tercer dia (parte 2)

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Ya había perdido la cuenta de cuanta tiendas de ropa habían visitado, después de la quinta ya no supo mas, comenzó a divagar del porque le punzaban sus pies, pues al parecer cuando se fijaba algo su hermana tenía que cumplirse a como diera lugar, era algo que admiraba de ella, esa perseverancia que ahora le estaba pasando factura a sus pies.

Sumado a esto la hiperactividad de Kiba...bueno no sabía si iba a lograr llegar caminando por si sola a su casa.

-¿qué te parece este Hina?, ¿o será mejor uno color pastel?, creo que debería ser algo color crema, o tal vez ....

Hanabi llevaba cerca de 4 horas, 35 min, 26 segundos realizando un monologo de lo más extraño, hablaba, se preguntaba y se contestaba...

Después de la primer hora en que Hinata pensó que estaba incluida en ese monologo bueno...dejo de insistir y se limito a probarse los vestidos que su hermana le escogía.

-Hanabi creo que encontré algo que le va perfecto a Hinata-

Bueno... Kiba tenía un poco de mejor suerte que la peli azul pues a veces Hanabi lo incluía en su monologo.

Los 3 se acercaron a un maniquí con un lindo vestido color perla, tenía un sencillo encaje que resaltaba un escote no muy pronunciado y de un largo un par de dedos arriba de las rodillas

Hanabi se llevo las manos a la boca intentando reprimir un pequeño grito de emoción

-¡Hina, es hermoso!, esto será perfecto para ti-

-¿t-tú crees?-

-claro que si Hinata, ¿de qué estás hablando?, tienes que salir a lucir ese cuerpo, sobre todo mañana que es tu gran día- comento felizmente su mejor amigo

-e-está bien-

Pidieron el vestido del maniquí ya que era el único que quedaba, tal parecía que era mandado a hacer para la peli azul que ahora portaba el lindo vestido, este resaltaba cada curva de su cuerpo.

-¡lo sabia! , te va a la perfección- decía Hanabi orgullosa de su hermana

Kiba simplemente se limito a silbarle, pues no sabía cómo definir en ese momento a Hinata, era una mezcla de un ser angelical y sexy, no sabía si eso era posible, o al menos usar esos dos adjetivos en una persona, de lo que estaba seguro es que la peli azul definitivamente se veía hermosa.

///////////*****

La noche había caído y un pelinegro se encontraba en la barra de su cocina tomando una copa de vino, sabía que al siguiente día para esas horas ya estaría casado, era cierto la chica no había sido una mala elección, ahora lo interesante era ver hasta qué punto sus padres se enterarían.

Ahora que lo pensaba en todo el día no supo de Hinata, no es como si le importara si ella había pensando en marcarle o mandarle algún mensaje, es mas por el mejor, eso reafirmaba que no era molesta como todas las demás, eso haría más llevadero ese acuerdo del matrimonio, además nunca lo admitiría pero aun conservaba ciertos sentimientos de aprecio por Sakura, solo esperaba que se le pasara rápido, desde el momento en el que ella eligió al idiota de Naruto el sabia que ella no estaba a la altura de el pues simplemente se canso de esperarlo, había jurado y perjurado tantas veces frente a el que siempre estaría ahí , pues sorpresa... no lo había cumplido, era algo que él no toleraba de las personas, las mentiras .... Las falsas promesas, no es como si le hubiera pedido que esperara por él, eso no le interesaba en lo mas mínimo en ese entonces, pero no le gustaba que solo hablaran por hablar.

La chica de los ojos perla había prometido y dado su palabra que se casaría mañana con él, y el esperaba que la cumpliera, pensó en mandarle un mensaje para asegurarse de que no lo dejaran plantado, después de todo que tan bajo podría caer al ser abandonado ante el ministro por su prometida casi desconocida.

Pero no... quería hacerle la primer prueba, así que simplemente abandono la idea de mandarle un mensaje, dejo la copa en el lavaplatos, y se dirigió a su habitación, el día de mañana iba a ser interesante definitivamente.


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