Mi mejor amigo

Capitulo 5

Han pasado tres días desde que visite el jardín de Ian. Y pues mi amigo no me conto todo su sueño. Solo me ha dicho que se trataba sobre mí y de Ethan. Una extraña coincidencia que me puso los pelos de punta.

Además de eso la situación con Clara no ha mejorado nada. Suele ser la misma hasta que Gavin se aparece. Le afecta demasiado verlo, y mas aun cuando el intenta hablarme. Pocas veces lo hace. Porque casi siempre estoy con Ian. Hemos vuelto a ser más que inseparables, así que son pocos los momentos en no estoy con el. Tres días que han pasado entre bromas y juegos, me alegra que volvamos a ser los mismos de siempre.

Por algo que aun no se Gavin no se acerca a Ian, ni le sostiene la mirada nunca. Mi amigo por su parte lo mira con recelo. Y con respecto a mi, sigo recordando a Ethan cada vez que lo escucho, pero al verlo es otra la historia, es hermoso pero no es el.

Ethan se esta convirtiendo en solo un recuerdo. Ya estamos a mes y medio de su partida, y no da señales de vida. Su recuerdo aun me duele. Pero ya no tanto, y menos cuando estoy con Ian.

<Hey perras. Las espero a las nueve aquí.>. Bufo ante el mensaje de Diana, que ha pasado todos estos días planeando su dichosa fiesta. Nadie entiende que celebra, pero aun así nos obliga a ir. Y aquí estoy buscando en mi armario que ponerme, para el jolgorio.

Rebusco tanto que doy con un vestido azul rey. No recuerdo haberlo utilizado desde que lo compre. Resuelvo probármelo y veo que es perfecto, me cubre hasta una parte del muslo, por la parte frontal llega corrido hasta mi senos extendiéndose en unas finas mangas, mientras que deja al descubierto toda mi espalda hasta mis glúteos. Me percato de la hora, y aun tengo tiempo. En media hora Ian pasara por mí.

Decido ocuparme de mi cabello, haciéndome un recogido simple, en cola de caballo. Maquillo un poco mi rostro, dándome por satisfecha. Finalmente me calzo una par de botas negras corte bajo, cerradas y de tacos corridos. Termino justo cuando escucho dos toques en mi puerta, me hago con las llaves y salgo para encontrarme a un Ian sonriente.

-Bren... Estas perfecta.- dice mirándome detenidamente.

Esta apañado en un pantalón jean negro y una camisa blanca cuyas mangas arremango a tres cuartos. Luce su cabello alborotado sistemáticamente. Se ve perfecto.

-Tu no estas para nada mal.- digo cerrando la puerta detrás de mi- Pareces un galán de televisión- sonríe y yo lo señalo acusatoriamente- Ian Martin Daniels no pienses en dejarme sola, por irte con alguna ofrecida. ¿Ok?- El ríe plácidamente mientras me hace un gesto con su mano para que camine.

-Hey- grita y lo miro- Te estafaron con ese vestido.-enchino los ojos confundida- Se olvidaron de colocarle tela en la espalda.- dice mas cerca de mi.

-Tonto- respondo risueña. Miro en todas direcciones buscando su moto.

-Imagine que irías con vestido. Y...- Dice presionando el mando de un coche justo en frente de nosotros. Lo reconozco es el Mitsubishi blanco de mi padrino. Lo abrace emocionada.

-Hasta que por fin hiciste algo bueno...- digo mientras subo al auto, el había abierto la puerta elegantemente para mi.

- Se dice Gracias morenita...- cierra la puerta y sube para conducir.

-Gracias- susurre, acariciándole el rostro. Antes de que se perdiera en las calles de la ciudad.

***

-Voy por bebidas- Ian grita para que pueda escucharlo por encima de la música. Asiento. Y lo veo alejarse, percatándome de la atención que le prestan todas las chicas cuando lo ven pasar. Sonrió.