Capitulo 5

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Capítulo V

    Un chico bajo, de lentes y cabello castaño nos toma la orden (notándose muy nervioso en realidad) mientras Eric habla con firmeza ordenándole que traiga un americano y una malteada de chocolate con Oreos que pedí, dios que hermoso perfil aunque su nariz es un poco respingona, pero todo lo demás es absolutamente perfecto para mí

- ¿Interrumpo alguna disputa interior? - Dice cambiándose al puesto que está a mi lado derecho, lo cual hace que me aleje un poco (ya que veo sus ojos más cerca y eso me emboba totalmente)

- Un poco ¿Por qué? - Muevo un poco mis pestañas, para fingir inocencia y sonrió levemente de lado

- Por nada, pero ¿Por alguna casualidad soy el tema en esa disputa? - dice con esa mirada de No-puedes-resistirte-a-mi-y-lo-sé

- Sí, pero solo una pequeña parte de esos pensamientos te pertenecen, los demás le pertenecen a todas aquellas chicas de la mesa de atrás que te miran como sino hubiera un mañana - digo con sarcasmo mientras pongo los ojos en blanco

- ¿Te pone celosa, mi princesita? - ¿Acaba de llamarme SU princesita? Dios estoy en shock pero debo reaccionar con firmeza

- Disculpa, ¿De cuando a acá soy TÚ princesita? - Digo haciendo énfasis en TÚ mientras alzo una ceja

- Desde el momento en que me golpeaste al pequeño, desde allí eres mía y lo de princesita es porque se te nota lo caprichosa - Dios, de sus ojos se ha apoderado algo muy oscuro, se muerde el labio lentamente <<Dios, que ganas tengo de besar esa boca>> grita una voz que hacía mucho tiempo ya que no escuchaba creo que es mí diosa interior han pasado meses desde que la escuche por última vez, se me escapa una carcajada por su comentario

- No  creo en mí no hay una firma o sello con tu nombre Eric, yo soy libre y no soy caprichosa simplemente sé lo que quiero y hago lo necesario para conseguirlo - río sarcásticamente y me apoyo en la mesa muy cerca de él, y decido relamer y morder mis labios, noto como quiere comerme a través de la mirada.

- Cálmate preciosa, no te lo tomes a mal pero nadie es más caprichoso que yo en serio, nadie y ahora lo que quiero y deseo tener es a ti, nada ni nadie va a evitar que seas mía - dijo apoyándose en el espaldar y mirándome directamente a los ojos

- ¿Ahora soy preciosa? Además déjame aclararte Él alguien que puede evitar que sea tu ya soy YO, así que muñequito no te creas que a mi me conquistas con tu belleza, como a las tontas que tenemos detrás que desde que llegamos no te dejan de mirar; yo no soy de esas chicas así que se te va a complicar la cosa ¿No? - Digo con una sonrisa pícara y levantado levemente una ceja. Él se empieza a acerca a mi (Creo que va a besarme), pero el mesero nos interrumpe con nuestra orden, Eric le dirige una mirada casi asesina y el pobre muchacho deja la orden y sale prácticamente corriendo de la mesa

- Mal momento del chico para traer la orden ¿No? y ¿Sigues celosa por las chicas de atrás? y ¿Me llamaste muñequito? -Comenta mientras me entrega mi malteada

-Con respecto a las chicas no ya te dije que no estoy celosa sino que me miran como si fuera un bicho raro y a ti como un Dios Griego y por lo del mesero no lo sé, ¿Te lo pareció? y sí, te llame muñequito ¿Te molesta?- digo mientras introduzco el pitillo en mi boca lentamente, sus ojos azules se ponen aún más oscuros ¡Oh, Dios! Espero que eso no afecte al "Pequeño"

- Sí, a mi me parece que interrumpió en un momento que para mí era muy bueno y no, no me molesta lo de muñequito, Princesa - dijo sacándome de mis pervertidos pensamientos, debo empezar a jugar con todo, lo que tengo, sino me ganará

Prohibido y DeseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora