¿Y en donde están mis alas?

Capitulo 2

Necesitó una ducha de inmediato, quiero quitarme el olor de Mark. Miró mis marcas y una lágrima solitaria resbala por mi mejilla adolorida. Amo a Mark, me enamoré de un chico romántico, dulce y cariñoso. Yo sé que esa persona aún está en lo más profundo de su ser.

Abro la llave de agua helada e ingresó en ella, paso el jabón por todo mi cuerpo y en algunas partes me duele. Me siento relajada, aunque cuando acabe sé que tendré que ir a cocinarle algo a Mark, así que rápidamente termino de enjuagarme el cabello y cierro la llave. Me envuelvo en una toalla y me golpeo mentalmente por no traer ropa conmigo. Salgó y asomó mi cabeza para ver si esta Mark, pero no lo veo por ningún lado y eso me relaja -tengo suerte- pensé.

Camino hasta mi armario y abro el cajón de mis pijamas, sacó uno de gatitos que me regalo mi madre antes de que muriera. Extraño tanto su presencia, en serio que me hace falta.

Borro el recuerdo de mi madre y termino de vestirme, tendré que buscar a Mark –¿Dónde mierda se metió? – pensé. Me dirigí a la sala y la televisión esta apagada, - ¿Se habrá ido? - tendré que llamarlo, aunque se enfurezca.

- ¿Mark? – Dije al altavoz.

- ¿Qué mierda quieres? – Dijo susurrando.

- ¿Dónde estás? – Preguntó, mordiéndome las uñas.

-No te metas en mis asuntos.

Y cuelga mi llamada, -por lo menos estaré sola unas horas- pensé. Voy hacia la cocina y me preparo un Sándwich de jamón y queso, y jugo de naranja. Mientras mastico pienso - ¿Y dónde está el héroe que me rescata de mi abusador? – pensé.

Todo y cada uno de los "héroes" son historias juveniles, esto es un verdadero infierno, he leído tantas novelas y quisiera estar en su lugar transportarme y nunca volver. Ojalá fuera un poco más fuerte y valiente para enfrentarme a Mark.

Mañana iré a visitar a Marilyn mi mejor amiga, la cual ella me apoya en esta relación, ella me dice que no lo deje porque será peor y confió en mi amiga. Sé que pensaran que es una locura quedarme más tiempo con Mark, pero no saben lo difícil y enamorada que estoy de él. En cambio, mi amigo José me dice que escape con él, que seremos felices juntos y que nunca me faltara algo, pero no puedo dejar a Mark, no puedo.

Mi tono de llamada suena:

-Hola – Digo mientras tomo un sorbo de jugo.

-Hola Becca, ¿Cómo estás? – Dice José con un gran ánimo, y justamente estaba hablando de él, que ironía.

-Lo de siempre, ¿Y tú? ¿Por qué tan alegre? – Digo fingiendo estar feliz.

- ¿Te golpeo? – Dice en monótono.

-No – Y cuando respondo el solo suspira.

-Becca, deberíamos salir mañana a tomar un café, ¿Qué te parece? – Dice cambiando el tema.

-Voy a ir a casa de Marilyn, ¿Por qué no vas a su casa? – Digo haciendo que él solo gruña.

-Sabes que ella y yo quedamos mal, después de nuestra relación – Dice de malhumor.

-Podrían ser amigos, en serio, extraño las salidas de los tres, necesito que hagas un esfuerzo – Digo algo afectada por su situación.

-Está bien, ¿A qué hora? – Dice, y sé que está rodando los ojos.

-No me ruedes los ojos señorito – Digo como si estuviera enojada.

Sólo escucho su risa de fondo y hace que instantáneamente sonría.

-A las diez de la mañana en casa de Marilyn – Digo sonriendo.

-Está bien, enana – Dice riendo.

-Gracias, José, te espero, Buenas noches – Y con eso cuelgo la llamada.

Recojo los platos que utilicé y me dirigí al sillón para encender la televisión y antes de hacerlo escuchó el carro de Mark, y apago el televisor y corro a mi habitación para hacerme la dormida. Me meto en las sabanas y cierro los ojos y rezo para que se lo crea.

Escucho como la puerta se abre y se cierra cuidadosamente, espera ¿Cuidadosamente? Siempre la azota, y comienza a maldecir.

Sus pisadas cada vez están más cerca y mis vellos se erizan, sé que está adentro cuando alcanzo a oler su esencia.

-Lo siento tanto, princesa – Dice mientras se quita los zapatos.

No puedo creer esto, no lo puedo creer, ¿Princesa? Este nos es Mark, ¿Dónde está el chico agresivo que tanto odio?

-Buenas noches, que sueñes dulce – Dice mientras besa mi cabeza y se duerme profundamente.

¿Qué mierda fue eso? No entiendo nada, Mark, siendo cariñoso y dulce conmigo, no puedo creerlo. Muy en el fondo yo sabía que Mark cambiaría. Pero no cantemos victoria, aún no sé si lo hizo mientras estaba drogado o bajo alguna sustancia toxica.

Que nos pasó, Mark.