Alice es una chica de diecisiete años que vive junto a su hermano Chace en un departamento.
Va en la escuela Philips, donde la popularidad se basa en las porristas y en el equipo de fútbol américano.
Ella no quiere ser popular, sino pasar desaperci...
Me levanto como cualquier día, es decir, sin ganas de nada. Me lavo los dientes y cepillo mi cabello que parece una bola de pelos.
Ya han pasado unos días des de la pelea y todo ha vuelto a la normalidad, pero ahora el ambiente con los Roland es un poco tenso. Ninguno de los tres sabemos como reaccionar cuando nos encontramos. He hablado con mis amigas de los sucedido y les he pedido opinión, ellas me han dicho que elija mi corazón. Pero mi estúpido corazón solo late y no me susurra nada.
Voy abajo a desayunar. Cuando entro en el comedor hay demasiado silencio, y mi hermano aún no está despierto. Es sábado y normalmente él se despierta pronto, que extraño. Me dirijo a la cocina y cuando entro me sobresalto al escuchar los gritos de mis mejores amigos.
-¡¡Felicidades Alice!! -gritan todos al unísono. Por Dios es mi cumpleaños, lo había olvidado con el jaleo de los Roland.
Se encuentran todos los locos plantados en medio de la mesa de la cocina. Oliver también ha venido cosa que me alegra. Voy saludando de uno en uno y dando las gracias hasta que llego a Alec y a Luck. Les sonrío sin saber como saludar hasta que veo que Alec se acerca para darme dos besos en la mejilla, al igual que Luck.
Aún no he decidido nada, por lo que creo que voy a dejar que los dos hagan su vida. No me gustaría escoger a uno y sobretodo, no podría soportar tener que dañar a uno de ellos.
-Hemos organizado una fiesta en tu casa esta noche. Vendrá casi todo el instituto. Haremos karaoke, baile, rey y reina, entrega de regalos, parlamentos y juegos divertidísimos. -aplaude una emocionada Beca.
-Wow, muchísimas gracias chicos, no me esperaba nada de todo esto. -digo asombrada.
-Es lo mínimo que podíamos hacer después de lo ocurrido. -me dice un arrepentido Alec. Sonrío para aligerar el ambiente.
-Tengo hambre. -les digo.
-Perfecto porque hoy te hemos preparado un desayuno especial. Tarta de cumpleaños de nutella. -Oh por Dios, ¿acabo de escuchar bien? ¡¡Nutella!!
-¿Nutella? -me relamo los labios con deseo.
Todos asienten y yo les pido que traigan mi pastel. Cuando lo veo se me hace la boca agua.
Sin duda este será uno de mis mejores cumpleaños.
(...)
Ya están todos los preparativos listos para la fiesta. Yo no he hecho nada porque no me han dejado, así que he estado toda la tarde de compras con las chicas. Me han escogido un vestido precioso, me han maquillado y por primera vez en siglos, me han obligado a ponerme tacones.
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Voy abajo porque la gente está empezando a venir y abro la puerta a los invitados. Los chicos del equipo de fútbol americano incluido Parker me miran asombrados.
