Homin regresa. Cap 29

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Después del partido; Kev-zeus, Nicol, Robin y Seles se dirigían a la casa de Robin para celebrar su campionato.

Al llegar, Robin salió al super meecado para comprar frituras y soda para celebrar. Se quedaron solos Kev-zeus, Seles y Nicol. Seles se paró en frente de Nicol y le dijo con voz seria:

—No le crees a Kev, ¿verdad?—

Nicol se quedó muda sin saber que respondar. Seles se quitó la camisa roja que tenía, y continuó hablando.

—Yo soy hijo de Cupido, y te lo demostrare...—

Seles se dio media vuelta dándole la espalda a Nicol y en la parte superior media de su espalda saloeron un par de alas grandes y blancas. Nicol quedó en shok. Las alas de Seles se encogiron poco después hasta desaparecer, y se puso la camisa, se dio media vuelta viendo a Nicol y le preguntó:

—¿Ya le crees a Kev?

Kev-zeus interrumpió sorprendido mirando a Nicol:

—Wow, es increíble que no se haya desmayado—

Nicol le contestó a Kev-zeus:

—No soy tan sensible para desmayarme por algo así, pero si me siento algo mariada, iré a la cocina por algo dulce—

Kev-zeus le dijo:

—Yo voy, si quieres—

—Llevo poco conociendote pero se que me traeras únicamente azúcar— Nicol comenzó a caminar a la cosina.

—¿Qué tiene de malo el azúcar? No conozco algo más dulce que el azúcar— le contestó Kev-zeus desde la sala.

Después de la fiesta, alrededor de las 9:00 de la noche, Kev-zeus y Seles salieron al parque a esperar Ylias para que le quitaran la aguja del cuello, la cual ocultó todo el día con una sudadera con gorro.

Estubieron esperando cómo 15 minutos hasta que escucharon unas pisadas a sus espaldas; Kev-zeus se iba a levantar pero Seles lo detuvo y sacó su arco, se volteó viendo a la persona que estaba atrás. Era un hombre con capucha. Seles coloco una flecha en su arco y le dijo:

—No hay necesidad de que te cubras, sabía que vendría ahora—

El hombre se detubo, sonrió y empezó a reírse cada vez más fuerte, Kev-zeus se levantó rápido al reconocer la risa. El hombre se quitó la capucha, era Homin; se quedó viendo a Kev-zeus y le dijo mirando a Seles:

—Atacalo—

Kev-zeus al no entender nada atacó a Homin, pero antes de tansiquiera acercarse un inpulso involuntario lo hizo detenerse, y ese mismo impulso hizo que atacara a Seles. Seles lo pateaba y esquivaba para evitar herirlo de gravedad.

Homin se reía y a Seles eso le molestaba y le preguntó molesto a Homin:

—¿De qué te ríes?—

Homin le contestó riendo:

—De que golpearlo y el te seguirá atacando por más cansado que esté Kev—

Seles saltó cayendo detrás de Kev-zeus y le disparó rápido una flecha a Kev-zeus antes de que se volteara; Kev-zeus cayó de frente como el tronco de un árbol.

Homin dejó de reírse y mirando a Kev-zeus en el suelo le dijo a Seles:

—¡¿Que te ha pasado?! ¡Lo mataste!—

Seles contestó fríamente:

—El nunca fue mi amigo, solo lo ayudé a llegar aquí. No lo odiaba... ¡Pero a ti sí!—

Seles corrió hacía Homin y lo pateó en la barbilla tirandolo de espaldas, se hacercó a el, puso su mano en el cuello de y le dijo en el oído:

—Si el me caía bien, ¿te imaginas de que formas te torturare?—

el olimpo de kev-zeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora