Capitulo 19

138 4 0
                                    

Mis piernas aun tiemblan, el corazón me late a mil por segundo y mis manos sudan una barbaridad.

--Es normal... Es la reacción post-salto. A muchos les pasa—

Reinaldo golpea el hombro de Miguel y sonríen burlones.

--De eso nada. A nadie le había pasado eso—apunta Manolo. Ian frunce el ceño y me aprieta mas entre sus brazos.

Empuñe los ojos, mi frente empieza a sudar exageradamente. Hundí el rostro en el cuello de mi amigo...Perdón mi novio.

Se siente condenadamente genial llamarlo así.

¿Por qué tengo tanto miedo?

Ya paso ¿o no?

¡Estuve a punto de morir!

Por otro lado... Estuve a punto de morir en los brazos de mi ami... Novio.

--¿existe eso de la reacción post-salto?—inquiero a Ian, niega con la cabeza y suelta una risita.

--No...fue lo primero que se me ocurrió—dice. Sonrío, y me abrazo mas a el.

--Estuvimos a punto de morir...Es... normal que tengas miedo—añade Reinaldo con voz cantarina.

--Supongo...--susurro—Acabo de descubrir que tengo fobia a las alturas—

--Bien hecho machote—señala Manolo y golpea el hombro de Ian—El mismo día que consigues una novia le provocas una fobia... ¡Que romántico tío!—

Todos ríen, menos Ian que me examina el rostro con preocupación y arrepentimiento, con su mirada me pide disculpas. Niego con la cabeza levemente al tiempo que acaricio su rostro con mi mano, cierra los ojos por mi tacto unos segundos.

--¿apuesto que siempre soñaste con tener un novio así?—apunta Miguel.

--Vamos todo un príncipe—Ese es Reinaldo.

Si. Están llorando de la risa.

Los mire mal, separándome un poco de Ian.

--Deberíamos irnos ya—digo, secando las escasas gotas de sudor frio que están en mi frente.

--¿ya estas mejor?—pregunta Ian. Asiento, cojo su mano para levantarnos del banquillo que ocupábamos juntos.

--Nos veremos luego chicos—digo, despidiéndome con un movimiento de mano.

Todos Sonrie y después de dos o tres comentarios sobre mi fobia y mi extraña reacción nos dejaron ir tranquilos.

Poco a poco recupere mi tranquilidad, y mis movimientos dejaron de ser torpes, tengo de nuevo mis reflejos activos, y deje de tener miedo.

--Primera y ultima vez, lo prometo—dice Ian, abriendo la puerta del coche para mi. Me puse de puntillas para acceder a sus labios.

--Acepto de nuevo—dije muy consciente de que eso le recordaría, que no importa si ahora le tengo pánico a las alturas—lo que significa que soy al revés del resto de mundo, ¿quien en su sano juicio después de saltar de un helicóptero le coge miedo a las alturas?—lo que realmente importa es que ahora somos Noviosy que nos amamos.

Ninguno de los dos sabe cuanto durara, o si es lo correcto. Ni siquiera creo que Ian se esperase que gritara eso, porque yo no tenía ni idea de que lo haría, es mas no fui consciente de decirlo, hasta mucho después de haberlo hecho.

Supongo que eso lo vuelve mas real, porque lo grite en el momento en que todas mis emociones estaban al limite, como si fuera el motivo para aferrarme a la vida, es como si este amor que ahora se que no me cabe en el pecho, que justo en este instante cuando nuestros labios se rosan, siento vibrar en cada fibra de mi ser, estuviera guardado esperando ser desatado.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora