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Con rostro aburrido observó cómo la gente corría de un lado a otro por el famoso baile, su madre había llegado hace unas horas y lo único que hacía era dar órdenes sentada en una de las sillas de madera finas que habían en la habitación. Su vestido de color lila relucía entre los pisos blancos del lugar. Una mujer se acercó a ella con una muestra de los platos que iban a servirse, su madre tomo uno de los miles de cubiertos que existían y probo cada uno criticando que no estaban perfectos. Mika giro sus ojos en secreto y volvió a la cocina donde todo el personal se esforzaba por cumplir sus caprichos.

En realidad no le interesaba tal evento, su cabeza estaba llena de las palabras sabías que su esposo le había dicho en el estudio ayer, si, estaba enojado de que a veces fuera tan esquivo con sus emociones pero aun así seguía queriéndolo. De igual forma el tiempo se agotaba, discutir mientras él se iba seria desperdiciar la oportunidad de crear recuerdos felices, porque cuando se marchara seria lo único que tendría hasta cuando el gran duque Kim Jong Woon regresara de tan extenso viaje. Aun cuando ya debía haberse acostumbrado seguía entristeciéndole que tuvieran que separase, contar los segundos, minutos, días y hasta meses a veces solo lo hundían en una profunda tristeza en ocasiones se desesperaba hasta el punto de salir a altas horas de la noche para buscarlo, para saber si ya estaba cerca. Cuando Jong Woon se enteraba de tales cosas lograba enojarse y reprocharle por tan mal comportamiento, Ryeo no veía nada de malo en buscar a la persona que quería, pero claro todo lo que hiciera jamás llenaría las expectativas de nadie ni siquiera de su esposo.

Con un suspiro de resignación dejo el libro de música que estaba leyendo, su madre lo llamaba de manera exagerada como si no estuviera en la misma casa.

- Dime madre

- ¿Dónde estabas metido?-hizo el típico gesto de indignación que el pequeño ya conocía-eres el esposo del duque, tú debes planificar los eventos, además ¿Por qué no te has cambiado?

- No le veo problema a seguir usando este traje mama

- La gente va a pensar que tu esposo no te satisface en nada, ¿Qué no has notado que siempre llevas la misma colección en cada baile?-movió su cabello dramáticamente-puedes tener a los mejores modistas y aun así sigues siendo el mismo niño conformista que no disfruta de su posición social

- Eso sería gastar dinero innecesariamente-levanto los hombros-los bailes son cada cierta cantidad de tiempo, ¿Qué hay de malo con este color?, cuando llegaste dijiste que me sentaba bien

- Pero no pensé que fueras a presentarte así en tu evento, a veces pienso que no eres hijo mío- Ryeowook estuvo de acuerdo con esa conclusión, eran totalmente diferentes-al final vas a aburrir a tu esposo y buscara alguien mejor que si piense en los modales.

Aquellas palabras lo hirieron, Jong Woon no era tan superficial. Si tenía que cuidar su imagen ya que era un personaje reconocido pero el nunca le había exigido que cambiara la persona que era.

Al menos eso era lo que creía

Realmente ¿Jong Woon dudaría de sus capacidades siempre que asistían a un evento?, alisó su chaqueta y decidió subir hasta sus aposentos, los pisos deslumbraban tanto como si fueran piezas de cristal, apostaba que su madre los había hecho lustrar miles de veces hasta obtener el resultado deseado.

"al final si continuas con esos caprichos Jong Woon buscara alguien mejor"

Con esas palabras crueles en su cabeza decidió buscar otro traje, odiaba los pensamientos de la mujer y había olvidado que casi todo el mundo pensaba igual a ella. Eso le hizo reflexionar en las miles de críticas que habría recibido en eventos anteriores, Jong Woon nunca decía nada, se preguntaba si esa era la razón por la que sonreía con todo joven carismático y hormonal que se le atravesara.

Te Elijo A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora