Flashback

29 2 11
                                    







" Podía sentir la tensión en el aire, como estaba nerviosa, mis latidos desbocados y mi cabeza daba vueltas, veía todo en cámara lenta y como poco a poco mi esperanza de salir de este lugar era mas cercana; veía las personas caminar, los chicos y las chicas con apuros yendo a quien sabe donde, los adultos pasaban tan rápido de un lado al otro que podía notar su desesperación en el aire. Pero todo eso fue disminuyendo un poco cuando la vieja directora Lyndy se acerco a mi y se agacho para estar a mi altura.
Su voz era lejana, algo borroso, pero a pesar de que la veía y escuchaba lo que decía, mi cabeza estaba en otro lado, estaba analizando todo como si de una película se tratase, estaba sintiendo todo muy lejano a mi.
Ella no paraba de hablar, hablaba sobre alguien que quería conocerme, alguien que estaba esperándome; que tenía que portarme bien y que no hiciera escándalo, yo asentía a cada rato. Pero mi mente no estaba ahí, mi mente estaba mucho más lejos.

Hasta que de repente paro, cuando terminamos de caminar y me tope con dos mujeres, sentí todo volver a su ritmo natural, como las voces se distinguían y como mi pulso acelerado seguía ahí, desperté.

- Leia, ellas son Carol y Amanda - dijo sonriéndome tan falsamente que podía jurar que le dolió.

- Hola pequeña - dijo una de las mujeres, tenía un vestido floreado, y su pelo estaba muy bien cuidado, se le veía un brillo en los ojos increíble; como si nada pudiera quitar esa felicidad. Yo la saludo con la mano y le sonrío de forma tímida, la mujer parece enternecerse y llama a la otra que le acompaña - Yo soy Amanda, y ella es Carol - dice ahora señalando a la persona a su lado. Carol lleva unos jeans claros con una blusa marrón con detalles de encaje, son lindas.

- Leia, no seas tímida, pequeña - dice una voz atrás mía; la anciana que me lleva atormentando toda una vida, con sus anteojos rojo chillón y su maraña de pelo envuelto en una cola de caballo. Su tono de voz es bastante fingido, las dos nos odiamos mutuamente y el hecho de que me llame por ese apodo hace que quiera sonreír solo por ver su cara de sufrimiento al pronunciar las palabras.

- Hola - Digo finalmente, volviendo la mirada a las mujeres en frente mía, ellas me miran con alegría, como si hablar conmigo fuera la cosa mas genial de todas.- Un gusto - añado agachando un poco la cabeza, escucho como un gruñido atrás mío se hace presente; y de inmediato me pongo recta. Se que ese gruñido es de la directora , en un intento de hacerme poner recta y no ser tímida.

- Eres muy linda - dice Carol, lo que hace que Amanda asienta con una sonrisa en los labios mientras me mira.

- G- gracias - digo avergonzada, pero con el corazón apretado, parece que lo decía sinceramente, lo cual me hace sentir de cierta forma bien.

Luego de unas cuantas formalidades mas, ellas deciden que es una buena idea sentarse en los sillones de la sala común, yo las sigo y ellas me preguntan algunas cosas del tipo "Que te gusta hacer en tu tiempo libre?" , en fin, pasamos unos veinte minutos así, hablando entre nosotras.

Hasta que se tienen que ir.

- Ya tenemos que irnos, amor - Amanda mira el reloj que lleva en su muñeca y se levanta del sillón, Carol hace lo mismo y yo solo las miro asustada, con miedo a que se vayan, con miedo de que no vuelvan a querer verme.

- Ya nos tenemos que ir, pero prometo que volveremos, si? - dice Carol con un tono suave y amable antes de que se agache para darme un abrazo, yo le correspondo; es un abrazo sencillo, con mucho cariño y cuidado.
- Cuídate - ahora es el turno de Amanda para abrazarme, ella en cambio me abraza fuerte, como si me estuviera cayendo y ella me sujetara.

Y así como vinieron, también se van. Tal vez nunca las vuelva a ver; o tal vez ellas sean las que me quiten de esta lugar infernal.

Siento como el aire en mis pulmones sale poco a poco, no como un suspiro aliviado, mas bien un suspiro tenso al ver como ella se acerca hacia a mi de manera recta y con semblante duro.
La vida aquí siempre fue difícil, mantener una vida tranquila y sin problemas era prácticamente imposible con la directora Lyndy, ella era la maldad en persona.
Siempre intentando hacernos perfectos, pegándonos, engañándonos y muchas mas cosas, no le importaba nada, solo le importaba vernos sufrir, por alguna razón siempre nos odió.

Y cuando Amanda y Carol se fueron, ella lo único que hizo fue venir hasta mi, susurrarme en el oído: 'La próxima vez, te comportas'
Luego de terminar aquella frase, agarro mi brazo, lo apretó tan fuerte que casi grito del dolor, y lo soltó con asco.

Algún día saldré de aquí."

__________________

N/A: Flashback cortito pero importante.
Gracias por ser pacientes y esperar
Les quería anunciar que el 1er capítulo de la historia ya esta editado, si quieren pasar y ver los cambios sería genial, ya iré editando el resto, igualmente gracias los que acompañan la historia hasta aquí, se les quiere.
Perdonen si hay algún error ortográfico, pero son las 2:20 de la madrugada y quería publicar lo antes posible, un beso enorme.

Cambio y fuera


-aliencaido

Heridas Profundas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora