Anything but ordinary

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Capítulo 5: Anything but ordinary.

Lo que sea menos ordinario.

Nuevamente logré escabullirme de mi madre y que mejor lugar para esconderme que el que elegí, nadie me encontrará aquí, de eso estoy seguro. Pero ya deben de estar hartos de escuchar cómo trato de evadir todas mis actividades, les prometo que ya no volverá a pasar, ahora sí me dedicaré a recordar todo lo que este lugar me provoca, ¿en dónde me quedé?

¡Ah sí!... la cita no cita con Astrid Hofferson.

Debo decir que a pesar de que ese día ella indirectamente me invitó a salir pasaron días, mejor dicho semanas para que pudiéramos hacerlo, ya que ella tenía un horario estricto que no podía dejar para nada, tuve que ser yo él que le recordara que tenía pendiente conmigo una cita no cita. Precisamente aproveché que empezarían sus vacaciones de verano y tendría un poco más de tiempo libre.
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— ¡Hola Astrid!, ¡Hola Astrid! ¿Qué haces?

— ¡Hola Hiccup!, ¡Hola Hiccup! —Me contesta la muy graciosa. — ¿Qué parece que hago? Las actividades terminaron, voy para el trabajo. ¿Qué se te ofrece?

"Qué directa. Dile cobarde."

—Eh... ¿Tienes... planes el.... domingo? —Pregunté con timidez y no pude evitar ruborizarme.

Ella pareció pensarlo un poco, en serio mujeres, no sé si lo hacen a propósito o simplemente no saben que contestar, es una pregunta que tal vez nunca me será resuelta.

—Estaré libre... ¿Por qué?

Sería tan sencillo si ella recordara en lo que habíamos quedado, ¡Mujer! ¡¿Por qué me haces esto?!

—Pues... ya sabes...—Sentía mi cara más caliente de lo normal. —Dijimos que... bueno tú dijiste que...

Ella empezó a reír, quién no lo haría, de seguro parecía un tonto todo sonrojado...inflé mis cachetes obviamente molesto y evité verla ya que el sonrojo de seguro se haría más intenso.

—Claro que lo recuerdo. —Me dice ella sin dejar de reír. —Sólo que quería que me lo recordaras... para que no pienses que te estoy presionando.

Me giro  para verla con una expresión de ofendido y vuelve a reír y me da uno de sus golpecitos que no me duelen para nada, nótese el sarcasmo.

—Eso es por haberlo hecho hasta ahora...

— ¿Quién es la que siempre está ocupada? —Le pregunto mientras me sobo el brazo.

—A mí no me culpes...—Dice haciéndose la desentendida. —Entonces... ¿me mostrarás tu talento o sólo quieres salir por ahí?

"Qué directa" Mi corazón empieza a latir con rapidez, en realidad no lo había considerado y cuando se lo pregunté consideraba más lo segundo que lo primero.

—Ah... ah...

— ¿Lo segundo? —Pregunta la muy desgraciada con una sonrisa burlona.

¿Acaso será una bruja y lee mis verdaderas intenciones? Sigo sin contestar, ¿Por qué precisamente me debo quedar sin habla en este momento? ¡Habla tonto!, Ella es tu preciada, buena, atractiva, sensual, preciosa, malvada, gruñona y enojona amiga.

Ok, eso fue extraño... y es que a veces me pongo así de raro incluso me asusto a mí mismo a veces.

—Muy bien, lo segundo. —Dice ella prácticamente contestando por mí. Suspiro aliviado. — ¿Dónde te veo?

Sé tu mismo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora