Capítulo 9

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Ya había pasado 3 semanas de la última vez que ví a Emma, no me la volví a cruzar, mejor dicho no me la volví a chocar.
Sofía estaba al tanto de lo que pasaba y no le parecía apropiado que esté loca por esa mujer, era casada con un hijo. "Lío en puerta seguro", era lo qué me había dicho cuando le conté, seguramente tiene razón pero no podía sacarmela de la cabeza.
Llegué al negocio y estaba cansada, ya hacía un mes que vivía sola y seguía sin dormir por las noches, debería comenzar a tomar pastillas para dormir si sigo así, durante el día pensaba en Emma y por las noches a la hora de dormir me preguntaba por Pilar, me acostumbré a ella y eso era lo peor que podía haber hecho, necesitaba su piel para dormir.
-Sofí, ¿no viste mi celular?- dije al notar que mis bolsillos estaban vacíos. Íbamos camino a la plaza, hoy era domingo y el día estaba precioso.
-Si, en tu brasier, ¿ya no sientes nada? Jajaja
-ja que gracioso, sí que siento.. Sólo...
-Aún no puedes dormir por las noches, ¿no?, ¿Es por eso que andas distraída?
-Ajá... Pero supongo que es cuestión de tiempo
-Lo único que te voy a decir es que no trates de olvidarla con otra mujer... Y menos con ya sabes quién
-Ya sé So, es que durante el día no puedo sacarla de mi cabeza y ya hace tres semanas que no la veo... Quizás si la hubiese besado, no estaría tan obsesionada
-Quizás si la hubieses besado, estarías en líos ahora
-Tienes razón- iba mirando al piso, hasta que choque con alguien, le pedí a los ángeles que sea ella... Mi Em pero no, no era ella... -Disculpa no te ví
-La próxima fijate por dón... Lucía, ¿cierto?- No podía ser, la había estado evitando todo este tiempo.
-Hola Sam- le sonreí para no ser descortes y Sofía arqueo una ceja, digamos que me olvide de contarle lo del super, la lluvía y la muchacha que me salvó de un resfrío.
-Te estuve llamando por semanas, creí que te había pasado algo, trate de ir a tu casa pero olvide dónde era- La mire apenada, era la segunda persona después de Sofía que realmente se preocupaba por mí.
-Cambió de número, pasáselo de nuevo para que vuelva a agendarte- Intervino la morocha, le agradecí con la mirada, esas que sólo nos entendemos entre nosotras - Debo irme Lu, nos vemos mañana. Hasta luego Sam- dijo lo último giñandome un ojo, de hecho fue un error no contarselo, quería que se quedara o que me llevé, bajo ningún punto de vista quería quedarme sola con esa mujer, pero cuando reaccione, Sofía ya daba vuelta la ezquina.
-¿Cómo has estado?
-Mejor, por las noches no duermo pero ya lo separaré
-Te invito un café, si quieres no hablamos, pero aunque sea un abrazó te puedo dar- Ella quería ser mi amiga y yo evitandola por miedo a otras intenciones
-Sí, ¿Porqué no?.
Caminamos hasta la cafetería, era de la competencia pero no me importaba, sólo iba a tomar un café.
Pedimos un capuchino para mí y una lágrima para ella, nos sentamos y cuando estaba probando mi café, un aliento me chocó en el oído -Qué feo encontrarla tomando un café en la competencia- No saben lo que extrañe esa voz, la mire y me perdí.
¿Qué diablos tenía ésta mujer para hacerme perder de lleno en su mar esperalda?, su sonrisa siempre tan perfecta, estaba ahí, a centímetros de mi cara y quería cortar el espacio, no lo hice por supuesto, mire sus labios, me llamaban, me invitaban a la perdición absuluta, su boca era pecado y yo estaba tentada. Una tos falsa me saco de mi mundo, ella era mi mundo y sus ojos mi universo.
-Em ella es Samanta, Sam ella es Emma- las presente sin dejar de mirar los ojos de Emma, ésta me miró confundida, sonrió y arrugo su frente en modo de confusión, cuando dirigió su mirada a la pelirroja la estudio por completo le sonrió y le extendió la mano
-Un gusto querida, me encantaría quedarme a conversar, pero debo irme- me beso en la mejilla, arrugo su nariz y susurrandome me dijo - Esa chiquilla no es competencia - se fue, la vi irse y no pude articular nada, esa mujer siempre me deja sin palabras, sin aliento, ¿A que se refería?.
-Bien, quiero qué sepas que no voy a creerte si me dices que era una tía u algo, quiero que confíes en mí, puedo ayudarte
-Sam recién nos estamos conociendo, aparte ¿En que podrías ayudarme?
-En darle celos, casi me mata con la mirada
-Ja ella tiene esposo y tú novia, no arruinaria ninguna relación
-Con mi novia tenemos una relación abierta, tú tranquila y si ella estaría enamorada de su "esposo" no te miraría así, casi te desnuda, disculpame pero... Yo también me volví loca con esa mirada
- Jajaja, eres una loca y seguro has visto mal
-Ya me darás la razón, ojitos
-¿ojitos?, primero me dices rubia y ahora ¿ojitos?
-Jajaja sí, ya entendí que no quieres nada conmigo, seremos amigas y las amigas necesitan apodos
-ok, yo te diré... ¡¡¡Coló!!!
-Ay pero qué original eres jajaja
-Déjame tranquila jajaja
-Termina tu café y vámonos de aquí, tengo que ir a pasear a pipo
-Y ese... ¿Quién es?
-Mi perro, es un amor, algún día te lo presentaré
-Bueno, me encantan los perros pero no puedo tener uno pasaría mucho tiempo sólo.
Salimos de ese lugar, nos despedimos y quedamos en que le iba a hablar, no sé que excusa inventaria al mandarle mensajes del mismo número al que ella había insistido durante 3 semanas.
Escuche qué alguien me chistaba y mire detrás de mí y no había nada, iba a seguir caminando y me bloqueó el paso ese mar esperalda.
-Me preguntaba, si podrías acompañarme a caminar un poco, no me gusta hacerlo sola y ví que has quedado sola, ¿Te molestaría acompañarme?- ¿A caso estaba esperando que Samanta me deje sola?, la mire a los ojos, me miraba con picardía y arrugaba su nariz, como me gustan sus gestos, como me gusta ella...
-¿Porqué no?- Le dije con una sonrisa de boba... Después de todo...¿Qué podría salir mal?

Millones de gracias por leer!! 💋💋💋💋❤

Me perdí en sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora