruzó de brazos.

— ¡Llevo un jodido mes viviendo contigo!

— Necesito pensar —contestó el moreno sin quitar la vista de enfrente y con un tono sereno.

KyungSoo veía a JongIn muy tranquilo y así era como sabía que estaba muy enojado. El pelinegro bufó y frunció el ceño.

— Está bien, Don Maduro. Cuando se le pase el berrinche, me avisa para ver si es que se me antoja regresarle la llamada.

Entonces JongIn frenó el auto en medio de la calle y se giró enojado a él.

— ¿No lo entiendes? No quiero que piensen que cómo me he quedado sin nada, busco aprovecharme de ti para quedarme con tu empresa. Siempre van a haber chismes así, estamos en ese círculo social. No quiero eso, no quiero que nos vaya a causar un problema, que llegues a pensar que no te quiero, no quiero eso.

KyungSoo lo miró con los ojos abiertos y algo sorprendido por lo que el moreno acaba de decirle. Pero por supuesto que él jamás pensaría algo así de JongIn, siempre se mostró recto y con principios ante él. JongIn era diferente, incluso a todas las demás parejas que había tenido.

— Jamás pensaría así de ti. Tú eres un hombre totalmente diferente. Sólo creí que sería lindo. Mis padres siempre me hablaron de lo buen hijo que eras, que eras tan inteligente y capaz de dirigir una gran empresa como la de HyunSeok y pensé que podría funcionar la idea de...

— ¿Darme una familia a cambio de que yo les maneje la empresa que jamás te intereso? —lo interrumpió y KyungSoo comenzó a negar con la cabeza.