En la fiesta de John me disfrace de Alicia en el país de las maravillas versión zombi y con bastante sangre. Cuando cruce el pórtico del lugar de la fiesta no vi a John o quizá si lo vi, pero no le reconocí pues todos estaban disfrazados hasta las uñas. "Frankenstein" se acerco a mi, con la intención de bailar sin decir nada más que estirando la mano y señalando la pista de baile. Me negué diciendo que no me gustaba bailar, hasta que dijo:
-Pero es rock. –Así es como pude reconocer quien estaba detrás del disfraz era Nathaniel. Sin embargo no por ser el acepte, simplemente no tenia ánimos ni ganas de bailar en esos momentos. No me sentía cómoda después de aquel sueño.
-Ya que Alicia se negó a bailar con frankenstein. –Dijo en tono de burla. –Frankenstein quiere hablar con ella.
-A Alicia le gustaría platicar con frankenstein. –Dije sin salir del juego.
Nos sentamos en unas sillas que se encontraban vacías en una mesa, voltee a todos lados con la intención de encontrar a John o Amber, pues no quería estar sola con Nathaniel por recelo a que pasara el final de mi sueño, aunque había señal de ello, una parte de mi la deseaba.
-Toma. –Dijo extendiéndome su mano con el puño cerrado.
-¿Qué es? –Extendí mi mano y en ella dejo una pequeña caja color vino.
-Espero que te guste.
Lo abrí cuidadosamente y enseguida observe un broche con una forma de araña, con un brillo singular en el medio. –Gracias,
-Déjame que te lo ponga. –Se paro y tomando un mechón de cabello coloco el broche. Mi corazón estaba a mil por segundo. Me encontraba emocionada.
-Gracias, pero ¿A qué se debe tal detalle? –Pregunte tocándome el broche.
-A nada, solo por gusto y como muestra de nuestra amistad te lo he obsequiado además en cuanto lo vi sabría que te iba bien. Esas cosas te van como anillo al dedo.
En esa fracción de segundo la palabra "amistad" resonaba en mi cabeza como tambores una y otra vez. Me di cuenta que no solo esa palabra me ponía mal emocionalmente, sino también provocaba un enojo incomprensible.
-Gracias de nuevo. –Salió un suspiro.
-¿Paso al...
-¿Quieres bailar conmigo? –Dijo John vestido de bufón interrumpiéndome.
-En un momento...
-Ve no hay problema. –Dijo Nathaniel interrumpiéndome y dándole un trago a la bebida que se encontraba en su mano izquierda.
-Ya regreso.
Mientras bailábamos alejados ya que esta melodía no se necesitaba bailar de cerca, John me tomaba de la mano cada que tenia oportunidad y a cada segundo en el que me tomaba de la mano sentía que vomitaría el refresco y los chicharrones que anteriormente había comido por nervios. No sabía si era incomodidad u otra sensación. Para tranquilizar esos nervios que producía John en mi le hacia la plática acerca de cómo se encontraba Henry, pues fue lo que se me ocurrió en ese momento. Entre más sacábamos temas de conversación mientras nuestro cuerpo de movía al ritmo de la canción, menos bajaba el nerviosismo, pues sus ojos y su hipnotizada sonrisa no ayudaban en nada. Sentía algo inexplicable en mi estomago y en cuanto cambio la tonada a un ritmo más lento y probable romántico, John me tomo en sus brazos sin dejar pasar el ritmo; Mi corazón se acelero en un santiamén pues eran contadas las veces en las que me encontraba entre sus brazos para bailar o por un abrazo amistoso.
ESTÁS LEYENDO
Nada más dulce que tu sangre
VampirosUn nuevo comienzo le espera a Brooke Thornell en Frostwood donde comenzara a experimentar cosas extrañas, pero excitantes a lado de sus amigos y su primer amor... Se encuentra atrapada entre dos mundos y envuelta entre misterios, mentiras y secreto...