CAPITULO 9 EL RENACER II
Cuando piensas que las cosas ya no pueden complicarse más, resulta que se complican aún más, algo que pensabas ya enterrado muy en el fondo de tu ser, resulta que no lo está y que está aquí latente e informándote que la vida no es así de fácil, que el amor no se borra como queriendo tapar el sol con un dedo, es cuando entonces te das cuenta que todo lo que has hecho porque según ya no nada, es simplemente un espejismo, espejismo que te engaña al hacerte ver que estas bien y que tu pasado es eso…pasado y ya no hay más que ver de él.
El pasado forma el presente pero no debe seguir siendo así ni formar tu futuro eso es decisión de uno pero ¿Cómo hacerlo cuando las cosas se tornan peligrosas? ¿Cómo llegue hasta aquí? Mi familia se partió y con ello yo también me partí y por esa razón estoy donde estoy, pero antes que nada debo encontrarla, ella debe ayudarme y sobre todo debo convencerla de no disolver nada para poderme salvar…para salvarnos porque si no…no tengo que negociar. El negocio es lo único importante en este mundo, las ganancias y el poder tener riquezas y demás en esta vida, ¿Qué no se dan cuenta que nada de eso importa? ¿Qué todo es superficial y que no dura? Es más valioso el amor, salud y felicidad real, no artificial, pero ¿Quién soy yo para decirlo? Todos debemos darnos cuenta y yo siempre lo he sabido aunque no quiera admitirlo este sentimiento solo renacerá cada que lo vea porque es real y porque siempre ha sido real, desde los tres años…
H.G.P
Estaba besando a Cecile, estaba disfrutando por fin esos labios carnosos que tanto me habían dado ganas de poseer desde que la vi, sus labios tan suaves y carnosos como los de… ¡Diablos creo que me he vuelto loco!
-¡¿Qué te pasa?! –Dijo por fin rompiendo con el beso que inicie, dándome un fuerte empujón y sacando… ¡No lo creía, tenía una navaja!
-Cecile, yo…
-¡Si me vuelves siquiera a ver Arnoldo, te juro que te sacare los riñones con esto! –Exclamo mirándome con verdadero odio, realmente estaba intimidado como para pensar en ese momento en algo más, pues los ojos de la hermosa joven se habían vuelto de un tono más oscuro.
Dio media vuelta y me dejo ahí temblando como un niño que acabara de ver lo peor de sus pesadillas, eso me hacía sentir ridículo.
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Anoche no pude dormir nuevamente, solo pensaba y pensaba en lo sucedido con Cecile, aunque también descubrí que de cierta forma me recordaba a Helga, también por el apodo que menciono antes de terminar su amenaza, ella no era media hermana ni nada de Helga ¿entonces? ¿Cómo diablos pudo pensar exactamente en ese apodo? Aunque no era que fueras un genio poniéndole solo una o al final de los nombres, pero eso lo hacía más Helga o al menos solo había conocido a Helga poniendo ese tipo de apodos, pero…
-Estoy loco –Murmure para mí mismo saliendo lentamente de la casa de huéspedes sin darme cuenta de que alguien me pisaba los talones.
-Seguro que si –Dijo burlonamente la pelirroja que estaba detrás de mí
-Buenos días Cecile
-No creas que porque seas amable ahorita conmigo, está olvidado lo de anoche –Dijo molesta frunciendo el ceño como…. ¡Demonios si estoy loco! –Así que mantén tu distancia ¿Entiendes?
-Lo que digas
Dije sonriéndole, no sé porque pero me recordaba tanto a ella, seguramente ya estoy mal muy mal diría yo.
Ella solo me miro molesta aun pero camino como si yo no existiera pero no me importaba la seguí con mi misma sonrisa de bobo, sin saber porque estaba tan feliz, o porque esa calidez que pensé que había perdido de nuevo renacía, o esa hermosa y sincera paz que sentía cuando estaba con ella, regreso, solo sabía que estaba de buen humor ese día.
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Al llegar a la escuela vi a Celeste quien miraba molesta hacia mi dirección como si le hubiera hecho algo, cuando no era así, por dios me la paso miles de metros de distancia de esa loca, al menos eso trato, quiso matarme ¿Qué diablos le pasa?
-Hola Cecile –Dijo acercándose a la pelirroja quien de inmediato se tensó pude notarlo en sus facciones, estaba algo molesta -¿Te importa si me llevo a Arnold?
-¿Por qué debería de importarme?
-Pensé que venían juntos –Dijo sonriendo burlonamente pero había algo en su mirada que no lograba descifrar parecía gozar molestando a la pelirroja
-Por supuesto que no –Dijo la joven molesta mirándole retadoramente
-Oh, qué bien –Se acercó a mí y tuve un mal presentimiento –Arnold cariño quiero que vengas porque te diré algo que es muy secreto e íntimo para mi
Me sonroje no supe porque pero el que estuviera tan cerca de mí y sentir su aliento sobre mi piel me ponía nervioso y a la vez no podía evitar dejar de ver y sentir… ¡Dios!
-Yo…
-Sé que te gusto -¡¿Qué diablos acaba de decir?!
-Que…
-Oye Arnold –Llego Phoebe, que oportuno, lo digo enserio me salvo -¿Vienes conmigo un momento?
-Por supuesto Phoebe –Literal corrí huyendo del lugar, dejando a Celeste y Cecile molestas, una sabia que era por mi rechazo y no seguirle el juego pero la otra ¿Por qué?
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Cecile Wartz
Lo vimos huyendo, literalmente el pobre salió corriendo lo más rápido posible lejos de mi querida hermana, Jajaja fue realmente divertido pero molesto, ¿Quién diablos se cree que es para coquetearle a mi…? Quiero decir a Arnold.
-¿Contenta?
-Anoche me llamo Fabián
-Vaya que novedad –Dije sarcásticamente pues parecían más novios ellos que yo con el
-Está preocupado, será mejor que vuelvas
-¿Le dijiste no?
-Algo así
-¿Sí o no?
-Bueno para que me hago ¿no? Claro que le dije
-Te odio
-Lo lamento era necesario y Fabián no puede viajar en este preciso momento pero vendrá y créeme que no será nada agradable
-¿Por qué lo haces? Esta es una vida horrible
-Mira Helga solo tenemos de dos, o lo haces o te mueres –Celeste se acercó a mí –Dice que pensara en perdonarle la vida a Arnold, si haces algo por el
-¿Algo?
-Necesita algo de dinero –Murmuro Celeste –Ya sabes que aquí hay mucho para donde moverle la mercancía
Me quede helada cuando me dijo eso, la mayoría de las personas que estaban ahí las conocía desde niña algunos fueron mis amigos, no podía hacerles esto ¿o sí?
-No… -Murmure
-Vamos H…digo Cecile, no creo que te sea tan difícil y menos porque yo ya vi que si hay mucha venta –Dijo sonriente
-¡¿Qué?! ¿Acaso estas…estas?
-Si desde que llegue, debía aprovechar
-¿Por qué lo haces? ¿No te cansas?
-No tuve nada, ahora que tengo no lo perderé por nada del mundo y ni tu ni nadie me lo quitara –Dijo enseñándome el arma que tenía –Primera advertencia que te hago Cecile –Dio media vuelta y me dejo hecha un mar de nervios
-Malditos –Murmure llena de ira
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En la salida fui directamente al parque un lugar que no visitaba hace tanto tiempo, realmente necesitaba un tiempo a solas y lo más importante pensar, no podía seguir así y no podía decir nada, Arnold y su familia corría peligro, también mi hermana y mi padre, mi madre estaba en la cárcel y para ser honesta no me importaba después de todo ¿Acaso le importe yo?
Suspire molesta y cansada de tantas cosas que pasaban a mi alrededor hasta que de pronto vi aquella silueta que era de la que más alejada deseaba estar, no porque no quisiera estar a su lado si no porque ahora en mi actual situación, el siquiera tenerme como amiga era una…una amistad peligrosa.
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ARNOLD
La había estado buscando por todos lados cuando me percate que no entro a la última clase, me preocupaba mucho aunque no sabía con exactitud porque, porque digo seamos honestos no te debería de importar una persona que apenas conociste hace unos días ¿Cierto?
Lo extraño era que no me era nada extraña esa joven era como si la conociera pese a que realmente no la conocía.
-¿Estas bien? –Note que desde que me vio pareció ver un fantasma pues se quedó muda y parecía realmente impresionada y nerviosa de que me encontrara exactamente ahí, no sé ni yo mismo como llegue, solo deje que mi sexto sentido me guiara. -¿Cecile?
-Yo…
-¿Si?
-No estoy bien y es mejor que te alejes de mí
-¿Qué?
-No soy una buena compañía
-¿De qué hablas?
-Una amistad tan peligrosa como la mía no te conviene –Observe como bajaba su mirada avergonzada y triste –No quiero que nadie salga herido por mi culpa –Sin poderlo evitar la tome de los hombros y la hale hacia a mí para protegerla, no podía siquiera pensar en que alguien estuviera haciéndole daño, se veía tan frágil, tan sola y dulce, debía protegerla.
Por un momento dejo llevarse por mi abrazo y en cierto modo sentí que lo correspondía pero al momento siguiente trato de separarse lo más suavemente que pudo, note que estaba sonrojada.
-¿Qué diablos te dije sobre mi espacio personal?
-Yo… -Susurre pero sin encontrar una respuesta lógica, observe sus ojos, se veían algo extraños, creo que usaba pupi-lentes ahora que los apreciaba mejor lo note, no parecían sus ojos reales, como mencione se veían extraños pero… ¿Por qué? –Si quiero ser tu amigo ¿Qué pasara? ¿Qué tal si no quiero alejarme? –No sé de donde saque la fuerza para decir esto pero ya estaba hecho
-Arnold…
-¿Entonces?
-Sería algo muy peligroso para ti –Vi que desvió la mirada como tratando de buscar que nadie miraba a la dirección donde estábamos
-¿Por qué?
-Yo sería tu peor decisión y la amistad más peligrosa que tuvieras –Dijo provocando que su voz fría me erizara la piel –De verdad no es conveniente
-Qué bueno que no estoy buscando la amistad solamente -¿Yo dije eso? Ella abrió sus ojos tan hermosos sorprendida de mi declaración y trate de remediarlo –Quiero decir…no una amistad como tú piensas bueno yo…digo tu….la verdad es que eres una persona misteriosa y maravillosa por lo que me he dado cuenta y bueno yo… -De pronto me beso, sin más.
No supe cómo reaccionar al principio pero lentamente ese beso me fue ganando, termine correspondiéndole con todo mi ser, sé que no era Helga pero besaba igual que ella, sé que estoy loco pensando o esperanzado a creer que tal vez solo tal vez fuera mi Helga la que estuviera ahí y no Cecile, pero realmente…realmente no la quería tener lejos de mí por más peligroso que fuera.
A lo lejos una rubia miraba toda la escena molesta y celosa de lo que estaba presenciando.
Tomo el teléfono e inmediatamente contestaron –Tenemos un problema y creo que será mejor que tú lo resuelvas –Dijo tratando de contener su rabia –No entiende ni tampoco el, creo que si no lo resuelves ahora las cosas se saldrán de control y no debemos…si lo sé –Escucho atenta –Si no encuentra a Ginger no podremos quedarnos con la herencia de Helga, debemos encontrara antes que ella y convencerla…. y después comprar la de esa prostituta, sería una gran inversión y un buen lugar para los negocios. –Dijo sonriente la joven
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EL DIARIO DE ARNOLD
FanfictionContinuación del diario de Helga... Después de la agria partida de mi abusadora personal, ya nada es lo mismo aqui en Hillwood, las personas no son las mismas y mi vida tampoco es la misma....nuevas alumnas ingresaron una de ellas tiene un obscuro...