Nada más dulce que tu sangre

CAPITULO 10 (Un beso) † †

Sin darme cuenta estaba a solo unas horas de ser 31 de octubre mi día favorito de todo el año, poco antes John me había mencionado que haría una fiesta de disfraces en un pequeño lugar, sin pensarlo le pregunte si será en su casa y enseguida frunció el ceño haciendo notar que no seria así.

     -Creo que solo hubiera bastado con un no. –pensé en ese momento.

Había sacado de mi closet una capa negra con fondo negro un vestido largo negro con detalles blancos. Tenía la intención de disfrazarme como alguna vampiro, pero no haciendo justicia a ello. Dejando todo listo en una silla decidida, tome un despertador dejándolo a las seis en punto para que me despertara y así diera tiempo para todo. Al despertarme sentí como si hubiera pasado algunos minutos desde que coloque el despertador a las seis en punto. Me dirigí al baño para darme ducha y fui a la fiesta. Al cruzar vi muchos disfraces de todo color, tipo y material. Alguien me había tocado el hombro así que voltee y vi a Nathaniel disfrazado de un rey donoso, a John de un caballero de la época medieval y Amber de una hada muy llamativa junto con otras dos personas que no podía reconocer.

     -¿Mi reina le gustaría bailar conmigo? –pregunto Nathaniel haciendo honor a su personaje.

     -Claro mi rey. –conteste siguiéndole el juego.

Nos dirigimos a la pista con laintención de bailar algo alternativo, como: The Gossip, Blink 182, Gorillaz,Yeah Yeah Yeahs, The Cure, SuperGrass, Phoenix, The Rasmus ó al menos bailaralgo mas estilo: Kinky, Rostros Ocultos, La Cuca yquizás California Blues.Pero por alguna razón colocaronla canción "Because Of You" de "Kelly Clarkson". Era hermosa la canción,aunque empezó en un momento algo "inoportuno". Al ritmo de la canción comenzamos a bailar haciendoilusión de no ser una vampira o un rey sino una pareja, una hermosa pareja.Bailar con Nathaniel era sencillo y lindo, al menos para mí, en cada vuelta queme daba dejaba salir su dulce fragancia que probablemente poco a poco la dejabaimpregnada a mí en los momentos en los que me recargaba en su pecho. Dejo desonar la melodía dando como terminado ese baile lindo entre nosotros. Alredirigirnos a unas sillas en donde se encontraban John y Amber, nos mirabancon rostro de total impresión.     -¿Tienen algo que decirnos? –preguntoAmber.     -No lo creo. –respondí confundida por supregunta. – ¿Por qué?     -Es que siguen tomados de la mano. Inmediatamente dirigí mi vistahacia nuestras manos entrelazadas, seguido de eso lo solté, dándome cuenta queera yo la que lo sujetaba con fuerza. Me disculpe diciendo que no me había dadocuenta de lo que había hecho. Nathaniel se quedo callado desviando su rostropara que no viese. Reí un poco y sin decir nadas salí de la vista de todos atomar algo de aire. Era una hermosa y fresca noche,digna de ser admirada por un humano. Mire al cielo con la intención de ver las estrellas y dijeen voz alta:

     -Esto ya es una obsesión, una obsesión muy hermosa.

     -Después de la preparatoria ¿Te has puesta a pensar que estudiaras? –dijo John saliendo de las sombras.

     -Realmente no.

     -Deberías considerar estudiar astronomía y astrofísica.

     -Creo que me tomare el tiempo para pensarlo. –conteste dejando de mirar las estrellas que se encontraban arriba de nosotros.

     -¿No deberías estar en la fiesta?

     -Sabes bien que no se me dan mucho las fiestas, pero al menos hice lo que se encontraba en mis manos, perdón.

     -No deberías disculparte.

Pasaron varios minutos de silencio incomodo, pero ninguno de los dos se animaba a romperlo con una frase, una palabra o algún sonido.

     -Brooke, tengo algo muy importante que decirte. –Dijo dándole fin al silencio. –Y ahora es el momento en el que quiero que sepas lo que he estado guardando desde hace tiempo. Eres una persona maravillosa y disculpa mis futuras palabras, pero a pesar de que eres inteligente y simpática eres una persona muy atractiva y me atrevo a decir que sexy. Es claro que no soy la única persona que se ha dado cuenta de tus cualidades. Por eso aquí y ahora te quiero expresar mis sentimientos encontrados actualmente.

Enseguida pronuncio las palabras tan esperadas por cualquier adolecente. –"Estoy enamorado de ti", este sentimiento que quema mi pecho lo has ocasionado solo tú. Has penetrado mi cabeza y figurativamente mi corazón. No espero ser correspondido a mis sentimientos, pero aun así quiero saber tu pensar de estos momentos, de esta situación en la que ahora estas involucrada.

     -John, lo lamento... No comparto el mismo sentimiento. Y me disculpo si en algún momento hice algo que te hiciera ver que sentía lo mismo que tú sientes ahora.

      -No te disculpes, en el corazón no se manda. Uno no decide de quien enamorarse, solo pasa en un lugar y con una persona.

     -Lo siento.

     -Entiendo, no mas disculpas por hoy.

Salí de donde estaba la fiesta y con menos ánimos que con lo que llegue decidí marchar a casa. En cuanto escuche que la voz de Nathaniel exclamaba mi nombre voltee rápidamente, y dulcemente me dijo que me acompañaría a casa.

     -Nathaniel, de nuevo me gustaría discúlpame por lo antes sucedido.

     -No es necesario.

     -En serio lo lamento, estoy muy avergonzada de ello.

     -Descuida. –dijo mientras acariciaba mi cabello suavemente. –Debo confesar que... No quería soltar tu mano.

Enseguida pare de caminar dirigiendo mi rostro con mejillas de un color jitomate hacia el suelo.

     -No tienes porque ponerte nerviosa. No puedo mentirte con algo así.

     -No sé qué contestar a su confesión.

Desprevenidamente me tomo de la cintura y solo en un cuarto de segundo me besó, no quería que sucediera pero también no quería evitarlo así que lo tome del cuello con un abrazo y correspondí su dulce beso. Nunca antes había besado a alguien, así que me atreveré a decir que Nathaniel me ha robado mi primer beso. En los segundos en los que nos besamos se empezaba a escuchar ruido muy desagradable que sonaba como una campanilla cerré mis ojos y lleve mis manos a mis oídos. En cuanto abrí los ojos estaba en mi cama. Me di cuenta que todo lo que había pasado había sido un sueño.

Un bonito sueño.