Capitulo 13

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--¿Y cual es el plan? ¿Charla de chicas? Porque no tengo ánimos de nada...--hablo, aunque nadie en realidad me escucha. Diana nos arrastró a Clara y a mi, al restaurante de su madre, y aquí estamos en una mesa las tres sin nada que decir, o bueno con mucho para decir, pero sin querer hablar realmente.

Comimos uno de los platillos mas exquisitos del chef en completo y absoluto silencio, y no me refiero a un silencio normal, mas bien a uno que se asemeja al de un velorio, quizá un poco peor, tanto así que se escuchaba el sonido de nuestras gargantas al tragar los bocados de comida, que cabe destacar estuvo deliciosa.

Tomamos el postre hace unos minutos, y Diana pidió jugos, porque al parecer aun no nos vamos, las únicas palabras que han salido de su boca son ordenes para las meseras, solo eso, y estoy comenzando a preocuparme y en parte frustrarme.

Mi teléfono tiene mas de veinte llamadas perdidas de Ian, y no me sorprende, aunque muero por hablar con el, y con eso quiero decir, que tengo una necesidad enorme de escucharlo, de que me estreche en sus brazos, enredar mi mano en su cabello, en fin añoro a Ian, de una manera que me tiene desconcertada y que también me asusta porque no es normal que me afecte tanto, pero así es.

--Calla la boca, Bren—dice Diana. Frunzo el ceño, porque esta tocando el limite de mi paciencia—No es tan fácil—termina pidiéndome calma con la mirada. Clara como es costumbre no levanta la vista de la mesa, como si fuera lo mas interesante y complejo que hay en el mundo, si su vista fuera microscópica estoy segura de que ya sabría con cuantos hilos fue hecho el mantel blanco que mira con tanta atención.

Suspiro cansada—Bien ¿Y entonces...?—inquiero clavando mi ojos en Diana—Miren si quieren lo dejamos para otro día, no se, que se yo—

--Ya esta Bren—Abro los ojos con sorpresa al encontrarme la mirada fulminante de Clara—Te importa tanto el tema como a nosotras y lo sabes...--

--Oh si. Claro que lo se—inyecto una mirada de furia en ella—Por eso quiero apresurar el proceso...Y bueno, ahora que parece que conseguiste el camino de vuelta a la tierra, explícame ¿sabias lo de Ethan?—

Diana tose levente, Clara parpadea evidentemente confundida.

--¿Qué hay con Ethan?—pregunta mirando a Diana.

--Si Diana ¿Qué hay con Ethan?—repito imitando el tono de Clara.

--Escuchen yo...--Diana se traba entre palabras—Yo no he sido sincera con ustedes desde el principio—Asiento lentamente sopesando sus palabras. Clara y yo conectamos las miradas por segundos, antes de volver a poner atención en Diana.

--Ethan...Es mi...mi hermano—

¿Espera que...? Acaso dijo su hermano. ¿Pero que...?

--¿De que hablas?—pregunta Clara, que procesó la información más rápido que yo.

--Una aventura de mi padre en México—dice en voz queda. Me mira—Pero no queríamos que nadie lo supiera, ya sabes por las apariencias, y mi madre se volvería loca de saberlo—respira hondo, evidentemente afectada—Asi que mi padre lo trajo aquí, pero no a vivir con nosotros, y por eso siempre fingimos no conocernos—

--¿Cómo es que supieron sobre el?—pregunte recobrando el control de mis labios. Diana sonríe sin llegar a mostrar sus dientes.

--Pues la madre de Ethan, no se como pero logro contactar a mi padre. Yo me entere por pura casualidad, me encontré los resultados de una prueba de ADN, mi papa no tuvo mas remedio que contarme todo, y yo le conté a Isa, somos de la familia los únicos que sabemos—asiento con la cabeza, comprendiendo la situación—Ethan fue criado por un narcotraficante de México, que al parecer se enteró, que no era realmente su hijo, y planeaba matarlo—trago grueso como visualizando la idea, sin poder evitarlo algo se quebró dentro de mi de imaginar ese destino para el.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora