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Jong Woon suspiró mientras se sentaba en la caja de madera añeja que yacía en el suelo de aquel lugar, estaba tan cansado de implorar libertad, había jurado no decir nada de lo que estaban haciendo si lo dejaban volver pero aun así los hombres que estaban en aquel circulo de estafadores se negaban a creerle. Si tan solo no hubiese sido tan egoísta con las personas que quisieron ayudarle, él pensó que así dejaría a Ryeowook seguro y sin preocupaciones pero era consciente de que el tiempo seguía pasando, no tenía con exactitud la cuenta de cuanto había trascurrido allí, tal vez unos tres años.

Apostaba a que su pequeño ya se había olvidado de él, es decir todo el tiempo que había desaparecido debió dar lugar a conclusiones dolorosas y él no quería perderlo, no sabría cómo vivir sin Ryeowook.

Pero era su culpa, era su culpa haber sido tan egoísta, por pensar solo en él, en la imagen como duque de Seúl, no midió las consecuencias de sus secretos y ahora lo había perdido todo.

Su vida se trataba de un continuo circulo de reflexiones donde se daba golpes a si mismo por no haber pensado bien las cosas, pero él nunca espero ser traicionado y señalado como el ladrón del dinero que daba la gente para las obras de la sociedad. Probablemente los otros hombres estuvieran pudriéndose en el dinero de inocentes mientras lo inculpaban de cualquier desgracia.

Jong Woon solo pedía justicia, solo eso, él era un buen hombre y lo único que deseaba era ver a Ryeowook, al menos una última vez.

Ryeowook tal vez lo odiaba y él no podía hacer nada más que quedarse callado.

Ambos eran víctimas de aquella desgracia, después de actuar así solo por evitar hacerle daño lo único que hizo fue arruinar la estabilidad de su matrimonio.

El amor podía perderse con el tiempo, Ryeowook podía ya haberlo olvidado.

Dejo de escribir la carta, todos los días hacia una con el nombre de su pequeño y cuando la doblaba la dejaba en un montón recogido con ligas.

Era así como se daba cuenta de que no fueron meses los que pasaron, sino años.

No era débil llorar ¿Qué imagen cuidaría ahora? ¿Qué valía la pena?

Todo era un caos, Jong Woon se sumergió en un llanto silencioso mientras revivían los recuerdos más apreciados que tenía con Ryeowook, él lo amaba tanto y no valoro eso cuando pensó en una despedida.

Él no lo merecía, por más que doliera reconocerlo esa era la verdad

- Duque Kim-escuchó un sonido detrás de la puerta que nunca se abría, si no fuera de metal forjado hace muchos meses hubiese huido, pero sus intentos se fueron a la borda cada día y finalmente se rindió

- No quiero comer sobras, gracias

- Ellos se han ido, vine a ayudarle

- ¿Por qué haría algo como eso?-se acercó-pueden cortarle la cabeza

- Ese es mi trabajo, solo esperaba la oportunidad

- ¿Quién es usted?

- Un conocido de su hermano mi señor

- ¿Mi hermano?

- Kim Taehyung

- Tae ¿Cómo sabría el que estaba encerrado?

- Seúl no es lo mismo que usted conoció, han pasado algunas cosas extrañas-indico el joven-su hermano ha descubierto la respuesta de demasiados acertijos

Te Elijo A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora