el olimpo de kev-zeus

2. La limpieza de mi olimpo

Kev (ahora "Kev-Zeus") se durmió por primera vez en su nuevo Olimpo, después de la ceremonia.

Al otro día, Kev-zeus se levantó, pero algo no notó la noche anterior. Su nuevo Olimpo estaba lleno de polvo y tierra; y él se preguntó:

—¿Por qué mi nuevo Olimpo está sucio?

Y se acordó que en la ceremonia, Zeus le dijo que el olimpo no había sido habitado desde hace mucho y que tenía que limpiarlo. Así que Kev-Zeus fue por una escoba al Olimpo de Zeus, y regresó arrastrándose, y el muy pendejo se ensució.

Seis horas después llegó Zeus a decirle a Kev-Zeus:

—Kev-Zeus, tienes que ir a entrenar.

—Está bien, después termino.

— ¿Cuánto llevas?

—Como seis o siete horas y sólo he limpiado mi habitación.

—¡Qué débil!

—¡Eh! ¡Tú no eres mi padre, sólo me adoptaste y no tienes derecho para decirme así, le diré a tu esposa!

Zeus se fue. Kev-Zeus se bañó, se cambió y se fue al Olimpo de Zeus, en el patio de Zeus eran los entrenamientos. Kev-Zeus tardó cinco minutos en llegar, y le tocó pelear con Seles, el hijo de Cupido, pero a diferencia de su padre, él era rebelde.

El arma de Kev-zeus era una vara dorada y la de Seles era un arco rojo con flechas. Kev-Zeus corrió hacia Seles, y él extendió sus alas y voló sobre Kev-Zeus mientras le disparaba flechas, pero Kev-Zeus saltó y le pegó con su vara haciéndolo caer en el suelo y lo comenzó a apalear, Seles se enojó y le dijo:

—¡Para! ¡¿Por qué me apaleas?!

—¡No se vale volar!

—Entonces, ¿para qué tengo alas?

—Entonces, ¡¿para qué tengo mi vara?!

Seles se enojó, agarró rápido unas de sus flechas, la puso en su arco y le disparó a Kev-Zeus, lo derrotó. Kev-Zeus se levantó, fue con Zeus y le dijó:

—Padre, tengo que regresar a limpiar mi olimpo.

—Está bien, pero llévate tu bastón.

—¡No es un bastón, es una...! No, creo que sí es un bastón.

Kev-Zeus fue a su Olimpo, pero al llegar vió a Seles sentado en la entrada del Olimpo. Kev-Zeus se pasó derecho y entró al Olimpo. Tardó cinco minutos y regresó con un balde de agua y se la tiró a Seles. Seles se enojó, se levantó y golpeo en la cara a Kev-Zeus, y le gritó:

—¡¿Por qué me tiras agua?!

—¿Por qué obstruyes el paso?

—Sólo vine a preguntarte algo...

—¿Qué?

—Dime, ¿quiénes son tus padres?