Cap. 57:
"¿Una apuesta?
Y se mordió el labio otra vez cuando cerró la puerta del auto de un portazo que para el silencio del parqueadero se escuchó fuerte, ahora se había encontrado con los ojos de la castaña y la sangre aun estaba en su cabeza. ¿Qué era esa tontería? Alan simplemente la había ayudado, había salvado su vida, no tenía necesidad de preocupación. ¿Acaso él no hubiese hecho lo mismo? No tenía razones, pero su instinto estaba fuera de control, y su este le decía "Desconfía" dio un paso para dirigirse hacía donde se encontraban ellos dos cuando un grupo de 10 paparazis aparecieron repentinamente y le cerraron el paso con sus cámaras y flashes. Eso era lo que faltaba.
Definitivamente, no los vio venir. Apretó el puño e intentó sonreír para las cámaras pero no pudo evitar volver a mirar hacía la dirección en donde estaba Jane, para su sorpresa ella ya no estaba allí; estaba escondida dentro del auto de Alan. Sabía que eso podría parecer estúpido y que incluso su jefe la tomara por safada, pero no quería nada de fotos, ni de cámaras ni de verse envuelta en periódicos y chismes. Contó hasta tres y miró a Alan quien debía de estar pensando que era una tonta. Pero, eso era lo de menos. No quería fotos. Punto.
Justin camino rodeado por los fotógrafos y paso junto a Alan quien solo le sonrío. Quizás ya debía terminar con esa espera y empezar a jugársela por Jane, aunque así aun no estaba muy seguro de que debía hacer. No era leal hacerle eso a un amigo; no se sentía bien hacerlo, no, si ese amigo era Justin. Pero rayos, tampoco era lindo el tener que aguantarse ver a la persona que realmente le hacía sentir diferente, al lado de alguien que no la valoraba lo suficiente. No, no sabía que hacer aun. Tampoco comprendía la situación ¿Por qué habiendo tantas mujeres en el planeta, tenía que gustarle la esposa de su amigo? Negó con la cabeza. Su consuelo era que él la había conocido antes de estar casada, en Rusia, en la recepción de un hotel. Frunció el ceño y se preguntó como era que ella y Justin se habían conocido o mejor, como era que se habían "enamorado".
Justin se perdió por la entrada hacia el piso de arriba y Alan giró hacia Jane. Le sonrió. Fue muy gracioso verla escabullirse dentro del auto tan repentinamente, quizás por que hacía cosas que él no acostumbraba era que le atraía tanto.
-¿Ya se fueron? – le murmuró ella levantando un poco la cabeza a la altura de la ventana del auto – ¿O todavía no es seguro salir? – Alan rio.
-Ya se fueron, a menos que yo sea un peligro, quédate allí. – Jane sonrió y luego cayó en la cuenta de que, tal vez, su vestido estaría arrugado. Dejó de lado ese pensamiento y soltó un poco de aire, después de todo, ella no quería estar allí. Solo fue por Justin. Por obligación, salió del auto y se acomodó el vestido rosado.
-Te queda muy bien
-¿Eh? – La castaña levantó el rostro- ¿Qué cosa?
-El vestido - Y se sonrojo.
Le fue mucho más penoso que Alan lo notara. ¿Por qué su test tenía que ser tan clara? Además, no era que tuviera mucha importancia lo que el pelinegro dijera. Lo único que tenía importancia es que hacía mucho nadie la decía un cumplido. ¿Por qué tenía que ser él?
-¿Nos vamos?
-Seguro.
Los dos entraron a paso lento al segundo piso del cinema. Estaba decorado con muchos posters de la nueva película y el nombre de Justin por todos lados, también había mucha gente, gente en demasía. El ir con Alan le dio algo de seguridad ya que no sabía dónde estaba Justin aunque ahora que lo pensaba ¿Por qué la habría mirado así en los parqueaderos? Esos ojos tan fríos y calculadores, por un momento, la asustaron, pero ¿que podía esperar? Justin era raro, hacía cosas raras. En fin, había tenido mucha suerte de encontrarse con Alan en ese ascensor, no estaba sola.