Capítulo 8

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Y así comenzó todo.

No me pude resistir.
Me deshice de su agarre y me senté rápidamente sobre él. Me incliné hacia adelante, con mis manos sobre su pecho, y lo besé desesperadamente.

No me importaba si estaba siendo demasiado fácil, lo único que quería era que me la metiera de una vez por todas y me hiciera disfrutar.

Sin previo aviso Luke me dejó recostada con mi cabeza en los pies de la cama. Ahora él me estaba dominando, pues enrrolló mis piernas en su cadera y comenzó a hacer quema ropa. Nuestras partes prohibidas se rozaban fuertemente, mientras que su boca estaba haciendo un excelente trabajo en mi cuello.

-Por Dios, Luke, no hagas esto tan lento.- me atreví a decir. Luke se separó y me miró con una mirada llena de lujuria y picardía.

-¿Ah, si? Te gusta ir al grano, ¿verdad bonita?- Me tomó de los brazos y de un tirón me dejó sentada junto a él. Me quitó la blusa tan rápido que no pude quejarme ni decir nada. Y ahí estaba yo, con mis pechos al aire y Luke mirando embobado.

Antes de que hiciera algo, lo empujé hacia atrás y con toda la valentía del mundo le bajé la parte delantera de sus boxers.
La tenía muy, muy grande.
Me quedé congelada, pues no podía reaccionar. Me imaginé tantas veces este momento y justo ahora que sucede realmente, me quedaba con la mente en blanco.
Luke pareció desesperarse y darse cuenta de mi estado, pues habló.

-¿Con qué mano lo haces?-

-¿Cómo?-

-¿Con qué mano escribes?-

-Con la izquierda...- entonces con delicadeza tomó mi mano izquierda y la puso alrededor de su polla.
La tenía dura. Y gruesa. Sentía sus venas haciendo presión contra mi palma.
Comencé a mover mi mano suavemente, mientras miraba a Luke a los ojos. Él se mordía el labio, viéndose tan sensual como siempre.

-Un poco más rápido, Alana- y mi mano le obedeció al instante. Su punta estaba húmeda.
Pero algo me decía que estaba siendo muy aburrida. Así que, tomé una respiración profunda y comencé a larmerle la polla. Mi mano descansaba en la base de ahí, y mi lengua lamía su polla como si fuese una paleta. Chupaba suavemente su punta que estaba tan húmeda.
Sus manos fueron a mi cabeza haciendo que su polla se hunda en mi garganta. Me dio una arcada, así que inmediatamente me separé.

-Lo siento, ¿estás bien?- asentí con los ojos lagrimosos. -Seré más suave.

-Está bien.- Lentamente comencé a introducirmelo en la boca. Luke gimió cuando sintió que me llegaba a la garganta. Su respiración estaba muy pesada.
Y así comencé, a chupársela lentamente desde arriba hacia abajo, aguantando todas las arcadas que me querían dar. Por algunos instantes le succionaba la punta, y el gemía suave con los ojos cerrados. Me encantaba verlo así.

Luego de algunos minutos, Luke empujaba mi cabeza contra su polla. Su pecho subía y bajaba con la respiración agitada, y varios gemidos roncos brotaban de su garganta.

-Lo estás haciendo tan bien, Alana- me sentí utilizada, pues yo también quería sentir. Así que fruncí mi ceño y me solté de su agarre. -¿Qué ocurre?-

-Esto es injusto, Luke. Yo también quiero sentir.- Luke me miró... ¿enternecido? No lo sé. Pero me estaba comenzando a sentir más nerviosa.
Cuando creí que se quedaría allí sin hacer nada, reacciona, me toma de las caderas y me ubica a su lado. Su lengua comenzó a hacer su trabajo en mis pezones.
Me sentí bien.
A pesar de la tensión que había en el ambiente me pude sentir demasiado bien. Me gustaba, no quería que esto ocurriera sólo una vez.
Luke comenzó a dejar un rastro de besos desde el valle de mis pechos hacia mi pelvis. En un rápido movimiento me dejó completamente desnuda y arrojó mis ropas lejos.
Oh por Dios, esto se va a descontrolar.
Y me miró con una de esas miradas que te hacen delirar.
Su aliento tibio se sentía allí abajo, y antes de que le reclamara que hiciera algo rápido, su lengua chocó contra mi vulva. Y así iba, haciendo remolinos con su lengua cada vez más rapido. Sentía que en cualquier momento explotaría. Estaba empapada.

