Prohibido y Deseado

Curando Heridas #1

Capítulo XVIII

Estamos en el club, es todo de pasto verde, con caminos de alfombra hacia las mesas y una plataforma, que imagino que será una pista de baile, un poco al fondo de nuestra mesa se encuentra una tarima pequeña, a lo lejos logro visualizar una pequeña laguna, sobre las mesa hay toldos blancos muy elegantes, meseros llevando todo tipo de bebidas, lo mas hermoso era como los arboles eran altos y hacían que el viento circulara de una manera armoniosa.

Cuando llegue a este almuerzo de caridad lo que tanto temía fue lo primero que sucedió, él esta con la rubia oxigenada del centro comercial con la cual se ve muy a gusto, ambos sonríen y eso causa que sienta una extraña presión en mi pecho y empiece a caminar hacia a ellos, cuando estoy frente a ellos lo primero que hago es sorprenderme de lo bien vestido que estaba Erick, llevaba una americana azul rey, con una camisa blanca llevada muy relajadamente por fuera, con un pantalón gris, unos zapatos que por como se ven se que son caro, un Rolex en su muñeca que le da un toque de elegante y poderoso, en cambio ella estaba con un vestido rosado salmón con un corte en corazón en su pecho el cual esta decorado con una tela de encaje blanco encima, acompañado por unos zapatos rosados de tacón de serpiente grisáceo con un lazo a un lado y una bandolera cuadrada rosada; ambos me miraban sin entender que hacia allí

- ¿En serio me cambiaste por esta rubia oxigenada? - digo siguiendo el plan de las chicas, y aunque no estoy muy de acuerdo con eso no se porque una parte de mi quiere seguir con esto, la rubia mira a Erick y él está pasmado mirándome y luego asiente como si se hubieran dicho algo con la mirada

- En lo de oxigenada te apoyo, pero él no te ha cambiado por nadie - ella se gira hacia él y ladea su cabeza - ¿Verdad hermanito? - mis ojos se abren como hermanito platos y veo como Erick pasa su dedo índice por sus rojos labios tratando de contener la risa ¡Joder es su hermana! ¡SU HERMANA! y todo por seguir el magnifico plan de las chicas y por esta extraña presión en mi pecho que por una rara razón ya no siento, decido escapar de esta situación siendo yo misma

- Mierda es su hermana - susurro por lo bajo y camino a la mesa con la cabeza, ahora que lo pienso, sus ojos son de un azul muy similar a los de él aunque los de ella son más grisáceos.

Cuando llego a la mesa las chicas me miran esperando haber que sucedió allá y yo pues ya que mi humor paso de chispeante a quemante, las fulmino con la mirada y me siento en una de las sillas que estaban frente a ellas

- Lo que acaba de suceder es su culpa saben, por su bendito y preciado plan de "arruinar" los ligues de Erick, terminé yo haciendo el ridículo - las miro y aprieto mi mandíbula

- No fue nuestra culpa, al final tu dijiste que no harías nada - Ross mira a Tory con reproche y yo solo bajo mi cabeza y miro a la mesa, ¿Por qué esa presión es mi pecho, y la necesidad de no se de marcar territorio? Él no es mio, como para que yo hubiera hecho algo así y no quiero que lo sea ¿O si? - ¿Y quién es la oxigenada que está a su lado? - Ross me toca el brazo y levanto mi mirada nuevamente

- Nada mas, y nada menos que su hermana, señoras y señores - ambas ahogan una risa y yo solo las fulmino con mi mirada

- Pero ¿Cómo ella es rubia y él es pelinegro? - miro a Tory y respondo con desinterés

- No lo sé, al parecer es si es "oxigenada" - coloco mis manos en mi frente y ¿Qué pensará ella de mí? ¿Por qué demonios me importa, qué piense de mí?, esta odiosa confusión que tengo últimamente no es bonita, porque el pequeño problema es que desde que mire sus ojos cuando bote el whisky sobre su traje, cuando me quede prendada a ellos en la terraza bajo la luna simplemente me cautivaron y pues no sé ¿Cómo Erick calo dentro de mí? si con todo y lo que me hizo, no puedo odiarlo por completo y quisiera hacerlo, debería hacerlo, pero el estúpido de mi corazón tiene cierta atracción hacia él