Me perdí en sus ojos

Capítulo 34

Capítulo 34

Lucía entro a su casa, Sofía y Bea la esperaban en la cocina, cuándo la vieron entrar ambas se levantaron a revisarla.

-¿Te hizo algo hija?

-No mamá

-¡Por Dios Lucía! Tenía el corazón en la boca- dijo Sofía

-Se pueden calmar estoy bien

-¿Qué paso?- dijo su madre

-Nada mamá, basta. Ahoras las preguntas las hago yo. ¿Ustedes sabían que a Emma la pusieron en tratamiento?- ambas se quedaron calladas, fue una respuesta silenciosa-Lo sabían- su cara se torno en decepción- No puedo creerlo. Nunca me lo dijeron

-No era nuestro problema Lucí, entendenos, sabemos que ella te hace mal acercandose y a la vez alejándose. No queríamos que te metas en problemas- Logró decir su amiga

-No puedo creerlo Sofi... Ni siquiera me lo insinuaste

-Te dije que hablaras con ella y la escucharas, ella me pidió que no te lo dijera por eso mismo te pedí que hablarán

-Mamá... Tú... Vives ocultandome cosas al parecer

-Hija... Ella es una mujer grande con problemas distintos a los tuyos, no puedes estar detrás de ella toda tu vida. Que ella se arregle como mujer adulta que es

-No pienso dejarla sola mamá y no me interesa lo que opines

-Me iré a dormir, me alegro que no te haya hecho nada ese imbécil- se retiró de la sala pero a los pocos segundos volvió- Has de tu vida lo que se te venga en gana, pero si él te pone una uña encima me veré obligada a intervenir, mira bien Lucía, a él lo descuartizo pero te puedo asegurar que no ves más a Emma en tu vida

-Crees que te haré caso

-Claro que no lo harás, pero estoy segura que sus padres tengan alguna propuesta para hacerme para alejarte de ella

-No te lo voy a permitir

-Entonces fijate dónde te metes, te aguanté 9 meses en mi panza y 18 años y medio en mi casa como para permitir que una cualquiera venga a arruinar tu vida y es mi última palabra. Hasta mañana- dio un portazo saliendo de la cocina, Lucía y Sofía se miraban

-Tiene razón Lucí

-Por favor- la interrumpió poniendo una mano en alto- tú... No hables... No opines ...

-Soy tu amiga y quiero tu bien, tu felicidad

-¿Y si mi felicidad es al lado de Emma?

-Te apoyaré amiga- suspiró resignada- pero por favor cuídate.

-Esta bien, cuentame del chico con el que estas saliendo

-¿Eh? No se de que hablas- miró para otro lado, no podía sostenerle la mirada

-Oh vamos, se que hay algo más entre ustedes, vi como se miran y como se nota que se quieren

-Esta bien- agachó su cabeza y sonrío- estamos saliendo- la miro- pero más que un beso no hubo y desde ese entonces no me llamo más