CAPITULO 4 SAN VALENTIN SIN TI

442 33 10
                                    

LA FALSA CECIL
Saben muchos adultos me dicen que soy un loco enamorado o algunos incluso me dicen que soy un loco por amar a quien no veo, algunos me dicen que no sé lo que es el amor y que debería dejar mi capricho a un lado.
Ustedes saben ¿Qué es el amor? ¿Qué es para ti amar? Bien pues para mí el amar a otro ser es lo más extraordinario que puede pasarnos en la vida, solo pocas personas saben amar y son contadas, es saber entregar el alma y todo tu ser en la otra persona, saber cuidar, respetar, confiar, aceptar y dar amor a la otra persona, va más allá de los besos, de las caricias, de hacer el amor...el amor es mucho más que eso, es hacerle sentir a la persona que eres una de las personas más importantes en tu vida, porque seamos honestos siempre tendremos más de una persona importante en nuestras vidas.
Para comenzar estamos nosotros, que siempre debemos ser más importantes en nuestra propia vida, después están los padres (si los hay y también depende de cómo sean o si estuvieron ahí para nosotros, claro) después están hermanos (si los hay) y la otra persona muy importante tanto como los padres pues estará contigo por el resto de tu vida si es la persona correcta...es la pareja, o como me gusta decirlo el amor de tu vida.
Cuando encuentras a esta persona, no debes dejarla ir, tratar de tenerla por siempre pues puede que ella sea la indicada o es la indicada si el corazón te lo dice, pero ¿Cómo saber que realmente es la persona indicada? Para empezar debemos saber cuándo uno está enamorado, a veces solemos confundir un gusto o capricho, aberración a una persona por amor.
Amar es libertad, amar es respetar, amar es considerar, amar es sinceridad, amar es confianza, amar es apoyar, amar es estar en las buenas y las malas, amar es simplemente saber que la otra persona es muy importante para ti y que sin el simplemente tu mundo que has construido a su alrededor se derrumba y no sabes ni que hacer para salir de ese hoyo, pero respetando su decisión porque amar es desear la felicidad del otro, amar es libertad como dije y no se trata de atar o condicionar pues el amor no está a prueba, solo se da porque se siente, si no se siente es porque no es amor.
Las personas por eso hacen noviazgos, pero a veces los noviazgos duran mucho tiempo más de lo que dura entre los jóvenes hoy en día ¿Se han preguntado porque? Si en algunos casos es por costumbre, costumbre que ellos tienen de estar juntos, es por conveniencia o porque no quieren estar solos o simplemente porque no se les da la gana dejar libre a la otra persona, estas razones están mal, pero hay otras parejas, otros casos...en los cuales es porque a pesar de todas tempestades que haya, el amor que se tienen es más fuerte y el lazo más fuerte que puedan tener entre ellos y dando una clara prueba que con sinceridad, con aceptación, con confianza puede haber una relación y un amor verdadero...encontrando a la persona indicada para cada uno de nosotros...
A.P.S.

Bien como sabrán las cosas no han ido bien y para serles realmente sinceros, nunca había estado peor que ahora, al menos eso pienso pues las cosas no pueden ser peor que esto ¿o sí?
Eugene me odia y a dicho a toda la escuela que intente aprovecharme de él, mi ex novia está más que furiosa conmigo, perdí su amistad y amor, Phoebe me felicita por ponerle un alto a Gerald lo cual no me hace feliz, pues pese a todo él siempre fue mi único y mejor amigo ¿En qué momento nos perdimos?
Bueno por otra parte Ameyali no me había dirigido la palabra pero hoy fue diferente...
En el receso mientras estaba tomando mi almuerzo para irme después a mi clase de biología llego Ameyali mirándome tranquilamente, algo que me sorprendió pues hacia días que no me miraba de esa manera siquiera, su mirada siempre había sido asesina.
-Feliz día de San Valentín -Comento mientras se sentaba
No dije nada, me sorprendía que la chica me estuviera hablando tan naturalmente y la verdad solo se lo agradecía porque su mirada azulada me recordaba a Helga pero no era ella.
-Bien...creo que debemos hablar -Dijo tomando nuevamente su actitud de esos días, lo cual no me sorprendió en absoluto -Creo que es lo mínimo que merezco ¿No?...hoy en Chez Paris ¿Qué te parece?
-¿En Chez Paris? -Pregunte nervioso aquello me recordaba a... -¿Qué tal Chez Pierre?
-Ya hice la reservación
-¿Sin consultarme? Entonces ¿Para qué me preguntas? -Dije molesto
-Corrección querido, solo te estoy avisando, te estaré esperando -Dijo la joven mientras tomaba sus libros y se iba, dejándome molesto por lo que me levante y decidí mejor irme.
.
.
.
En la tarde paso algo aún más extraño o al menos eso pienso...llego una carta muy parecida a las de Helga pero no era de ella, esa letra no era de mi amada yo la tenía bien grabada en la cabeza.
-¿Cecil? -De pronto mi corazón dio un salto de júbilo pero entonces mi felicidad se esfumo por completo -¿Hoy? -Me pregunte a sí mismo -¿Qué hare con Ameyali?
Debía pensar la manera de llevar dos citas sin terminar como dice el dicho del perro ¿Lo han escuchado alguna vez? Te quedas como el perro de las dos tortas (no sabía que el perro pudiera tener dos tortas, en fin así va y no me culpen) sin una y sin otra se quedó.
La última vez que estuve en una cita doble, quien me había ayudado a superar ese reto fue Gerald, pero el ya no estaba más conmigo, así que no tenia realmente a quien recurrir ni a quien pedirle consejo, más que a mi familia...así termine con mi abuelo nuevamente y no era porque no quisiera hablarlo con mis padres, pero ellos estaban ocupados.
-Vaya chaparrito si que tienes un enorme problema -Dijo riéndose como siempre lo hacia
-Vamos abuelo necesito que me des un consejo no que te burles de mi
-Lo siento enano pero es que yo no lo veo como un problema -Me dijo tranquilamente -Si quieres a una de las dos ¿Cuál es el problema?... imagina que de un lado tienes el mantecado -Dijo haciendo énfasis en la última palabra -Y del otro tienes al...Emm como le diré....a ya...el pescado ¿Qué escogerías? Jejejeje obvio sabemos que lo menos saludable, más complicado y más rico en lo demás, tienes una gran recompensa al tener mucha felicidad y dulzura en la vida encontrándolo en un simple mantecado -Dijo sonriéndome y guiñándome el ojo -Si las tuvieras ahora aquí enfrente a las dos ¿A quién elegirías? Yo sé a quién pero tienes que decidirlo tu...por cierto... ¡No comas frambuesas! Si me gustan estoy en la oficina.
Si sé que mis abuelos eran extraños cuando me ayudaban pero mi abuelo acababa de darme la solución -Gracias abuelo -Susurre al pasar por el baño.
.
.
.
Aquella conversación que tanto temí en un principio resulto ser más sencilla de lo que pensaba, Ameyali no se enojó e incluso se mostró comprensiva algo extraño si me preguntan pero no le tome importancia, simplemente me dedique a esperar el atardecer para llegar a la gran cita con Cecil, aunque como ustedes ya deben de saber quién es realmente, sabrán entonces mi emoción.
-Bonsoir Monsieur ¿tiene reservación?
-No sé si la hizo ella...su nombre es Cecil -Dije nervioso y apenado al decir lo primero.
-Oh, en efecto la segñorita esta esperandoglo -Dijo haciéndome un ademan para pasar, inmediatamente mi corazón brinco de emoción.
Camine hasta la mesa que se encontraba vacía para mi gran decepción pero no me quedaría con la duda así que le pregunte al mesero -¿Dónde está? -Pregunte enarcando mi ceja.
-Fue al tocagdor, ahí está su bolsa -Dijo mientras me señalaba las cosas de Cecil, que traía aparentemente el mismo bolso de aquella vez aunque no lo recuerdo muy bien como era, solo que era rosa.
-Gracias
Me senté esperando que la joven que tanto anhelaba ver volviera del baño, espere para mí una gran eternidad aunque solo pasaron unos minutos antes de que la joven rubia hiciera su aparición, cuando por fin llegó el momento de encontrarme nuevamente con ella, me quede helado...
Poso su mano sobre mí y yo solo abrí mis ojos sorprendido de sentir su cálida mano sobre mi hombro -¿Ce...Cecil? -Pregunte con nerviosismo
-Oui
Suspire al escuchar aquella voz, aunque no me cuadraba mucho pero...recordemos que Helga la hacía diferente y era realmente buena imitando hace mucho que todos nos dimos cuenta de ella, ya hacer la voz de nuestros profesores era un gran reto.
-¿Helga? -Pregunte mientras quise darme la vuelta, sentí que su mano se puso rígida y tembló un poco en mi hombro, tal vez era normal pues no esperaba que yo le llamara con por su nombre
-Oui
Mi felicidad en aquel momento llego a mi limite me levante totalmente y le abrace sin siquiera mirarla aquello debía ser un sueño, un hermoso sueño hecho realidad, tenía a mi querida Cecil, mi querida Helga frente a mí, estaba ahí y no era un sueño o si fuera un sueño esperaba no despertar nunca...nunca jamás, aquí me quería quedar pues esa rubia me robaba el aliento con el que podía vivir y sin ella simplemente no podía existir... la necesitaba...aunque no fuera para mí, la necesitaba en mi vida para poder ser feliz.
-No sabes qué alegría me da volver a verte -Dije lleno de emoción que comencé a dejar salir pequeñas lagrimas -¿Porque me enviaste esa carta? ¿Es verdad? ¿Ya no me quieres? ¿Quieres a alguien más? ¿Helga?
La rubia se tensó un poco sobre mis brazos pero seguí pensando que era normal, ella no estaba diciendo absolutamente nada pero...mi emoción e ilusión me cegó, pensando que era normal, ya que ella normalmente nunca admitía sus sentimientos tan fácilmente.
-Déjame decirte que te amo, Helga -Ojala nunca lo hubiera dicho, ojala me hubiera percatado antes de lo que hacía, me hubiera cerciorado de quien era la persona que tenía enfrente pues tal vez hubiera evitado la tragedia -No te puedo olvidar, jamás lo haría, no lo hare, estas dentro de mi ser clavada como una espina que es inquebrantable como tú, eres hermosa y dulce, amo tu manera de ser, eres realmente maravillosa única, preciosa y con una infinita belleza...te amo por favor no me dejes ya nunca más, si es que también me amas aun; porque no quiero nada más que tu felicidad amor mío...¿Helga, que dic...?
La rubia que tenía enfrente estaba petrificada y con ojos llorosos, sus ojos eran tan hermosos y azules como los de mi Helga, pero el gran problema era que...no era Helga.
-¿Ameyali? -Claro que era ella, saben ¿Cómo me sentí? Jamás quise lastimarla de esa forma, aunque no entendí en el momento ¿Porque rayos se hizo pasar por Helga? No entendí en ese momento el daño que le estaba haciendo, pero a veces pienso que fue lo mejor. -¿Qué haces...aquí?
-Solo confirmando lo que ya sabía -Dijo sin la voz quebrada, era increíble por primera vez bueno por segunda vez la veía llorar...pero no me gusto el motivo de sus llantos, pues había sido yo y eso me hacía sentir como un completo patán.
No puedo creer aun que pensara que me engañaría, pues era algo realmente poco probable, pues se siente cuando tienes a la persona amada cerca, no sé cómo explicarlo, pero aquellas miradas siempre son diferentes, pueden parecerse pero nunca son idénticas y por lo tanto puedes distinguir una de otra, la de Helga, me hacía volar y llegar al paraíso, haciendo que mi corazón se extasiara de sus ojos azules e intensos pero a la vez que deseara nunca jamás dejar de mirarla, nadie había provocado tal efecto en mí, nadie más hacia sentir mi corazón estallar de felicidad.
-Yo...
-Te odio -Murmuro entre lágrimas
-Explícame que haces aquí y... ¿Qué demonios? Tu enviaste esa carta ¿Cierto?
-¡Te odio! -Repitió dándome una gran y fuerte abofeteada que provoco que me quedara en schok solo la vi partir del restaurante, no la seguí y me arrepiento, no quise hacerlo, porque el ofendido debía ser yo y no ella, ella se había enterado de muchas cosas mías y seguramente era porque había leído mi...diario y el de Helga...el cual encontré poco después de que se fue junto a los libros de poesía que ella tenía ahí guardados....
-Helga -Susurre cuando por fin Salí, dejando que una pequeña luz de la luna me diera en mi rostro, tal vez ella me ayudaría a saber qué hacer, me ayudaría a ver qué camino debía seguir, esperaba que me acobijara con su brillante manto para darme algo de consuelo y calor al dolor de mi corazón y tal vez en ella encontraría la fuerza para seguir...la fuerza para esperar a que ella volviera aunque cada vez se hacía más pequeña....
Alguien me observaba pero nunca me di cuenta...tan ciego como siempre...

EL DIARIO DE ARNOLDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora