PREFACIO

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CAPITULO 1 LA VIDA DE LOS PATAKI

MIRIAM SOWN PATAKI
Realmente no soy una persona totalmente mala, la verdad o la realidad de mi existencia era simple al menos para mí, me case con Bob Pataki sin amarlo...si así es...no lo amaba, aquella fue la peor decisión de mi vida...la peor.
Ahora les contare un poco de mi vida...de lo que fui en algún momento...o de lo que nunca llegue hacer.
Mis padres jamás me tomaban mucho en cuenta, tal vez he ahí el problema que tuve con Helga, siempre ellos tenían tiempo para mi hermana o debería decir hermanastra, ya que ella era adoptada.
Se dedicaron a darle tanto amor, tanto cariño que se olvidaron de su verdadera hija...yo, en fin cuando termine la preparatoria logre quitarle el amor del hombre que ella había amado, aunque nunca se atrevió a decirle...Bob Pataki
Amanda así se llama mi hermanastra... ella quedo destrozada e incluso me suplico que no me casara con Bob, pero era muy tarde yo estaba tan llena de odio y de venenosa sed de venganza que ya no pensaba con coherencia, solo deseaba que sufriera como yo sufrí por el desamor y la poca atención de mis padres, todo por su culpa.
Ahí todo se derrumbó en mi mundo...Bob se casó conmigo y al año y medio tuvimos a nuestra pequeña hija Olga Pataki, cuando ella nació mi sed de venganza se desvaneció durante algún tiempo, me recordaba mucho a mí, mucho a como yo era y todo ese talento y amor que tenía y que mis padres nunca vieron, yo lo vi en ella así que me termine de deshacer de ese odio y comencé a disfrutar a mi familia y Bob, bueno digamos que al principio del matrimonio y con Olga como bebe, era una persona totalmente diferente, pero luego llego ella...Helga.
-Nunca quise ser como mis padres pero... -Susurre mientras miraba a la doctora Bliss quien había estado dándome terapias todo ese tiempo que estuve en recuperación, había tenido años de infierno, deseaba morirme, más porque jamás obtendría mi libertad -Pero no pude terminar con mi rencor y...pensaba egoístamente que si a mí me lo hicieron ¿porque debía cambiar yo?
-Y terminaste abandonando a tu hija
-Si
-Sabe señora Pataki, es muy común que lleguemos a estas cosas por culpa de la educación o las atenciones que recibimos de niños, pero no es imposible romper con esas reglas
-Lo sé pero no ha sido fácil
-Es entendible pero no se justifican sus actos ¿Porque tomo, por esto?
-No sé en qué momento me perdí, solo recuerdo que...mi vida era aburrida y estaba harta de atender a mis hijas, comencé a dejar de hacer las cosas de la casa, Bob comenzó a molestarse pero trataba de entenderme -Dije avergonzada mientras lagrimas salían de mis ojos -Él siempre me trato de ayudar...pero lentamente me fui haciendo a un lado, deje que el alcohol me quitara la sensación de vacío que tenía dentro...deje que fuera mi única compañía, mi tormento y mi salvación...cuando Bob dijo que se iría y con Helga...enloquecí...en realidad lo que deseaba era que...que mi familia me rescatara...cuando yo...me perdí.
-No creo que haya sido eso Miriam, creo que en realidad lo que deseabas, es algo que nunca tuviste -Dijo tranquilamente la doctora -Una vida, siempre viviste del odio, siempre viviste para vengarte, cuando tu hermana Amanda salió de tu vida para siempre, creo que tú nunca pudiste perdonarte, ella avanzo pero tu...nunca lo lograste.
Le mire con lágrimas en los ojos -Tiene razón, jamás lo supere, nunca supere que había destrozado el corazón de Amanda, que ella pudo seguir como si nada y yo...nunca pude perdonarle aquella niña que le robara el corazón a mis padres, provocando que a mí no me prestaran la atención, siendo yo su hija verdadera.
-Bien Miriam, vamos progresando y además te tengo una buena noticia...
Le mire sorprendida sin saber realmente la sorpresa que estaba a punto de darme.

BOB PATAKI
Nunca me considere el hombre más guapo del mundo y mucho menos la persona más lista del universo, no me he considerado nada especial ni único, realmente mi autoestima siempre fue mala.
Mi familia nunca fue como la familia que realmente me hubiera gustado tener, mi padre era un alcohólico, mi madre era una persona que se dejaba maltratar por su marido y dejaba que sus hijos fueran maltratados por él, sin importarle...
Aquel hombre que siempre pensé que cambiaría nunca cambio y termino en la cárcel por matar a mi madre, cuando tan solo era yo un adolescente, quedamos en posesión de nuestros tíos, quienes no pudieron tener hijos, mi hermana y yo crecimos después de tanto dolor, ahora con amor y comprensión, nuestros tíos fueron nuestros padres, los únicos y verdaderos padres.
Conocí a Miriam en la preparatoria, para ser totalmente franco ella jamás me gustó tanto como su hermana Amanda, pero la verdad era que Miriam, esa joven era muy divertida y me fue enamorando poco a poco, hasta que termine loco por ella y...decidido a tomar supuestamente la mejor decisión de mi vida.
Mi vida había dado un giro desde que estuve en Hillwood, ahora estaba de vuelta al centro de la ciudad con Miriam mi esposa, mis padres me habían dejado un pequeño negocio de localizadores que estaba dispuesto a sacar adelante, por ellos y por mi familia, mi familia se escuchaba tan bien decirlo...por fin tendría la familia que siempre soñé.
Vino mi primer hija, Olga Pataki, era hermosa y se parecía tanto a Miriam, las amaba eran mi mejor regalo del mundo y la empresa iba de mejor a excelente, las ventas eran buenas y pronto necesitaría un lugar más grande y más empleados así que decidimos apretarnos un rato el bolsillo para que la empresa que fundaría prosperara como hasta ahora lo había hecho el negocio que me habían dejado.
Todo era felicidad cuando llego Helga...nuestra segunda hija, sí que mi familia iba creciendo, pero ahora debía trabajar aún más si deseaba que a mis niñas no les faltara nada, tuve que perderme algunas cosas de mi niña pero debía hacerlo por ella, por nuestro futuro, aunque llegaba cansado a casa siempre la veía y le arrullaba aunque ella ya no lo recuerde.
Algo paso en esa época, pues tuve que empezar hacerme cargo de ciertas cosas de la casa o de procurar que hubiera comida, ya que Miriam estaba cada vez peor, hasta que un día la vi tomando, estallo la primera bomba.
Debí salirme desde ese entonces pero ella me convenció y yo ingenuamente le creí...después no quise que las niñas sufrieran sobretodo Helga, no deseaba para ella el mismo infierno que yo viví, ni tampoco que ella viera a sus padres separados pero...un día no pude más...estaba provocando el mismo destino que yo tuve...Miriam cada día menos podía controlar su alcoholismo así que quise dejarla pero...ustedes ya saben la tragedia que paso...no morí aquí sigo pero...mi familia que creía tener, se derrumbó en cuestión de segundos...
Ahora estoy aquí atado a mi silla de ruedas, con mi hija mayor en el alcohol también y con una hija perdida, que fue adoptada por quien sabe cuál familia, las perdí y yo...también me perdí.
Bob comenzó a sollozar mientras dejaba a un lado el lápiz, ella lo miro con ternura para después abrazarlo, no sabía que tanto había pasado pero eso no era necesario, podía imaginárselo por lo poco que le había dicho la secretaria de su hermano.
Iba mejorando pero no al ritmo que él deseaba y los doctores no ayudaban realmente.

OLGA PATAKI
Realmente nunca fui la mejor persona del mundo, al menos yo pensaba que no lo era, siempre fui presumida y trabajaba duro para así mantener la atención de mis padres hacia a mí, para ser honesta me encantaba que todos me adoraran, nunca medí las consecuencias de mis actos y aún sigo sin hacerlo.
Pero siempre creí que mi familia era simplemente perfecta incluso con Helga, que siempre era muy grosera conmigo y muchas veces yo no entendía porque lo hacía, aunque miles de veces me "convenció" para irme lejos de Hillwood, la realidad era que me iba porque no soportaba a mis padres, sobre todo a Miriam, ella no tomaba frente a mi o mi padre pero sabíamos que lo hacía, cuando yo estaba la controlaba un poco, pero me fastidiaba, ella era la madre no yo.
La vida dio un giro de 180 grados en nuestras vidas, mi papa abrió los ojos por fin y enfrento a Miriam, quiso llevarse a Helga lejos de ella pues no era un ambiente correcto para una joven de diez años, algo que me pareció totalmente absurdo, Helga ni se quejaba.
Después el accidente, Miriam ataco a mi papa, el quedo en el hospital y Miriam en la cárcel, Helga estaba sola y yo...me arruinaron la vida; debía cuidar a una niña cuando yo deseaba volar lejos del nido ¿Qué otra cosa podría hacer? El resto ustedes lo conocen mejor que yo.
Ahora mi vida es una porquería Robert me soportaba pero leía en su mirada que estaba llegando a su límite, lo podía sentir, trataba lo juro lo estaba tratando pero...me era imposible y más cuando no tenía para comprar una botella de ron.
Caí y caí más bajo...llego el punto en el que me estaba vendiendo por un...un...trago... -Solloce fuertemente mientras tomaba mi rostro entre mis manos, no sé cómo acabe aquí, no sé en qué momento pero me...perdí...me sentía tan vacía por dentro...me decepcione al ver en esos ojos azules que un día pensé que la amaba como una hermana puede amar a su hermana, que esa mirada de decepción que me regalo la última vez era la misma mirada con la que hoy yo me miraba, estaba muy molesta por todo eso pero ahora...ahora ya no sabía cómo podría seguir...ni fuerzas tenia para poder reparar lo que había causado en mi vida...después del accidente de mis padres...
Olga: estoy perdida, ya no tengo fuerzas -Se recargo en una mesa después de haber conseguido una botella de ron a cambio de su cuerpo.

Bob miraba hacia la nada por la ventana "Las perdí y no quiero que sigan perdidas ustedes mis niñas, ¿Qué puedo hacer? ¡Estoy harto de esta silla de ruedas!" pensó con lágrimas en los ojos mirando el cielo nocturno.

Miriam salía de la cárcel, nerviosa y con la mirada más serena que hace años atrás -Por fin...ahora que he salido...remediare lo más que pueda mi error...debo buscarlas y reparar el daño que les hice...hijas las buscare....lo prometo -Dijo mientras miraba una vieja fotografía de su familia -Helga... -Susurro mientras lagrimas salían de sus ojos pero decidida continuo su camino, sin saber que sorpresas le deparaba el destino.

EL DIARIO DE ARNOLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora