Kev-zeus herido. Cap 38

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Kev-zeus y Seles aparecieron en la entrada del centro comercial, algo lejos de dónde estaba el estadio de fútbol. Kev-zeus se púso de pie mientras le preguntaba a Seles: —¿Qué hago aquí, Seles?—

—Pues te encontrabas en peligro de morir.—

—Pero soy un dios, resistiría el ataque, ¿no?—

—¿Sabes por qué el estadio ardió en llamas? Porque Hefesto le pasó parte de su energía haciendo que el estadio fuese letal.—

—¿Entonces volvió más pesado el estadio?—

—No exactamente. Cuándo un dios le da energía a un objeto, el objeto se vuelve más poderoso tanto cómo para un mortal cómo  para un dios.—

—Pero mi bastón sirve sin que le dé energía.—

—Hefesto creó nuestras armas, el les dio energía.—

—Oh, ya entendí. ¿Y dónde está Hefesto ahora?—

—No se, supongo que fue tras...— Seles corrió con dirección a dónde se encontraba el estadio de fútbol.

—¿Qué? ¡Seles!— Gritó Kev-zeus mientras corría tras Seles.

—Tal vez Hefesto vaya tras el niño y tu amigo. Debemos salvarlos.—

—¿Y por qué no nos transportas?—

—Sólo tenía una botella para la tierra. Mejor hay que volar.— Seles y Kev-zeus se detuvieron. Seles extendió sus alas, agarró a Kev-zeus de los brazos y voló con dirección al estacionamiento del estadio de fútbol destruido.

Robin bajó del taxi a una cuadra del estadio de fútbol, y comenzó a caminar. Pero a lo lejos vio a Richard correr hacia él. Richard se detuvo frente a Robin, y Robin preguntó: —¿Qué tienes niño?—

—Él hombre gigante se acerca.— Respondió Richard agitado. Y en ese momento Hefesto atravesó la ventana de un tercer piso del edificio que estaba junto a Robin y Richard; Hefesto cayó de pie, se acercó para atacarlo, pero una flecha se clavó en la parte superior de su frente y explotó.

Robin vio a arriba y estaba Seles volando cerca de la orilla del edificio.

Hefesto no recibió ningún daño, pero se enfureció y saltó para alcanzar a Seles, pero, cuándo estaba a punto de agarrar a Seles, Kev-zeus saltó del techo del edificio con su bastón en mano apuntando al costado de Hefesto. Kev-zeus atravesó el costado de Hefesto y los dos cayeron al suelo. Kev-zeus se púso de pie y arrancó su bastón del costado de Hefesto y se lo iba a enterrar en el cuello de Hefesto pero Hefesto detuvo el bastón con su mano derecha. Por más que Kev-zeus ponía fuerzas en sus brazos no podía mover el bastón. Hefesto se levantó, le arrebató el bastón a Kev-zeus y pateó a Kev-zeus hacía el edificio.

Seles defendió cayendo de pie detrás de Hefesto. Hefesto dio media vuelta, pero Seles lo golpeó seis veces en la cara hasta que Hefesto detuvo el puño derecho de Seles y lo retorció. Seles gritaba de dolor.

Kev-zeus salió del edificio con un tubo de metal y gopeó a Hefesto en la nuca, pero el tubo se dobló.

—¡¿Cómo se supone que se pasa energía a un objeto?!— Preguntó Kev-zeus desesperado a Seles.

Hefesto soltó a Seles y giró a ver a Kev-zeus mientras reía.

—¿Creíste que con eso me harías daño? Nisiquiera sabes pasar energía a un simple tubo.— dijo Hefesto a Kev-zeus seguido de una carcajada fuerte.

Seles agarró su arco con su mano izquierda y de un compartimiento secreto sacó una pequeña botella con un líquido verde y bebió la mitad. Su mano comenzó a componerse y volvió a su forma original. Seles agarró una flecha y le disparó a Hefesto. La flecha se dirigía a la espalda de Hefesto pero la flecha se desvío pasando por arriba de Hefesto y cayendo dirigiéndose a la cabeza de Kev-zeus. Kev-zeus al ver que la flecha se dirigía hacia él, saltó hacía atrás, pero la flecha se enterró en su pierna, y cuándo Kev-zeus trató de quitársela la flecha explotó abriendo su pierna.

—Seles me decepcionas, pensé que eras más inteligente.— Dijo Hefesto.

—Seles, ¿Qué fue lo hizo?— Preguntó Kev-zeus con un gesto de dolor.

—¿Recuerdas que te dije que Hefesto hizo las armas de todos los dioses y que les dio energía? Pues aunque el les dio la energía desde hace mucho aun tiene control de nuestras armas, así que la única manera de derrotarlo es a mano limpia.—

—¡¿Es enserio?! ¡¿Y aun así le disparaste con una flecha?!—

—Soy el hijo del dios del amor no del dios de la sabiduría.—

—Bueno, bueno. ¡Ahora curame!—

Seles arrojó una botella por arriba de Hefesto la cual cayó cerca de Kev-zeus. La botella al romperse liberó una nube que envolvió a Kev-zeus haciéndolo desaparecer.

—¿Qué fue eso?— Preguntó Hefesto.

—Un experimento de Ylias, la hija de Ades.— Respondió Seles. —Bien, hay que terminar con ésto.—

—¿Aunque no tengas armas?—

—Me gusta correr riesgos.— Respondió Seles con un tono de voz burlona.

—Que bueno que dices éso...—

Varios metales cómo tubos y partes de autos volaron hacía Hefesto creándole una armadura, similar a la de un caballero pero más gruesa, y una espada gigante en llamas.

CONTINUARÁ...

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2018 ⏰

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