Sk8ter boi

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Hola, ahora con un capítulo nuevo, debido a que el reto está por terminar.

Que lo disfruten.

Capítulo 11: Sk8ter boi

"Él era un chico, ella era una chica"

Al regresar solo a Berk, debo decir que me sentí deprimido, así que al llegar al aeropuerto lo primero que hice fue pasar a la fosa del dragón que mejor manera de calmar un mal de amores que con un trago, aunque me estuviera muriendo del cansancio por el viaje tan largo.

Está bien, sé que no es correcto hacer eso, pero compréndanme estaba deprimido. En fin.

Al llegar al lugar estaba Heather y Alvin atendiendo la barra, no habían contratado a nadie más después de la salida de Astrid, parece que el tacaño no quería, prefería atender él mismo a los clientes.

Esperaba que Heather me atendiera, así podría atosigarla para preguntarle cosas de Astrid, pero ya saben, los dioses me odian y el que me atendió fue el mismísimo Alvin.

.

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—Buenas noches Sr. Haddock, hace mucho que no lo veía por este rumbo.

—Sí, creo que desde que despediste a Astrid. —Le digo con mirada seria.

El finge demencia senil y limpia con avidez el vaso de cristal que tiene entre sus grandes manos.

—En fin...sírveme algo que me haga olvidar.

— ¿Mal de amores? —Pregunta Alvin con curiosidad. — ¿Ya no está con la señorita Astrid?

No respondo, sólo asiento con la cabeza, él era de las únicas personas que sabía de mi relación con ella, además de Heather.

—Bueno, supongo que ahora con tanta fama. —Dice Alvin ilusionado, me da un poco de tequila que sirve en un caballito. —La casa invita.

—Gracias. —Respondo ante aquella amabilidad y solidaridad masculina. —Alvin...

El hombre me presta atención, tiene una mirada de curiosidad muy difícil de explicar.

— ¿Por qué despediste a Astrid?

Resopla y sigue limpiando otro vaso. —Era muy buena empleada, pero empezó a faltar demasiado... creo que en parte debido a ti. —Me apunta con el vaso. —Necesitaba a alguien que estuviera al 100% no más y tampoco menos.

—Entiendo... es que...—Me siento frustrado. —Ella es tan reservada.

—Sr. Haddock, las mujeres son complicadas, nos faltaría vida para tratar de entenderlas y como dicen:moriríamos en el intento.

—Y los hombres supongo que son idiotas por naturaleza. —Tomo el tequila de un solo sorbo.

—Algo he escuchado de eso. —Dice Alvin. —Yo no lo creo... pero eso dicen.

Me rio, no puedo creer que hablar con Alvin realmente me esté relajando. Me sirve otro trago de nuevo invitándomelo.

—Ella era muy extraña, reservada como dice, muy buena trabajadora... creo que son de las personas que quieren hacer todo por su cuenta, orgullosa en pocas palabras.

—Eso sí. —No difiero con su opinión.

—Pero no podemos vivir sin las mujeres. —Suspira enamorado. En eso también le doy la razón.

—Bueno... me pidió tiempo, eso no quiere decir que no tenga alguna posibilidad... ¿cierto?

—Creo que sí, más al ver la dedicación y el tiempo que siempre le daba a usted, la manera en que salió corriendo aquella noche en que su señor padre falleció...¡pfff! Eso es amor.

Sé tu mismo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora