Victoria: ¿Cómo se que me enseñarás bien y no me destruirás?
Estas palabras le dolieron. Lo sentí.
No debí decirlas. Pero me pasaba muy seguido eso de no usar mis filtros.
Florencia: No soy de esas chicas que se les cae una lágrima en frente de otras chicas y menos si no las conozco. No soy de esas chicas que cuentan su vida. No soy una chica que merezca ser atendida por otra. No debería existir.
Ahora era a mí a quien le dolían las palabras.
La miré mientas se levantaba sigilosamente. Puso las manos en los bolsillos y bajó la mirada.
Di un paso, quedamos en frente. Podía ver de cerca sus ojos verdes. Y ver también que bajo esas dos ventanitas verdes y cristalinas se estaban formando dos ojeras grandes.
También me fijé en su boca. Su labio inferior era carnoso, el superior era fino y delineado.
Me acerqué aún más y le dí un beso en su mejilla derecha.
Se sonrojó pero no se sorprendió.
¿Aquella mujer estaba tan acostumbrada a que le demostraran cariño?
Florencia: ¿A que se debe eso?Victoria: Te ibas, así que me despedí.
Florencia: ¿Como sabes que me iba?Victoria: Te ofendiste, te levantaste y miraste en dirección a la puerta. Pues... Saqué mis conclusiones.
Florencia: La gente no suele darme ese tipo de cariño. No lo merezco. Solo lo hacemos por...
Victoria: Diversión. Lo se. ¿Sabés? Estoy cansada que digas que no te lo mereces. Todas lad personas merecen algo. Creo que a tí te falta amor. -aclaré con compasión.
Florencia: Te doy lástima... Si supieras todo me odiarías y te daría más lástima- bajó su mirada de nuevo, se tambaleó en sus talones y las puntas de los piés.
Reí.
Victoria: Es irónico como pienses eso de ti y de mí. No siento lástima. Siento admiración. Admiración por lo poco que se de ti. Admiración porque para mi la vida fué más fácil que la tuya y me quejo porque un estúpido me dejó. No me doy cuenta que hay una espectacular y bonita aventura frente mis ojos. Puedo escribir una nueva historia. Me desbloqueaste en cuanto te vi. Y yo lo único que hice fué quejarme porque vos te desahogabas y no te importaba lo que me pasaba, fuí totalmente egoísta. Se que a ti te va peor que a mi. Estoy dispuesta a que me destruyas Florencia. Aunque no te conozca. Estoy dispuesta porque sé que no lo vas a hacer. Porque sería un privilegio que me rompieras el corazón. Y lo peor de todo. Es que no tengo la mínima y estúpida idea de porque. Pero me gusta. Esto parece una estúpida novela que la escribe alguien que recién aprendió a escribir. Pero me gusta porque tuvo la increíble imaginación de crearte a ti. Me he vuelto una loca. Perdón. Pero me aburrió que te compadezcas de vos misma. Se que puedes lograr más cosas que levantarte una chiquilina en una agencia de modelos. Es irónico que yo lo vea y tu no. Irónico porque yo no te conozco puedo verlo bien.
Florencia: No vine para que me dieras un sermón.-cruzó los brazos debajo de sus pechos y miró para arriba- además ¿cómo estás segura de todo lo que te he contado es mentira?
Tenía razón. Todo lo que había dicho podría ser una gran mentira para ser una más de su lista. Tal vez esa chica no fué su novia, tal vez ella no sufría de pánico, tal vez ella no era una diseñadora, tal vez ella no era tan mala.
Victoria: Porque algo me lo dice.
Se río.
Florencia: Debes aprender mucho de la vida. Así cualquiera te hará daño cariño.Victoria: No suelo ser así. Las personas no suelen impresionarme tanto con tan poca cosas como tú. Tampoco suelo en creer fácil en los demás. Pero las personas eligen si se hacen daño o no; algunos acuden a un cucchullo, un vidrio, una navaja o un simple objeto como el filo del saca puntas; hay otras que eligen hacerse daño con personas, porque aunque duelen más a veces dan grandes felicidades. Tampoco deberías precuparye por mi.
Florencia: No suelo preocuparme por otras personas que no sea yo.
Entonces pensé que yo nunca le importaría...Que nunca sería mi amiga. Ella y yo eramos opuestas. Ella tenía un muro que la protegía y yo era una cosita blanda expuesta al dolor. Ella tenía armas masivas protegiendola y yo era una cosita blanda expuesta al dolor.
Yo me estaba volviendo loca con solo un par de horas hablando cosas sin sentido con ella.
¿Cómo no volverme loca con esos ojos y esa arrogancia? ¿Cómo no volveme loca con esas sonrisas que logré sacarle? ¿Cómo no volverme loca con las sonrisas y las lágrimas que le saqué después?
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Atardeceres
RastgeleVictoria llevaba una vida normal. Tenía una librería, su apartamento, un pequeño auto, un novio "perfecto", dos incondicionales amigas, una famila excelente, un amor eterno a la música...pero se sentía vacía. Encontró a una persona que la hizo dud...