Teen Titans: Still Loving You

Capítulo 8

No logré dormir para nada, me sentía débil y realmente quería dormir, lastima que las horas de sueño habían terminado, si por mi fuera volvería a la cama, pero le prometí a Raven que hoy la ayudaría.
Me dirigí al baño a tomar una ducha, necesitaba despertar y quitarme el sudor de ayer, ya dentro en el baño me saqué la ropa de encima y entre en la regadera. Terminé de ducharme, me coloqué una toalla y salí del baño, tomé un cambio de mi armario: unos shorts azules que me llegaban a la rodilla y una camiseta blanca de tirantes. El agua me había despertado un poco pero no lo suficiente, aún sentía que los ojos me pesaban.
Me dirigí hacía la habitación de Raven, cuando llegué estaba por entrar, pero escuche algunos susurros

-Azarath Metrion Zinthos- por alguna razón me sentí tranquilo, hace dos años que no escuchaba esas tres palabras, palabras que escuchaba todos los días sin falta, palabras que me hacían sentir una gran serenidad. Raven estaba meditando, eso era ¿bueno?, hasta donde yo recuerdo de aquellos años como titan, Raven meditaba cuando necesitaba desconectarse y controlarse, pensándolo mejor tal vez no sea bueno. Toqué levemente la puerta

-Pase- se escuchó del otro lado

-Hola- salude iniciando la conversación, Raven se encontraba en el centro de la habitación en su típica pose de mariposa

-Te ves horrible- dijo ella y en su rostro había un ceño fruncido

-Tu no estás en tu mejor momento- solté de la nada, vaya no dormir si que me estaba afectando, pero lo que acababa de decir era verdad, Raven se estaba deteriorando ella sola, su piel estaba mas palida de lo normal, sus ojos estaban un poco hinchados y rojizos de tanto llorar, debajo de ellos se encontraban unas enormes ojeras de todas las noches en las que el miedo la a atacado y por último su cabello perdía brillo, lo único que faltaba es que dejara de comer hasta parecer un esqueleto.

Sus ojos se posaron en los míos -Lo sé, parezco un muerto andante- se rió de su mal chiste -De mí es comprensible, pero de ti no- tomó una postura sería -Tu deberías dormir, pero te aferras a venir todas las noches "a ver como estoy" y luego te vas a patrullar quien sabe cuantas horas- se puso de pie y con paso decidido se acercó a mi -¡Debes descansar!- tomó mi rostro con ambas manos y me ilusione, pero descarte la idea

Me solté de su agarre -De acuerdo, hoy descansare en la noche, pero este día tu y yo haremos algo mas- la duda creció en su rostro -Luego de dos semanas, finalmente estas curada, así que no dejaremos pasar el tiempo- seguía sin comprender -Vamos a buscar al imbécil que se metió con Garfield-