14

561 55 1
                                    

Jong Woon termino de desvestirse y el no pudo contener el gemido que salió de sus labios al ver el cuerpo tonificado y perfecto de su esposo, Ryeowook tenía que detenerlo, no podía entregarse a él con todo el daño que le hizo, una noche de pasión no superaría cinco años de ausencia. Aun así se encontró deseándolo, su propio deseo contenido por todo ese largo tiempo, porque nunca permitió que otro hombre lo besara siquiera debido a que quería conservar la sensación que sentía al ser acariciado y besado por el hombre que tanto amaba.

Y ni en sus más remotos sueños pudo imaginar algo tan real como lo que estaba viendo en ese instante, todo su cuerpo volvió a sentir aquellas sensaciones que murieron con el pasar de los años, maldijo para sí mismo por seguir anhelándolo como si nunca se hubiese ido.

- No quiero hacer esto, por favor-suplicó sin desprender la mirada de Jong Woon

- Si quieres, no te engañes a ti mismo

- Esto no está bien

- Está bien, estamos casados

- No, no está bien, tú me hiciste mucho daño y no puedo perdonarte

- Te volveré a enamorar, me volveré a ganar tu corazón y serás mi pequeño

- Ya no puedo ser el Ryeowook del pasado

- Lo sé, pero dame la oportunidad de remediar mis errores

- Acostarnos no solucionara nada

- No, pero será prueba suficiente para mí

- ¿Una prueba?-preguntó

- Para asegurarme que todavía me deseas tanto como yo te deseo a ti

- Debiste tener un amante durante este tiempo

- No lo tuve

- Mentira

- No lo tuve Ryeowook-volvió a levantarlo en sus brazos, el pequeño casi pierde la razón al sentir la piel del mayor junto a la suya, separada por la tela ligera de sus prendas que no durarían mucho en desaparecer si no lo detenía en ese momento

- Imposible

- Espero que tú tampoco hayas tenido ninguno

- No tienes derecho a exigir nada, tú fuiste el que me abandonó

- ¿quiere decir que si estuviste con otro hombre?

- ¿no me escuchaste en la sala?, nunca pasaría tal cosa

- Me gusta esa respuesta

Se inclinó y volvió a besarlo porque aquella mirada de deseo seguía allí a pesar de todo y no podía sentirse más feliz de que así fuera. Quería arreglar las cosas, él había sido un completo idiota y lo sabía y también hubiese querido darle el espacio que necesitaba para que pudiese pensar, pero la aparición de Henry lo había alarmado, el deseaba a Ryeowook y no iba a permitir que lograra lo que se proponía.

Ryeowook era suyo, la ley lo proclamaba su esposo y su cuerpo solo le pertenecía a él.

El beso se hizo más intenso, la respiración de ambos estaba agitada, Jong Woon se aseguró de haber cerrado bien la puerta para que nadie interrumpiera aquel instante, sus manos descendieron hasta el primer botón de la camisa de seda que llevaba el castaño, dejo caer la prenda al suelo sin dejar de besarlo en ni un solo segundo porque eso sería darle tiempo para que volviera a vacilar.

La piel pálida contrastaba con la suya, eran el uno para el otro y necesitaba que Ryeowook también lo viera así, sus labios descendieron por el cuello del menor hasta llegar al torso, atrapo uno de los pezones en su boca y lo succiono sintiéndose satisfecho con el grito del pequeño.

Te Elijo A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora