-BASTA – Gritó llorando.
Mi garganta está seca, estoy echa un ovillo desde el rincón más oscuro de mi sótano. Las voces no se callan, quieren que tenga más marcas en mis muñecas, pero ya no hay espacio.
Tengo miedo de bajar a mi habitación, Mark debe de estar borracho mirando la televisión. Mark comenzó a golpearme hace tres años, desde que su hijo Toby muriera atropellado. No pudo con la depresión, renuncio a su trabajo, y ahora depende de mí. Mi trabajo es en la farmacia "Medicina y +", tengo seis años trabajando para Laura, mi jefa.
-NO, MARK – Gritó mientras soy arrastrada a mi habitación.
- ¿QUÉ DIJISTE, PERRA? – Dijo mientras sujetaba mi cabello y lo jalaba bruscamente.
-Nada... – Dije débilmente.
Mark me cargo como si fuera un costal de papas y me tiro con fuerza hacia la cama. Esto siempre pasa cuando encuentra mi escondite, aunque siempre es el sótano, me brinda paz.
-ERES MÍA, G-R-A-B-A-T-E-L-O – Dijo mientras desgarraba mi blusa sin piedad.
-por favor... – Y más lágrimas empapan mis mejillas.
-CALLATE – Grita y con su mano golpea mi mejilla derecha.
Se quita su camiseta y admiro su abdomen, está muy bien formado y tiene pequeñas cicatrices. Me besa repetidamente el cuello hasta el punto de dejarlo húmedo, es repugnante, me siento usada y humillada.
Mark y yo siempre habíamos tenido una buena comunicación, éramos muy unidos, teníamos una relación de diez años, no estábamos casados, pero así concebimos a nuestro hijo.
-aah... – Se escapa de mi boca, y Mark solo gruñe más.
- ¿TE GUSTA, ZORRA? –Dice mientras termina de bajarme el pantalón con las bragas.
NO, LO ODIO, NO ME TOQUES MALDITO HIJO DE PUTA – pensé.
-si... – Dije despacio, ya que si lo contradigo recibiré una ronda de golpes.
-MAS TE VALE – Y entra en mi con una fuerza descomunal.
-MARK – Gritó, esto duele a horrores, quiero que acabe, no soporto esto.
-NO GRITES – Y me abofetea duro.
Mis mejillas sienten un picor horrible, sé que ya tengo la marca de su mano. No tengo la menor idea de porque la obsesión conmigo, estoy llena de marcas, mi peso es más bajo de lo normal hasta el punto de que mis costillas se notan.
Mark acaba felizmente y se tumba aun lado de mí, mientras yo voy al baño, pongo el pestillo y me deslizo por la puerta llorando en silencio, como todos los PUTOS días de mi vida.
Que nos pasó, Mark.
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¿Y en donde están mis alas?
Mystery / ThrillerDesde nuestra vida perfecta hasta la tragedia. Una historia que no esta basada en hechos reales, pero que a varias personas les pudo haber sucedido. Mark de un hombre cariñoso y amable, solo queda un alcohólico y mal oliente pedazo de basura.