Sonamy "Te Confió Mi Corazón"

"¿solo amigos?"

Caminamos por el resto del parque un buen rato, estaba enojado o molesto quizá, no sé muy bien lo que le pasa pero quiero ayudarle de alguna forma, me detengo y el me suelta sin mirarme.

-sonic-me acerque a el para verle de enfrente sin embargo me evito.

-lo siento, se suponía que debíamos pasarlo bien y te hice ver una escena desagradable-no me miraba solo estaba de espaldas en medio de la multitud.

-tranquilo, al decir verdad, se lo que se siente, no pensemos en eso y vamos a divertirnos y está vez yo pago-tomo su mano y hago que me mire-esta bien no te preocupes después de todo, somos amigo y debemos apoyarnos, vamos-lo lleve a la fila de la casa de terror al menos así lo podré hacer reír un poco, me asusto muy chistoso, así que será fácil.

-bueno, aún así no puedes pagar más Señora, ya está todo pagado-sonrie con su característico ego a flote, pero divertido-¿Segura de querer entrar en la casa de terror?, dijiste que no te gustan ese tipo de cosas.

Sería ridículo decirle que de verdad quiero animarlo por la forma en que me asusto, suelo dar risa en vez de que sientan lástima o que quieran protegerme, pero muy dentro de mi, también quiero... Acercarme más a el y poder sentirlo, suena vergonzoso una vez que me doy cuenta de mis propios pensamientos y ninguna de las dos respuesta parece favorecedor.

-si, estaré bien, además, no creo que suceda algo malo o si?- lo mire a los ojos sonriendo le y a la vez tomaba su mano para ir a la casa de terror.

Caminamos por todo el parque en busca de esa casa y durante el recorrido, pude observar que existen las casas de los espejos, quizá más al rato pasemos, para quitarme el miedo después del recorrido, llegando por fin a la dichosa casa de terror, nos recibió un señor vestido de algo parecido a la parca (la muerte) solo que algo sombrío, de su cráneo podía incluso hacer que brotará sangre de las grietas que tenía, su túnica completamente negra y la Oz que tenía, era gigante, me aterra un poco hasta Sonic solo se aguanto la risa de mi desgracia.

-bien venidos pequeños mortales, dentro de esta casa, descubrirán lo que realmente es el miedo, no se separen de la pared a su derecha, de lo contrario, provocarán que aquel juez tenebroso les tenga apetito a sus almas-su voz provocaba miedo, era peor que oír a Dross o a Break man- pasen y aventure se a conocer el infierno-se hizo aún lado, dejándonos por fin pasar el pasillo era oscuro, apenas y podíamos ver.

Subimos por unas escaleras al final del corredor llegando a una especie de habitación llena de velas negras y el cuarto realmente oscuro, en eso de la nada un señor demaciado alto apareció detrás de una mesa, simulando un tipo de juicio, los acusados, éramos Sonic, yo, tres chicas y un par de chicos más.

-las reglas son simples, no pueden por ningún motivo, quedarse atrás, ni aparterse de las pared a su derecha, sobre todo y lo más importante, manténgase en una sola fila, de lo contrario mis demonios se encargarán de arrastrarlos con ellos al infierno mismo- sonrió de manera macabra a lo que yo solo me asusté, Sonic al ver esto, se río un poco y camino, el era el que guiaría.

Caminamos por el pasillo estrecho poco iluminado por unas lámparas rojas, las paredes parecían tener sangre y tener simulación de cráneos reales, topamos con pared para ir a la otra habitación una totalmente blanca y con algo de cortinas semitransparente, que después más adelante se volvieron semitransparentes con sangre, en eso, encontramos un cuerpo abierto dejando ver sus costillas y claro, aún loco con moto cierra se fue acercándose a nosotros, tome fuerte la camisa de Sonic como una pequeña niña y grite junto con las otras tres chicas, los chicos solo se rieron de nosotras.

-¿y estás bien?-desde hace 15 minutos un loco con moto cierra y unos 50 demonios o locos nos intentaron asustar y vaya que consiguieron ponerme palida-¿Ames?