Capítulo 2: Salvajes

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"¡¿Que demonios esta pasando?!" gritó Marcus desesperadamente mientras se agarraba del inodoro sentado como un niño regañado. 

"¡Te dije que te agarraras!" le respondió Gen mientras reía como si nada estuviera pasando.

De repente algo aún más inesperado sucedió. Como si caer de más de 5000 metros de altura no fuera suficiente, cuál una película de acción, la puerta del baño se desprendió dejando a la vista el oscuro cielo que los rodeaba. Entonces se soltó el techo, el inodoro, la pared izquierda, luego la derecha y así sucesivamente hasta que no hubo nada de lo que agarrarse, de manera que ambos estaban cayendo al vacío. De hecho, para desgracia de Marcus, estaban cayendo al océano. Se puso pálido al ver la gran masa de kilometros y kilometros de agua mientras empezaba a gritar descontroladamente, agitando sus manos como si de verdad le fuera a servir de algo con ambos ojos cerrados al borde de las lágrimas.

Pero, y aquí viene el pero, abrió nuevamente los ojos y se encontró a sí mismo gritando como un demente frente a un pequeño grupo de personas. Estas voltearon a verlo algunos con ojos burlones y otros con ojos críticos, lo cual no le hizo gracia. Después de todo ¡¿Quién demonios pone de entrada a una ciudad un baño de avión en caída libre?!

"¿Estas bien?" le pregunto Gen, que estaba a su lado como si absolutamente nada hubiese sucedido. "Toma" le paso un bote de basura que sacó de su derecha vaya usted a saber de donde. 

"¿Para qué necesito-" no terminó la oración cuando sintió una masa viscosa y probablemente verde escalar por las paredes de su esofago hasta la parte trasera de su lengua. Ya podía saborearlo. En una última inhalación Marcus se dobló y empezó a botar todas las papas con mayonesa y la moca-coca que había comido en el avión. Suerte que no había almorzado como todos los demás.  

"lo se, lo se" empezó Gen a darle palmaditas en la espalda, algo le decía a Marcus que esa no era la primera vez que ella estaba en esa situación. "Ya pasó" ella le pasó un pañuelo que con mucho esfuerzo él agarró.

Después de una última arqueada, y con tos seca Marcus se limpió lo más que pudo, imaginaba que debía oler horrible y verse igualmente.

"Te acostumbraras" aseguró Gen "la mayoría reaccionan igual la primera vez"

"¿La mayoría?" preguntó él

"No todos vomitamos" Gen se encogió de hombros y empezó a caminar jalando su maleta, fue entonces cuando se dió cuenta.

"Gen" gritó "¿Mi equipaje?"

"Detrás de tí" le respondió sin siquiera voltearse y haciendole señas con la mano.

Marcus se dió la vuelta y vió su mochila negra junto a la bolsa que contenía la gabardina café. Las tomó rápidamente, al haber aclarado su mente al fin, y tomó un vistazo de donde estaba. Encima de su cabeza había algo así como una placa de metal, estaba un tanto oxidada pero parecía estar bien enganchada al techo. Debajo de él, un cuadro amarillo que lo rodeaba del mismo tamaño de la placa de metal, almenos eso parecía pintura. Marcus salió del recuadro y dedujo que era allí la entrada a la ciudad. De hecho, lo supo porque a la izquierda de esa *zona de aterrizaje* había otras 5, y al otro lado del pasillo de 40 metros había otras 6. El techo era como el de una cueva, oscura al punto de no poder verse y la única iluminación provenía de antorchas a los lados de cada *zona*.

Al grupo de persona, de las cuales Marcus contó 2 hombre y 3 mujeres, se les unió un hombre más, a lo que todos empezaron a caminar hacia la derecha hacia lo que parecía una pared sin salida alguna. Él decidió seguirlos porque, de alguna forma, había perdido a Gen de vista así que no tenía ni la más mínima y remota idea de en donde estaba o qué debía hacer. Al fondo del pasillo, vio como el grupito se internó en lo que parecía un túnel oculto por el color negro de las paredes. Los arremedó y entró por el túnel que desembocaba en un camino destapado al aire libre sobre lo que parecía una montaña. Ádemas esta tenía lo que a su parecer era, la vista más hipnotizante que algún ser humano podría llegar a observar en su vida.

Otra Historia Sobre Magos (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora