¿Caridad o Conveniencia?

661 48 8
                                    

Capítulo XVII

Narra Sam

 Cuando llegue a casa mamá y papá preguntaron que me había pasado y por no preocuparlos, dije que hubo guerra de pintura en el taller, no quiero decirles lo de todos mis materiales ya que son costosos y como papá no quiere que trabaje él me los compra y no quiero ese gasto para ellos, además no me falta mucho para graduarme de la universidad solo un sencillo mes y medio; voy al baño y me desvisto, dejo la chemise toda manchada sobre el lavamanos mientras me baño, al salir me visto cómoda ya que empieza mi faena de desmanchar la chemise y el mono que llevaba puesto, bajo al lavadero y pongo a remojar la chemise en quita manchas cuando suena el timbre me tardo un poco en llegar ya que tenía las manos un poco bastante llenas de quita manchas, abro la puerta y no hay nadie miro a mi alrededor y nada ni un auto fantasma o el hombre vestido de cerdo de los Juegos del Miedo, cuando estoy a punto de cerrar la puerta una maleta negra llama mi atención me agacho a verla y tiene una nota sobre ella:

"Espero que esto me ayude a sumar puntos espero por lo menos dos, bueno cuantos tú quieras pero ayúdame ponte de mi lado tu odio solo me tiene envidia porque soy pelinegro y el no estoy seguro, y disculpa realmente el comportamiento infantil de Susana

 El nuevo tenista imaginario Erick De la Torre

      La curiosidad me gana y abro la maleta y no me creo lo que veo, dentro hay creyones y marcadores, está maleta es el sueño de todo diseñador, en la tapa están todos los acrílicos y pinturas de pomo con sus pinceles, decido entrar a casa con la maleta la arrastro hacia adentro y allí sigo mi investigación; en la primera capa están todos los pasteles, lápices de dibujo y carboncillo, en las siguientes tres creyones en todas las tonalidades y en la última los marcadores finos y gruesos con los sacapuntas y los borradores, guardo todo de nuevo y quedo en shock ¿En serio Erick me dio esto? ¿De verdad quiere sumar puntos? y ahora es tenista imaginario, se me escapa una sonrisa de solo pensarlo, creo que sí Erick sumo dos puntos.

    Espero que les sirva para recordar un poco en que quedo el otro capítulo, al final les cuento por qué tanta tardanza para subir, bueno allí les va el verdadero capítulo

Capítulo XXI

     Es jueves tan sólo un día para el fin de semana, camino al campus y me siento al pie de un árbol, es increíble lo que hizo Erick no increíble en físico sino lo que demostró ¿De verdad querrá mi perdón? El día de la “aparición” de la maleta, la subí inmediatamente  para esperar a mis padres y contarles, y sí sé que tengo veinte años, pero siempre seré su hija y les deberé respeto y además no me gusta ocultarles nada, porque por más que lo intente mi padres me conocen mejor que nadie y saben que ocultamos; aunque la excepción a esa regla es mi violación. En cuanto llegaron les conté que me la habían regalado a mi papá no le gustó mucho la idea y a mi mamá, bueno ella estaba tan metida en la cocina que casi no me prestó atención.

      Cuando llegué el martes a la universidad Tory me atacó con preguntas como: ¿Cuándo se la cobramos? ¿Le quito las uñas con alicate? Y bueno más torturas que por mi buen humor no llevamos a cabo, ya que le pedí que no hiciéramos nada, lo que quiere decir, que Tory me tomo la temperatura para ver si estaba ben porque no quería vengarme de Susana, y si a pesar de ser pacífica a ella siempre se las cobraba, pero esta vez no ya que Erick pagó su deuda, aunque me siento muy confundida no sé si debería agradecerle o desconfiar de ese regalo, no sé si es caridad o si lo hace por conveniencia, si lo hace por mi perdón o quiere algo más; aunque me sentiría como una vendida si lo llegará a perdonar sólo por una maleta llena de creyones caros.

Prohibido y DeseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora