Capitulo 11

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Estaba buscando mi ropa para bañarme y pensando aun en la muerte de Toby, ¿Por qué diablos Dios tuvo que hacerme algo tan doloroso? No lo sé, pero espero que nos mantenga unidos a mí y a Mark.

Ingresó en la ducha y comienzo a desvestirme, mientras las lágrimas resbalan por mis mejillas. Toby, siempre será lo mejor que me ha pasado en esta vida, siempre.

Mientras me enjabono el cuerpo, escuchó un portazo en la puerta principal, ¿Será Mark? ¿Por qué está tan alterado?

-Mark – Gritó desde la ducha.

-¿Dónde estás Becca? ¿AHORA TÚ TAMBIÉN TE VAS A IR? – Me recrimina.

Decido terminar mi ducha y cambiarme en el baño porque creo que él no dejará que lo haga. ¿Qué o quién rayos pondría de esa manera a Mark?

Salgo del baño y me dirijo a la cocina, veo a Mark de espaldas a mí, intentando acabarse una botella de Ron:

-¿Dónde estabas? – Preguntó.

-¿Y A TI QUE MÁS TE DA? – Me grita Mark.

-¿Puedes calmarte, por favor? – Le digo.

-¿CALMARME? ¿CÓMO MIERDA QUIERES QUE ME CALME? TOBY MURIÓ, ENTIENDE TOBY MURIÓ – Me grita justamente en mi cara.

-YA SÉ QUE TOBY MURIÓ, NO NECESITAS RECORDARMELO, ÉL TAMBIÉN ERA MI HIJO, Y ME SIENTO IGUAL O PEOR QUE TÚ – E instantáneamente enfurezco.

-CLARO QUE NO SIENTES NI SIQUIERA UNA PIZCA DE REMORDIMEINTO, TÚ LO MATASTE – Me apunta acusadoramente.

-¿QUÉ? ¿A QUE VIENE TU ESTÚPIDA ACUSACIÓN? YO NO MATE A MI PROPIO HIJO – Le respondo llorando.

-NO VENGAS A LLORAR COMO MAGDALENA DESPUÉS DE MATAR A NUESTRO HIJO. ERES LA PEOR MADRE QUE HE CONOCIDO EN MI VIDA – Y lo dice llevándose a la boca su botella de Ron.

-Cálmate, podemos arreglar esto sin gritarnos. Toby nos amaba a los dos y nosotros lo amábamos a él, no le gustaría vernos pelear – Le digo mientras le acaricio la mejilla.

NO ME TOQUES, IMBECIL! JAMÁS VUELVAS HACERLO, ME DAS ASCO – Me grita Mark de nuevo.

TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE.

Esas palabras jamás se borrarán de mi mente, Mark acaba de lastimarme con palabras demasiado fuertes para mí. Destrozo mi corazón con esa simple acusación.

Despierto de golpe, sudando y respirando agitadamente -Tú lo mataste – Me recuerda mi conciencia. Basta, no necesito deprimirme y estar siempre recordando eso que tanto me lastima.

Observó el reloj de mi habitación y son sólo las cuatro de la mañana, y es mejor que me despierta que no podré dormir, y necesito levantarme en una hora, mejor ingresó a la ducha.

Salgo al patio de mi casa e intentó encender el calentador de agua, pero no funciono, intentó, intentó, hasta que por fin enciende. Mientras el agua se calienta, yo acomodo lo poco que tengo y saco la ropa que me pondré hoy.

Después de una hora de una buena ducha decido salir y cambiarme, para desayunar tranquilamente. Revisó mi refrigerador y las únicas cosas que tengo es un jamón podrido, queso en buenas condiciones, un poco de leche, mayonesa y poco pan.

Me pongo a pensar que el día de mi descanso me dirigiré al súper cerca de casa, para comprar un poco de cosas para desayunarme, ya que nunca como aquí, ni ceno todo lo hago en el trabajo.

¿Y en donde están mis alas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora