Capítulo 2

762 45 1
                                    


Desperté con un dolor de cabeza insoportable, y un dolor en mi espalda terrible, fui abriendo los ojos de a poco adaptandome a la luz solar que entraba por la ventana de la sala... ¿¿¿De la sala???.
-Qué demonios?!... - Por un segundo creí que habían entrado a mi casa a robar y me habían dejado tirada en la alfombra de la sala. Al sentir el olor a alcohol que llevaba encima me di cuenta que fui yo quien rompió la mayoría de las cosas y que termine dormida en la alfombra después de llorar tanto y preguntarle a la nada el porqué de la partida de... ella, ni siquiera quiero decir su nombre, el solo hecho de pensarlo me trae un gusto amargo.

Me siento tan rota aún, siento que no podre unir cada parte rota de mi si ella no está a mi lado y odio ser dependiente de ella pero no puedo controlarlo, es como si mi corazón la pidiese a gritos, ¿Cómo le digo a mi corazón que se calle? Cada vez que quiero hacerlo me grita "La perdiste por idiota" pero no veo en donde falle, siempre fui atenta, cariñosa y pocas veces fui celosa, la amaba y confiaba, pero eso pasa, a veces...el amor no es suficiente.

Mi celular comenzó a sonar y no lo encontraba por ningún lado, sonó 3 veces antes de encontrarlo en el armario, ni siquiera recuerdo cuando lo deje allí.

- Diga...- dije con mucha dificultad, me había quedado afónica de tanto gritar anoche.

- Lucia Cobain! Más te vale que estés viniendo para el negocio, tus vacaciones terminaron hace ya varias horas! - En ese momento mi cara se desfiguro, ¿ya había pasado mi semana de vacaciones?, estaba tan concentrada pensando en que momento mi relación se fue por el tacho, que olvide por completo que trabajo y ahora debo pagar las cuentas de la casa sola.

- Hola Sofí, también estoy contenta de hablar contigo, oh no te preocupes estoy afónica porque anoche tuve sexo desenfrenado, bajo ningún punto de vista me dejo mi novia ni eh estado bebiendo y llorando como una loca por toda una semana -Le dije irónicamente, Sofía es mi amiga desde que tenemos 8 años, hacia una semana que no hablábamos y aunque necesite un hombro estos días, no tuve en cuenta a nadie para llamar y contarle mi repentina separación.

-QUE, QUE?!, Como es posible que no me llamaras para contármelo, creí que estaban arreglando las cosas y necesitaban tiempo juntas por eso no interrumpí tus vacaciones, lo lamento Lucí, no sabes cuánto, ven a trabajar, despejas tu mente y podemos hablar, hoy estoy a cargo -Sofía era la sobrina de la dueña de una importante Confitería-Café en nuestra ciudad, yo no me llevo bien con la cocina, así que manejo la caja mientras ella se encarga de atender las mesas.

-No pensé en llamar a nadie, recién ahora deje de ver doble, no me retes pero hace una semana que lo único que ingiero en mi cuerpo es alcohol y unas papas fritas, me ducho rápido mientras preparo café y en cuanto encuentre las llaves voy- Dije recordando que hacía una semana que no salía de mi casa y por ende no tenía idea donde había dejado mis llaves.

-Bien te espero, si queres el café lo podemos tomar juntas, hoy el día está tranquilo, así que seguramente tendré 20 minutos para tomar un café con mi amiga- Al escucharla decir eso pude imaginarme su sonrisa y hasta juraría que ya abrió sus brazos para cuando llegue recibirme en un fuerte abrazo, lo único que espero es no volver a llorar, por lo menos no en el negocio.

..............

-Y eso fue lo que sucedió- Le dije a la morocha de ojos chocolate que tenia frente a mí, mirándome con cara de pena - Sofí, por favor dime que soy una tarada si quieres, pero no me mires con esa cara porque me siento una perdedora que está estancada pensando en una chica que ni siquiera debería llorar por ella ya que se fue sin un adiós.

-Casualmente es lo que estoy pensando, que bueno que sepas leer mis miradas, pero te entiendo, quizás al verme dirás "oh esta chica seguramente jamás sufrió por amor, quien la dejaría ir con ese cuerpo" pero sé lo que es amiga y te entiendo, más si ni siquiera te dijo adiós, deberías de pensar que quizás así fue lo mejor. -No pude evitar reír por su comentario, Sofía no es una persona vanidosa pero sabe muy bien lo que porta y lo bella que es, y siempre le gusta fingir que es vanidosa solo para hacerme reír es una de las cosas por la que la amo, siempre trata de sacarme una sonrisa cuando estoy mal.

- Quizás tengas razón, pero necesitaba una explicación, que me diga que no me ama más o que encontró a alguien más para que la abrace cuando sus pesadillas la atacan por las noches, necesitaba un adiós Sofí- Y esta vez lloré menos, estaba cansada de que mis mejillas estén mojadas, esta vez lloré con menos desesperación entre los brazos de la única persona que se que jamás me va a dejar en este mundo, mi amiga casi hermana. -Por lo menos no estoy sola, estas a mi lado, nunca me dejes- le roge entre lagrimas porque en el fondo sabia que aunque yo estuviese segura que ella no me dejaría, en esta vida nada es 100% seguro.

-Lucí....-dio un suspiro tan largo que me obligo a soltarme de su abrazo y mirarla defrente, tenía... ¿Tenía lagrimas en los ojos?..

Me perdí en sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora