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Se sentía muy enojado de haber dejado a Ryeowook solo con ese hombre, sin embargo no podía oponerse a lo que este le pidiera, no estaba en posición de exigir nada cuando era su culpa haber causado todo esto. Nunca dudo que su esposo era dulce, bastante simpático y sobretodo una buena persona, bastaban esos tres detalles para que una persona que se diera la oportunidad de conocerlo y se enamorara perdidamente de él. Pero Jong Woon nunca tuvo que preocuparse de los pretendiente que conseguía su esposo porque Ryeowook solo tenía ojos para él, no obstante ahora las cosas eran muy diferentes y no podía negar que le asustaba el simple hecho de que un día Ryeowook decidiera borrarlo de su vida para siempre ¿Qué haría él en caso de que eso sucediera?, seguramente él no podría con algo así, si Ryeowook no estaba en su vida no valdría nada. Pudo comprobar ese hecho hace cinco años, quiso que el pequeño estuviese allí en esos momentos difíciles cuando intento hacer justicia pero no pudo ser así y en cambio necesito de casi dos años para lograr que todos los hombres que lo ultrajaron, lo golpearon y lo encerraron pagaran por sus delitos. Todo aquello le había costado lo más valioso que tenía en la vida, perder a Ryeowook y ver su indiferencia era suficiente castigo, habían pasado solo unos días desde su regreso y podía deducir que no sería nada fácil recuperarlo porque a pesar de haber hecho el amor pudo sentirlo distante, pensativo de estar haciendo lo correcto y eso basto para decirle que las cosas no serían tan fáciles como él lo pensaba, todo lo contrario, la barrera que Ryeowook había impuesto a los sentimientos que algún día tuvo por él era demasiado difícil de derrumbar y el duque Jong Woon era consciente de eso por ello le preocupaba que Henry Lau insistiera tanto, si era cierto que fue el único apoyo de Ryeowook en su ausencia entonces el hombre era más peligroso de lo que imaginaba.

Claro que eso lo complicaba todo, Jong Woon se sentía molesto solo con recordar su nombre, de haber llegado unos minutos más tarde estaba seguro de que el imbécil hubiese acorralado a Ryeowook hasta conseguir lo que deseaba. Pero estaba muy equivocado si creía que él se iba a rendir tan fácil, Ryeowook no aseguro haber dejado de amarlo y él se aferraría a esa pequeña esperanza para luchar por su pequeño hasta conseguir el perdón.

Todo era demasiado complicado ahora, debía ir poco a poco para que Ryeowook comenzara a ceder, lo único que no le permitía rendirse era aquella mirada llena de amor que Wook aún no había podido esconder, el brillo estaba allí como estaba presente días antes de su partida.

Fue un completo idiota pero ahora no podía pensar en lo que hubiese sido si... solo podía pensar en su presente y en cómo arreglar toda la situación.

- Bienvenido a casa señor-Jingyoung se inclinó levemente y espero a que Jong Woon entrara con la niña dormida en sus brazos

- Gracias Jin, ¿puedo decirle así no?

- Claro, no hay ningún inconveniente- formo una leve sonrisa- ¿quiere que le prepare la cena?

- No tengo hambre, iré a dejar a Sung Hye en su habitación

- Está bien, cualquier cosa que necesite no dude en llamarme

- Lo haré, puede retirarse

- Si señor

Llevo a la pequeña hasta a habitación y la acobijo con una sábana de seda, ella solo hizo un ruido antes de volver a caer dormida. Supuso que para Ryeowook debió ser difícil criar a la pequeña con tantos problemas encima, no dudaba que el incendio de la mansión había sido un atentado de los hombres peligrosos que le hicieron la vida imposible, lo peor de todo es que aún quedaba uno libre y Jong Woon se sentía incómodo de solo pensar que el hombre regresara para vengarse.

Te Elijo A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora