Samantha

"Los secretos siempre terminan saliendo a la luz"

Sofía y yo nos levantamos muy temprano más o menos como a las 6:00, desayunamos y estábamos apunto de irnos cuando la tomé del brazo.

–Que haces? No que ya habíamos quedado? –me exclamó.

–Sí, pero se me acaba de ocurrir algo.

–Se te prendió el foquito hermanita?

–En primera; no soy tu "hermanita" y en segunda; algo más que eso...que tal si robamos el libro de mamá? El libro de donde sacaste esa información de los Wallers y los hombres lobo.

Le llamaba mamá a la señora falsa que me crió todo este tiempo por que no sabía su nombre y no me gustaba la idea de llamarla señora.

–Está bien, pero solo eso...no podemos tardarnos.

Sofía abrió la habitación de mamá y sacó el libro que estaba escondido en otro libro y después nos fuimos. Llevábamos cuchillos filosos (como de carnicero) en la mano.
Caminamos como 20 km. Así que decidimos tomar un descanso.

–Agua? –le ofrecí a Sofía.

–Poorfaaavooor, me deshidrato!

Bebimos agua y nos sentamos debajo de un árbol, cuando en ese momento escuché algo.

–Escuchas eso? –le dije a Sofía.

–Sí, se oyen como pasos. –me contestó.

–Sí.

Agarramos nuestras mochilas y cuchillos y nos pusimos de pie.
Los pasos se empezaron a escuchar más cerca y de repente apareció un chico detrás de nosotras, era un chico guapo, atractivo, con ojos grandes y azules y también con un poco de barba...era guapo y mucho.

–Aah! –gritamos Sofía y yo.

–Disculpen, las espanté? –dijo el chico.

–Sí, un poco...y tu eres? –le pregunté.

–Soy Bruno, y ustedes son?

–Yo soy Sam y...ella es Sofía.

–Un gusto. –dijo Sofía embobada en aquel chico.

–Y qué hacen aquí? En medio del bosque..dos chicas tan lindas cómo ustedes? –dijo Bruno mientras caminaba alrededor de nosotras.

–A pu...

–Sofía! No creo que sea buena idea. –le susurré mientras la interrumpí.

–Buena idea que? –dijo el chico, que ahora se veía un poco desesperado.

–No nada...es decir, es una larga historia y no tenemos mucho tiempo. –le dije.

–No tienen mucho tiempo? Anda quédense un poco más.

–Sí eso quieres.. –dijo Sofía acercándose al chico.

En ese momento el chico se abalanzó en Sofía y sacó unos dientes muy afilados.

–Sofía!! –grité.

–Sam! Ayúdame! –gritó Sofía mientras forcejeaba con el chico.

Saqué el cuchillo y se lo enterré por la espalda al chico y éste terminó convirtiéndose en lobo.