-L-Luke, voy a llegar- dije apenas.
Luke, sin decir nada, se levantó y posicionó su polla en mi entrada.
Y entró lentamente. Y gemí alto, me dolió un poco.
No sabía que hacer. Estaba tan avergonzada, ésta era mi primera vez.
Entonces, él pareció notarlo.

-¿Es tu primera vez, Alana?- Me sentí extremadamente avergonzada. Por instinto, mis manos cubrieron mi rostro. Pero sus manos las quitaron. -Hey, no te sientas avergonzada. No tiene nada de malo.- Se inclinó un poco y puso mis manos en su ancha espalda. Puso las suyas a cada lado de mi cabeza, escondió su rostro en el arco de mi cuello y susurró: -Tranquila, me voy a controlar.-

-Luke, tengo un poco de miedo.- admití.

-Seré cuidadoso.- suspiré.
No me podía echar hacia atrás ahora. Yo comencé todo esto, no podía pararlo ahora que estábamos jodidamente ardiendo.
Suspiré.

-Hazlo. Quiero que me hagas sentir placer.- sentí que sonrió, besó mi cuello y comenzó suavemente a penetrarme.
Dolió un poco, lo admito, no estaba sintiendo placer. Pero de un momento a otro, no recuerdo en qué momento exactamente, comencé a sentirme en el cielo. Joder, este chico me estaba volviendo loca.
Me penetraba rápido y duro.

-Mierda, Luke, hmm- no era nada disimulada para esto. No paraba de gemir, y su nombre salía de mi boca a cada minuto.
Mis pechos saltaban y Luke gruñía contra mi cuello.
Sus brazos estaban bien marcados de la fuerza que ejercía, a tal punto que pareciera que se iban a romper.

De pronto Luke paró.
Lo miré confundida, no quería parar, me sentía demasiado bien.

-Ven aquí.- ordenó.
Como pude me levanté y esperé a que hiciera algo.
Se sentó y me dijo : -Ponte encima de mí, Alana.

Mi corazón bombeó fuertemente.
Y yo, sumisa, lo hice. Me posicioné encima de él, y con su ayuda se fue introduciendo lentamente en mí.
Joder, sí que la tenía grande.

Gemí alto, y el mordió suavemente mi cuello. Sentía que en cualquier momento comenzaría a delirar.

-Muévete, Alana.- puso sus manos en mis caderas. Y comenzó a moverlas junto a mí.

Llegó un momento en el que ya estaba saltando encima de su polla, mientras no paraba de gemir y él de gruñir.
-Alana, joder... Estás tan apretada y deliciosa.-  sus manos se enterraron en mi trasero, haciéndome doler.

-Mierda...- Sin vergüenza alguna, tomé su rostro y comencé a besarlo desesperadamente.

Entonces llegué al climax.
Gemí en su boca, él mordió mi labio y yo seguí gimiendo.
Luke me recostó sobre la cama, y salió de mi.
Ví que comenzó a masturbarse y sentí un líquido caliente caer sobre mis pechos.
Me detuve un momento a mirarlo.
Estaba guapo, con el cabello caído sobre su frente y su cuerpo reluciente. Sus mejillas rosadas y su respiración agitada.

Luke abrió los ojos y me miró. Sonrió coquetamente.

-Para ser tu primera vez sí que sabes moverte. Y chuparla.-

-Soy buena observadora.- reí.

-¿Has visto porno?-

-No.- y sin más que decir, me volvió a besar. A revolver su lengua con la mía.
Joder. Me estoy volviendo loca.

Muñeca del sexo.||L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora