CONOCIENDOTE

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Hinata apenas cerró la puerta de su departamento, se recargo sobre esta y se sentó en el suelo llevándose ambas manos a su rostro

Pero que día tan loco había tenido con su decisión de la noche pasada, ¿de verdad se iba a casar dentro de tres días?, ella ya había dado su palabra, no se iba a retractar....en ese momento el recuerdo de un joven rubio llego a su mente.

-Naruto...-susurro para sí misma la ojiperla, comenzando a sentir escozor en sus ojos, sabía que no tardaría en comenzar a llorar, pero esa misma mañana se había prometido no volver a derramar una sola lágrima por ese amor imposible, no señor ya había sido suficiente.

"me casare con sasuke"- pensó, cierto... el... ahora que se ponía a pensarlo detenidamente, era demasiado atractivo a la vista, y tenía esa mirada que tanto la intimidaba, solo esperaba que con el paso del tiempo pudiera perder el miedo que recorría su cuerpo cada que él la miraba tan fijamente.

Saco el celular de su pequeño bolso abriendo la agenda de contactos apenas vio el nombre del pelinegro se perdio en los recuerdos de esa misma mañana...

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Sasuke la había llevado a desayunar a una cafetería cercana a su departamento, era un lugar lindo y acogedor, no muy concurrido, le gustaba ese lugar tan tranquilo.

La joven ojiperla entre tartamudeos pidió una orden de rollos de canela y su ahora prometido se limito a pedir un emparedado.

Apenas la joven mesera se había retirado quedaron en completo silencio, algo incomodo, pero Hinata no podía superar sus nervios a preguntarle más sobre él, es decir se iban a casar y no sabía nada de su ahora futuro esposo, ¿se molestaría?, Bueno no conocía muy bien su carácter hasta ahora solo conocía su fase seria y parecía que eso lo resumía por completo.

-Hinata, necesito saber algunas cosas sobre ti- interrumpió el azabache sacándola de sus pensamientos

-eh?- fue lo único que pudo articular la peli azul ya que aun su mente no comprendía a que se refería

- no es como si me interesara entrevistarte o resumir tu vida por completo, solo algunos datos necesarios, se supone que nos conocemos bien-

-oh, s-si, ¿q-que quieres saber?- cuestiono la ojiperla mientras le daba un pequeño sorbo al chocolate caliente que hace unos momentos había pedido

-¿cuál es tu color favorito?, si tienes mascotas, tu comida favorita, ¿qué pasatiempos tienes?, ¿tienes hermanos?, un resumen rápido...- termino de decir fríamente el joven frente a ella

-b-bueno, lila...es decir m-me gusta el color lila, tengo solo un par de peces dorados co-como mascotas, siempre quise tener un perro...p-pero a mi padre no le agradan...

Sasuke noto como la mirada de la joven peli azul frente a él se entristecía apenas mencionaba a su padre, "parece que le tiene miedo"

-si-siempre quise un perro grande con mucho pelo... hasta pensé en llamarlo Kimbo a-apenas lo tuviera conmigo

-¿vives con tus padres?-interrumpió el pelinegro

-ah...e-este... no- respondió la joven peli azul bajando la mirada hacia sus manos

-entonces, ¿por qué no tienes el perro que tanto quieres?- soltó sasuke, se le hacía extraño, si él tuviera un gusto así, desde hace tiempo se lo hubiera dado

-y-yo... es de-decir, no vivo sola por gusto, mi padre decidió que te-tenía que vivir en otra parte para forjar mi carácter y ha-hacerme más independiente... so-solo siempre he buscado agradarle, si a él no le gustan los perros, pues no tendré uno...s-solo he buscado su aprobación...

Termino en un susurro la joven  ojiperla

Esto descoloco a Sasuke, eso era tan similar a él, es decir, el ya tenía su carácter y siempre busco ser independiente, pero siempre había sido la sombra de su hermano, solo quería ser reconocido por su padre, solo quería que lo viera igual que a su hermano.

-hmp....no quería preguntar de aspectos tan personales...-se limito a decir sakuke ya que por nada del mundo pensaba ofrecer una disculpa, nunca lo había hecho y a pesar de que la noche anterior se a sincero un poco frente a ella no significa que cambiaría su forma de ser de un día para otro

-p-perdón, es mi c-culpa, yo me desvié del tema-interrumpió la ojiperla verdaderamente apenada

Sasuke estaba sorprendido de verdad era ella la que pedía... ¿disculpas? , era él, el que quiso ahondar más en el tema y ella se disculpaba, de verdad que era una chica rara

-sigue contándome...- se limito a decir el azabache

-ah, p-pues... me gustan mucho los rollos de canela, t-tengo una hermana menor Hanabi, m-me gusta leer, no suelo salir m-mucho, no cuento con mu-mucha amistades, m-mi flor favorita s-son las margaritas... -termino de decir la joven peli azul

-¿porque las margaritas?- comento Sasuke, lo dijo tal cual lo había pasado por su mente, ni siquiera se detuvo a pensarlo, era solo que se le hacía algo curioso, es decir no eran un tipo de flor llamativas, más bien eran comunes, fáciles de conseguir, nada ostentosas, la mayoría de las chicas hablan de flores exóticas, las típicas rosas o lirios.

-b-bueno porque...son pequeñas, frágiles y comunes, por eso mismo son muy bellas, nadie se detiene a disfrutar de ellas porque son simples.

Las palabras de la ojiperla habían llamado por completo su atención, por lo que veía no era una chica presumida, o que le gustara ser el centro de atención, pareciera que ella se describía tal cual en esa flor.

Debido al silencio que se hizo entre los dos, Hinata se animo a preguntar por los gustos del azabache

-y...y tú?-

Sasuke tardo en salir de sus pensamientos

-mi color es el azul, no me gustan los dulces, me gustan los tomates, me gusta la tranquilidad, no me gusta la gente escandalosa, tengo un hermano mayor Itachi – termino de decir el azabache

-oh y-ya veo- dijo en voz baja su acompañante

Después de esto se limitaron a terminar con su desayuno y regresar al departamento de Sasuke donde aun estaba el auto de la ojiperla

Esta antes de irse le dio la dirección de su departamento para poder programar la mudanza dentro de 3 días, la ahora pareja se intercambio números telefónicos y así sin más, es como cada quien siguió su rumbo.

Y bueno regresando a la realidad, ahora se encontraba ahí, recargada contra la puerta de su casa, tenía que llamar a Hanabi, no sabía aun como decírselo...

El ruido del timbre de la puerta le dio un mini infarto ¿quién era?

NADA QUE PERDER...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora