Capítulo 4

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CHACE EN MULTIMEDIA

Después de cambiarme salgo de mi habitación para irme al comedor.

Son las dos, así que me siento junto a Chace y los Roland a la mesa para comer.

-Que aproveche. -digo yo un poco tímida por lo sucedido antes.

-Gracias, igualmente. -responden todos al unísono.

Cuando terminamos de comer me voy a mi habitación.

Me encierro en ella y cierro la puerta con llave, Me pongo a escuchar música desde mi portátil con mis audífonos.

Pero soy interrumpida por unos golpes en la puerta.

-¿Quién es? -pregunto.

-Luck, ¿puedo pasar? -pregunta este.

Me lo pienso unos segundos y finalmente accedo.

-Ajá.

Me levanto y abro la puerta. Él se adentra en la habitación y con su mirada la escanra toda, incluso a mi.

-¿Qué quieres? -digo yo sin más rodeos. Si está aquí es por algo, ¿no?

-Nada. Hablar supongo. -se tira en la cama y yo me recuesto a su lado.

Me giro de espaldas a él. Prendo el botón del portátil y continúo escuchando música.

Siento una respiración en cerca de mi cuello y me giro al instante para propinarle una bofetada a Luck. Pero él es más rápido y coge mi mano inmobilizandome.

Se pone emcima mío sujetando mis muñecas y con las piernas a cada lado de mi cuerpo.

Se acerca a mi boca y yo giro la cara retorciéndome para salir de su agarre.

-Para imbécil. Suéltame. ¿Qué haces? -le digo.

-No te soltaré si no me dices que soy el mejor. -dice divertido.

-Jamás. -digo y al instante empieza a hacerme cosquillas.

Me río sin parar suplicándole que pare.

Cuando pasa un rato para de hacerme cosquillas y se levanta para salir de mi habitación.

-Me debes una, no lo jas dicho. -Me giña un ojo- Por cierto, bonitos pechos. -dice antes de salir.

Dirijo mi mirada a mis senos y veo que se me a corrido la camiseta haciendo que se me vea todo el sostén.

Puto pervertido.

Con la tontería ya son las cinco. Debería ir a comprar las cosas para la pijama party.

Por cosas me refiero a alcohol.

Me cambio la ropa, optándome por unos shorts tiro alto negros y un top blanco.

Salgo de mi habitación, no sin antes coger mi móbil y las llaves de casa y bajo al comedor.

-Oye -le digo a mi hermano que está con los Roland en el sofá. -Me voy a comprar cosas para esta noche. Ahora vendré.

-Te acompañamos. -dice él.

Así que una vez listos salimos de casa para ir al centro comercial.

Cogemos el auto de Chace y yo me siento delante con él. Pongo música y arranca el auto.

Una vez llegamos nos vamos directo a la sección de bebidas.

Aver, hoy es viernes y por embriagarse no pasa nada.

Compramos ron, wisky y cerveza, suficiente.

Como sé que seguramente vamos a salir de fiesta, decido ir por un vestido.

Los chicos me acompañan a la tienda.

Yo elijo un vestido negro por la mitad de mis muslos ajustado al cuerpo.

Entro al vestidor para probarmelo. Una vez que lo tengo puesto salgo y pido opinión.

Veo a mi hermano que me sonríe y a los Roland babeando.

-¿Qué os parece? -digo.

-Estás preciosa. -dice mi hermano.

-Y muy buena - añade Alec.

Mi hermano le da una colleja.

-Es mi hermana imbécil.

Luck me mira con cara de pervertido. Doy una vuelta subre mi lugar y digo:

-Pues decidido, me lo quedo. -excalmo emocionada.

Me desvisto en el probador y una vez vestida con mi ropa normal me dirijo a la caja para pagar el vestido.

Como ya hemos terminado nos volvemos para casa.

(...)

Ya estoy vestida con mi pijama, que consiste en unos pantalones demasiado cortos con los cuales se puede ver mi culo un poco, y un jersei con un gatito en medio.

Al final los chicos deciden quedarse y formar parte de la pijamada.

Son las ocho menos diez, por lo que las chicas deben estar a punto de llegar.

Como tendrán hambre decido pedir pizza.

Me espero abajo en el comedor.

He avisado a las chicas para que se traigan ropa para después. Ellas han accedido emocionadas.

Así que después de jugar a verdad o reto, o a yo nunca he, iremos a una discoteca cercana.

Suena el timbre y yo abro encontrándome con las tres locas.

Las cuatro empezamos a hacer saltitos mientras gritamos de emoción.

Será una gran noche llena de diversión.

Dos Playboys, Una AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora