¡¡Discúlpenme por favor de verdad háganlo!! No pude subir ni escribir casi ya que estaba falta de inspiración por un situación que acontece a mi familia, resulta y acontece ser que a un primo que es para mí papa su hijo, y se pueden imaginar la tensión que hay en mi casa, este capítulo lo escribí cuando mi primo había salido de su séptima cirugía y está estable, y esas emociones de felicidad las pude plasmar aquí. Bueno el capítulo no es de pura felicidad… aquí se los dejo
PD: Discúlpenme
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Mañana tengo que salir con el fastidioso de Matt, quiere que entre en zona “Relax", ya que últimamente no salgo con él ni hago ninguna “conquista" que sumar a nuestra lista, es que ¿Cómo quiere que ande viviendo la vida alegre si viole a una chica? y no a cualquier chica, sino una diferente, que esta tan cerca y a la vez tan lejos de mí, ¿Ahora como voy a hacer cuando vaya a buscar a Susana? ¿Cómo reaccionaré cuando la tenga cerca de nuevo?, y lo peor es que me siento terrible, tanto así que es viernes y no tengo ganas de salir en absoluto, cuando antes me la mantenía de fiesta en fiesta, de mujer en mujer, vivía mi vida “Happy" por así decirlo; y ahora soy incapaz de tan siquiera pararme de la cama. Me cuesta el ir a trabajar, tengo que aguantar las insinuaciones de las secretarias, de algunas socias y otras abogadas, y no me da porque en cada una de ellas veo un rasgo de Samantha, su cabello enrollado y castaño, sus ojos color café claro, tan intensos y a la vez tan suaves, tan... preciosos, realmente no sé porque dicen que unos ojos claros son mejores que unos oscuros, a mi parecer los ojos oscuros expresan más que los claros, lo que más me gusta es su voz, su manera de hablar y su sonrisa, no la dentadura no, sino lo que esa bella sonrisa me hacía sentir, y yo de estúpido borré esa sonrisa de su cara, le quite ese brillo especial en esos ojos, ¡Joder y todo por mi estupidez!.
Luego de que mi hermana escuchara lo que le hice a Samantha, me sentí un poco mejor, pero igual me sentía como una basura. Matt tiene pensado para mañana el llevarme a nadar, cosa que anteriormente me gustaba, ya que mostraba mi cuerpo, a las chicas las hacía suspirar y a los hombres morir de envidia, pero ahora eso me parece tan vacío, tan innecesario, ahora solo quiero pedirle perdón a Samantha, por lo que hice y aunque sé que no tiene arreglo, quisiera que me perdonara por el gran error que cometí; la culpa me carcome por dentro, así no tengo calidad de vida.
Salgo de la oficina a toda carrera, no quiero encontrarme a Matt y que me recuerde nuestro compromiso de mañana, me dirijo a la entrada y para mi mala suerte él está esperando en ella su Ferrari, como no me queda de otra me paro a su lado
— Erick — se voltea y como acto reflejo hago lo mismo — Que no se te olvide lo de mañana ¿Ok?, mira que vamos a la piscina y quizá salgamos con unas mujeres — me sonríe de lado, y mi expresión es el mismo cansancio y arrepentimiento
— No lo sé Matt, no quiero salir, ni mañana ni pasado — volteo nuevamente y recibo mi R8
— Por esa razón te sacaré — se apoya en la puerta del convertible — Dime ¿Quién fue la mujer que te puso así? — su expresión muestra que no se cansará hasta encontrar respuesta, entro en mi coche
—¿Así cómo? — De la nada suena una bocina — Sabes algo, me voy estoy trancando el paso, debo moverme— pongo mi vista al frente dispuesto a avanzar pero la respuesta de Matt me sorprende
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Prohibido y Deseado
Ficción GeneralMi nombre es Samantha Hernández, mis amigos me dicen Sam, soy dentro de los estándares sociales “normal”, mi vida es tranquila a excepción de mi mejor amiga Tory; yo la amo pero a causa de una invitación a una fiesta, conoceré a un hombre con unos e...