Silencio, es lo único que logro escuchar tras la puerta principal de mi casa, no quiero entrar, claro esta pero logicamente algún dia lo tendré que hacer. Los nervios me consumen por dentro, y mi garganta de un momento a otro la siento seca; todo el camino de vuelta a casa he estado pensando en que debería decir, hacer, pero solo he llegado a la conclusión de afrontar mis miedos, afrontar mis malos pensamientos. Pasar por esa puerta y ver que rayos esta pasando entre las dos.
Me quito los audífonos, los meto dentro del bolsillo delantero de mis jeans y suspiro, trago hondo, y pongo la mano en el manillar de la puerta, pongo la llave en su lugar y la giro lentamente; abro la puerta y percibo un olor a cafe inmediato, la curiosidad y la confusión llegan a mi cerebro en cuestión de segundos. Paso por la puerta y limpio mis botas en la alfombra que esta justo en la entrada; me adentro en la casa y veo a mi alrededor, todo parece tranquilo y limpio, como si no hubiera pasado un terremoto por esta sala hace una horas, pero no veo a nadie, no veo a Amanda, ni tampoco su maleta que estaba al lado de la puerta, solo cuando entro en la cocina percibo que Carol esta parada frente a la estufa, revolviendo algo dentro de una olla, su cabello esta enmarañado y despeinado en un cola de caballo, su ropa esta sucia y se nota que ha estado limpiando la casa toda la mañana. Cuando escucha que entro a la cocina se voltea a verme, ahí es cuando mi corazón se rompe en varios y diminutos pedazos tiene la cara pálida, notables ojeras mostrando que no ha podido descansar durante toda la noche, sus ojos están hinchados de tanto llorar, su cara esta pálida y tiene una expresión que nunca había visto antes. Son emociones mezcladas, decepción, tristeza, rabia.
- No te había oído llegar, lo siento - dice mirándome de pies a cabeza, luego mira al piso, limpia sus manos con un trapo que esta encima de la mesa y pone un mechón de pelo atras de su oreja.
- No tenias que trabajar? - le pregunto tratando de no tocar el tema de Amanda por mas que quiera. Ella traga saliva y me mira
- Pedi el dia libre, no me sentia bien para sentarme el resto del dia en una oficina - dice con la voz ronca - Necesitaba moverme - asiento lentamente con mis ojos fijos en su cara y sus movimientos, ella se humedece los labios antes de decir - Lávate las manos, el almuerzo esta listo - se voltea a hacer lo que hacia, dándome la espalda.
Yo asiento, incapaz de decir algo, y con la cabeza baja me dirijo a mi cuarto, me siento terrible, terrible por Carol, terrible por mi.
Lanzo mi mochila encima de mi cama y me dirijo a mi baño, abro el grifo y la fria agua sale de el mojando asi mis manos. Me miro al espejo que esta arriba del lavamanos en la pared y me miro, miro mi venda en la muñeca, vuelvo a mirarme al espejo y sonrió con el recuerdo vivo aun en la cabeza. El me ayudo. Sonrió levemente pensando en el preocupado rostro de Nathan al mirarme en el suelo. Me senti protegida a su lado, me senti como si el de verdad quisiera estar conmigo y ayudarme en aquel momento, me senti especial a su lado. La forma en que me trato nadie lo hizo antes.
Sacudo mi cabeza tratando de ahuyentar los recuerdos, borro mi sonrisa tonta y cierro el grifo.
Me seco las manos y me dirijo a la cocina de nuevo, veo que Carol esta sirviendo dos platos de pasta, los pone encima de la mesa y se sienta frente a uno. Me encamino hacia mi lugar y me siento, no se si preguntarle o no, si tocar el tema o no, no se siquiera si debería hablar con ella en este momento o no.
Ella agarra el tenedor y lo empieza a envolver en la pasta, lo gira lentamente mirando a un punto fijo de la mesa, yo hago lo mismo solo que mirando a mi plato - Que te paso en la muñeca? - me pregunta con un tono maternal, quitando su vista del punto en la mesa y poniéndolo sobre mi cara.
Yo frunzo un poco el ceño, pense que no se había dado cuenta. - Me cai - miento
- Te caíste o te empujaron? - dice desafiante, por un momento el aire se me va de los pulmones, mi corazón empieza a latir rápido y de pronto no se que decir. Me quedo callada por unos momentos antes de responderle.
- Me cai - miento de nuevo, ella asiente y se refriega la sien con su mano libre, me mira y sonríe debilmente, yo solo me limito a meterme el tenedor lleno de pasta en la boca para no tener que hablar.
- No necesitas fingir que no te importa, te conozco, se que quieres preguntarme que le paso a tu madre pero no sabes como hacerlo - me ahogo, empiezo a tocer con los ojos como platos de la sorpresa. Se que Carol es directa pero no sabia que lo era tanto en momentos asi. - Tienes el derecho de saber, es tu madre - dice eso ultimo con la voz un poco quebrada - Se fue, tu madre decidió que no era feliz con nosotras y decidió ser feliz con alguien mas - dice con los ojos cristalizados, y los sentimientos a flote. Yo solo asiento como una idiota, no se que decir. - Termina de comer y lava esto ultimo por favor - dice levantándose de la mesa y dirigiendose al pasillo. Cuando pasa atras mio me toca el hombro derecho y me lo aprieta ligeramente, no me volteo, solo tengo la cabeza baja y lagrimas saliendo de los ojos, no puedo con todo esto.
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Salgo de la puerta de mi casa y lo que veo enfrente mia me sorprende demasiado, es Nathan, esta sentado en un banquito frente a la puerta de mi casa, tiene todo su pelo despeinado hacia atras, y esta viendo su telefono, me pongo mi capucha y cierro la puerta atras de mi. El al escuchar la puerta cerrandose levanta su mirada hacia mi, sonrie de lado, se levanta y guarda su telefono en su bolsillo trasero. Yo bajo las escaleras de la entrada de mi casa y lo miro.
- Me estabas esperando? - pregunto, no se porque pero el pensamiento de que me estuviera esperando me incomoda, se me hace extraño, una sensacion que no senti antes.
- Si - dice con aire feliz a la par que me regala una sonrisa timida.
Le devuelvo la sonrisa, solo que la mia casi ni se nota.
- Como has estado? - pregunta mirando mi muñeca, yo tambien la miro y despues lo miro a el.
- Mejor, gracias por haberme ayudado- digo sincera
- No es nada, para eso estan los amigos - dice caminando mientras le resta importancia a su frase. Mi mundo se detiene, mi cabeza da vueltas. Amigos. Nathan dijo. Amigos.
¨Que?¨
-aliencaido
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Heridas Profundas
Любовные романы"Aveces el ser humano no se da cuenta de cuan horroroso, repulsivo y malvado puede llegar a ser. Lo peor es que todo depende de ti; tu decides como llevar tu vida, tu eres el responsable de tus errores, y por un error que cometas nadie te perdona...
