Capítulo 6

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-Oye... yo... no quise hacerte daño, de verdad-

-Cállate imbécil, voy a hacer el trabajo yo sola y si quieres pondré tu puto nombre pero déjame en paz.-

Hoy no tenía ganas de hacer nada. Día viernes y sólo quería descansar. Lo primero que hice fue ir a la cafetería que estaba afuera del campus y compré un mocca.
Quería relajarme y si no tenía un café, no podía hacerlo.
Luego fui hacia el salón de mi respectiva clase. Fue ahí donde comenzó este infierno.

-¿No te cansas?- dijo apenas me vio entrar al salón.
¿A que se refería?

-No entiendo.-

-Que si no te cansas de llegar siempre diez minutos antes.-

-Esa pregunta también debería ser para tí, ¿no crees?- él siempre llegaba tarde. Si estaba comenzando a llegar temprano sólo para fastidiarme pues lo estaba consiguiendo.

-Sí, pero yo llego antes para poder estar en mi teléfono.-

-Oh, genial. Justo hoy tenías que llegar temprano para ocupar tu teléfono.-

-Sí. ¿Hay algún problema con eso?- No quería discutir a estas horas de la mañana, pero cuando alguien me busca es inevitable que me detenga.

-Diría que no, pero..- me senté en una silla.- sí. Sé perfectamente lo que estás planeando. Deja de ser un idiota, por favor.- rió.

-¿Oh, si? Pues dile a este idiota cuál es su plan.- lo fulminé con la mirada.

-No te hagas el tonto Luke. Tú nunca llegas temprano a las clases, sólo lo haces para fastidiarme porque sabes perfectamente que odio con cada pequeña pizca de mi cuerpo tu estúpida existencia. Sabes perfectamente que me irritas como nunca nadie me ha irritado así que déjate de joder y vete de aquí, que me tienes los cojones hasta el piso.- Luke sonrió. Pero no con esas sonrisas sinceras, ni tiernas, sino que con una sonrisa "malévola" por así decirlo.

-De que sé que te irrito, lo tengo claro bonita.- me guiñó un ojo - Pero lamentablemente ese no es mi plan.- se levantó lentamente. -Y no tienes el derecho de echarme de aquí porque primero que todo, es un recinto que no te pertenece. Segundo, no eres alguna persona que trabaja aquí para echarme. Tercero, si me voy, y me tengo que ir es porque se me da la puta gana y no porque una adolescente inmadura me lo ordene.

-¿Cuántos años tienes?-

-¿Eso importa?-

-Pues, si estás diciendo que soy una "adolescente inmadura" debería saber tu edad para saber qué tan mayor eres, ¿no? Para pedirte perdón hijo de tutankamon.-

-Vete a la mierda-

-Estoy junto a tí, Luke.- Él me miró con rabia, tomó su mochila y comenzó a caminar.

-Jodete.-

Y una pequeña sensación de victoria comenzó a recorrer mi cuerpo. Había dejado con la boca cerrada a Luke. Y me sentía tan satisfecha.

Unos minutos después, el timbre había sonado y el salón se fue llenando.
Luke no volvió, lo que me hacía sentir libre y a la vez preocupada.
No creo que sea tan idiota como para hacer eso, pero de todos modos no lo conozco tan a fondo y no puedo confiarme en que simplemente se fue. Quién sabe si está planeando algo para fastidiarme el día. O la vida.

Tal vez estoy siendo demasiado dramática.

Luego de unas horas el timbre sonó para ir a la hora descanso.
Necesitaba ir al baño.
A pasos rápidos y largos comencé a dirigirme hacia allí. El pasillo estaba casi vacío, pues la mayoría se iba a la cafetería a desayunar.

Estaba a unos pasos de llegar al baño de mujeres. Entonces una fuerte mano me tironeó de la muñeca, en unos segundos me di cuenta que estaba dentro del baño de hombres. ¡¿Qué mierda?!

-¡PERO QUÉ MIERDA!-

-Tshhh, no querrás que nos pillen, ¿o sí?- Esa puta voz. Luke.
Se volteó hacia la puerta y la cerró con una pequeña llave. Oh no.

-¡Hijo de puta! ¡¿Qué te ocurre?! ¡¿Quién te crees que...- me tapó la boca.

-Silencio Alana. De verdad no me dejas opción, pero si es que te lo preguntas... Sí, esto es una venganza. - me acaba de leer la mente.

Le dije "¡Sueltame idiota!" Pero se escuchó totalmente ahogado.

-No te estoy sujetando. Sólo tengo tu boca tapada.- rió burlón. - En fin... Supongo te preguntas: ¿En qué consiste esta venganza? Fácil. Te voy a follar.-

Abrí mis ojos como platos. La sangre se me heló, estoy casi segura de que comencé a temblar. Este tipo está demente.
De repente quitó su mano de mi boca, y comenzó a reír a carcajadas.

¿Qué se le hacía tan gracioso?

-¡Debiste haber visto tu cara!-

-¡Estás loco! ¡ESO NO SE DICE NI DE BROMA! Eres un imbécil, ¿¡POR QUÉ HACES ESTO!? ¡NOS PUEDEN PILLAR EN CUALQUIER MOMENTO!

-Alana, cállate.-

-¡NO ME VOY A CALLAR, ERES UN INMADURO!

- Alana, basta-

-¡SÁCAME DE AQUÍ!

-Alana, es enserio.-

-¡ME IMPORTA UNA MIERDA!-

-Alana por favor, silencio, es enserio - suplicó con una expresión de preocupación.

-¡NO, ÉSTA VEZ N..- Cerré mis ojos al instante. No. No podía estar pasando. Él me estaba besando.
Y no podía creer que yo le esté siguiendo el beso.

Sus manos comenzaron a recorrer mi cintura, luego fue bajando hasta mi trasero. Tenía los nervios de punta. -Luke...- dije. Esto era arriesgado, y no me entregaría a él tan fácil.

-Sólo dejate llevar, bonita...- Me volvió a besar, pero esta vez con más intensidad.
No sabía si estaba lista para este momento, o si sería lo correcto pero estaba segura de que ahora no quería parar.

(Continuará)

Muñeca del sexo.||L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora