Se descubre la verdad de kev. 28

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Seles cargó a Kev-zeus en sus brazos, mientras Kev-zeus sangraba levemente de su cuello, y comenzó a volar cuidadosamente al techo de un edificio.

Cuando llegaron ahí, Seles acostó en el suelo a Kev-zeus boca arriba, y una nube negra y espesa emergió del suelo. Cuando la nube se esparció, en medio de la nube apareció Ylias con un maletín blanco y guantes de látex; se puso de rodillas al lado izquierdo de Kev-zeus y se sentó. Ylias miró a Seles y le dijo:

—Seles, ¿puedes ir por algo para curar a Kev? Creo que sabrás que ¿no?—

Seles saqueado le contestó:

—¿Enserio? ¿no hay otra manera?—

—La herida es grabe, de hecho ni siquiera podré sacarle la aguja, y...— Ylias le sonrió a Seles, Seles también le sonrió y se fue volando rápido. Ylias se quedó y esperó a Seles.

Seles no tardó mucho en regresar con un pequeño costal que se movía y se la dío a Ylias. Ylias abrió el costal y dentro tenia dos lagartijas mojadas. Ylias abrió su maletín con su mano derecha, agarró una jeringa, y con su mano izquierda, agarró una lagartija de la cola; puso la jeringa en la cola de la lagartija penetrándola lentamente, le quitó sangre y regresó la lagartija al costal. Ylias agarró el brazo de Kev-zeus y le inyectó la sangre de la lagartija. Kev-zeus temblaba al no saber lo que pasaba. Seles se sentó junto a el, del otro lado de donde estaba Ylias y le dijo a Kev-zeus:

—No tengas miedo, lo que Ylias hace es un remedio tradicional, consiste en inyectar al herido sangre de reptil para que regenere más rápido; pero no funciona en humanos.—

Ylias interrumpió —Kev, no te podré quite la aguja por ahora porque no tengo los materiales, luego vengo a quitártela.—

Ylias agarró la otra lagartija y le cortó la punta de su cola con sus manos; sacó de su maletín un plato de metal, puso la cola en el plato, agarró unos cuatro frascos pequeños con liquido espeso de su maletín, los abrió y los vació en el plato con la cola, y revolvió todo con sus manos. Y le dijo a Seles:

—Seles, ¿podrías agarrar a Kev?—

Seles agarró los brazos de Kev-zeus, pero Kev-zeus  movía su cuerpo para evitar a Ylias. Seles al ver que Kev-zeus no se quedaba quieto, se sentó en su abdomen agarrando sus manos. Como Kev-zeus estaba débil dejó de moverse.

Ylias apretó las mejillas de Kev-zeus para que abriera la boca; Ylias derramó el liquido en la boca de Kev-zeus, después Ylias con su mano cubrió la boca de Kev-zeus para que no escupiera el liquido. Kev-zeus no pudo contener mas el liquido en la boca y mejor lo tragó. Ylias se hizo a un lado y poco tiempo después Kev-zeus se levantó como si nada, escupiendo al suelo y tirando a Seles de espalda. Kev-zeus dijo dirigiéndose a Ylias:

—¿Acaso no había otra manera?—

Ylias respondió mientras guardaba sus cosas en su maletín:

—No, bueno si, remedios humanos, pero no había tiempo y podías morir y, además esto es un remedio que mi padre le da a sus soldados heridos en batalla, Seles fue uno, pero yo no, no me gusta ir a pelear, aunque sea la hija del dios de la guerra, y a ti te tocaba probarlo porque no vivirás tanto como nosotros—

—¿Por que las mujeres hablan mucho?—

—Porque nosotras si podemos mantener una buena conversación—

Ylias ya había guardados sus cosas, y por ultimo se quitó sus guantes y los guardó en el maletín; se levantó y caminó dirigiéndose a Seles, le dio un beso, se alejó un poco, de su bolsillo sacó una botella con una etiqueta “Reino 12", la rompió a sus pies y salió humo morado que cubrió a Ylias teletransportandola al reino 12. Poco después Kev-zeus y Seles escucharon un ladrido de cachorro, ambos voltearon al otro lado y en frente de la puerta de la azotea del edificio estaba Nicol con Wolfy en brazos. Nicol se agachó y dejó a Wolfy en el suelo y entró al edificio por la puerta. Seles miró a Kev-zeus y le dijo:

—Vez, y dile la verdad, pero dónde no haya gente, yo me quedo a cuidar a tu perro hasta que te quedes.—

Kev-zeus respondió mientras se levantaba y dirigía a la puerta:

—si, esperame.—

Kev-zeus corrió detrás de Nicol, la alcanzó cuando ella iba a entrar al elevador, y Kev-zeus logró entrar con ella. Kev-zeus y Nicol se quedaron en silencio por un momento hasta que Nicol le preguntó a Kev-zeus:

—¿Cómo lo hizo?—

Kev-zeus pregunto levemente nervioso:

—¿Que? ¿quien?—

—La chica que estaba contigo desapareció en medio de una especie de nube, ¿cómo lo hizo?—

Kev-zeus suspiró y respondió:

—Simplemente se teletransportó...—

—¿Cómo es eso posible? La tecnología no es tan avanzada.— lo interrumpió Nicol.

—Es que somos... dioses.—

—¿Dioses?—

—Sí, somos dioses griegos.—

Nicol pensó en si creerle o no. Tardó un momento pensando en silencio pero no le creyó, pero aun así le hizo creer a Kev-zeus que le creyó.

—Te creo.—

Kev-zeus sorprendido le dijo:

—¿Enserio? Pensé que sería más difícil convencerte.—

—No.— El elevador se detuvo y ambos salieron y continuaron hablando. Nicol sonrió mirando a Kev-zeus y siguió. —Los amigos confían entre si. Por cierto ¿irás al partido de Robin?—

—Sí, ¿nos vamos juntos?—

—Sí—

—Bueno, solo deja que vaya por...— Kev-zeus se dío media vuelta y vio a Seles bajar por las escaleras del edificio con Wolfy en brazos; Kev-zeus regresó la mirada a Nicol y vio en sus ojos que podía ver a Seles. Seles se acercó a Kev-zeus y le dijo:

—¿Ya nos vamos?—

Nicol interrumpió:

—Bueno, por lo menos no iremos solos.— Nicol comenzó a caminar a la entrada del edificio, y Seles comenzó a caminar detrás de ella, pero de detuvo junto a Kev-zeus, le dijo "oye..." le enseñó su mano con el collar verde, cerró su mano y ambos caminaron fuera del a fuera del edificio.

el olimpo de kev-zeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora