No Saben Nada De Nosotros - [[PAUSADA]]

Capitulo 15

Narra Adrien:

No quería verla de esa forma además de que su abrazo fue tan cálido que no me daban ganas de separarme de ella así que también la abracé, se estaba preocupando mucho por mi y al separarnos una pequeña lagrima resbaló por su mejilla a lo cual yo la limpie con mi dedo pulgar.

-No te preocupes Marinette no voy a salir, me quedaré aquí contigo y si Nathaniel intenta entrar solo le ira peor con el director- Ella sonrió y volvió a abrazarme, no podía evitar sonrojarme cada que hacía eso pero el lado bueno es que no lograba ver mi rostro cuando estaba así.

-Sabes que yo me preocupo por ti porque fuiste mi primer amigo en esta escuela y no quisiera que nada te pasara- Al escuchar la palabra "amigo" sentía como si unas pequeñas astillas se enterraran en mi, pero después de algún tiempo esperaba ser algo más para Marinette, más que un amigo, pero el problema radicaba en que yo creía que ella seguía enamorada de mi otro yo, de Chat Noir y no de Adrien, por lo cual yo iba a hacer todo lo posible por conquistarla siendo Adrien. Escuche como las enfermeras sacaron a Nathaniel de la enfermería mientras que Marinette y yo nos disponíamos a marcharnos, antes de tomar mis cosas Marinette llamo mi atención.

-Ni creas que tu llevaras eso- Se acerco a mi mochila y la tomo ella poniéndosela sobre el hombro que tenía libre.

-Pero estoy bien, puedo cargar mi mochila no te preocupes.

-No creas que no te escuche quejarte cuando te abrace, se que aún te duele así que no lo niegues.

-Esta bien, no voy a negar que si me duele aún pero tampoco quiero dejar que te lleves mochila- Me acerque tratando de quitarle la mochila.

-Ni hablar, me la llevare yo así que salgamos de aquí para ir a mi casa, quiero cuidarte mientras pasas los apuntes- Me sonrió de una manera que provoco sonrojarme así que gire mi rostro y le conteste sarcástico.

-Ja ja que graciosa eres y no soy un bebé- Soltó una risa y salimos de la escuela en camino a su casa.

Narra Marinette:

Había calmado a Adrien de ir a ver a Nathaniel y en este momento íbamos camino a mi casa, al llegar él saludo a mis padres y subimos a mi habitación, lo ayude un poco a subir las escaleras y estar dentro se sentó en la silla a un lado de mi escritorio.

-Muy bien joven Agreste comience sus apuntes- Me tire en mi cama riendo un poco.

-Sabes que no me gusta que me llames por mi apellido además ¿no vas a ayudar al pobre joven lastimado?- Escuche como se levanto de la silla.

-No tienes mal la mano así que puedes hacerlo so...- Me sorprendí cuando asome mi cabeza y me lo encontré frente a mi con nuestros rostros tan cerca provocando que un color carmesí se hiciera presente en mis mejillas, me aleje un poco y él me hizo cara de cachorrito abandonado.

-Vamos Marinette no quiero estar solo- Hizo un puchero al cual no pude resistirme y baje de la cama viendo como una sonrisa se posaba en su rostro- Además de que cuando termine de pasar los apuntes quisiera preguntarte algo- Eso no me lo esperaba ¿qué será lo que quiere preguntarme?

Pasaron aproximadamente unas 2 horas mientras Adrien pasaba los apuntes ya que mientras conversábamos había momentos en los que se distraía pero luego volvía a escribir, cuando termino guardo sus cosas en la mochila y se la puso en el hombro.

-Te dije que yo la llevaría- Le reproche por haberla tomado y el sonrió.

-Te dije que estoy bien, ahora lo importante es ir a un lugar donde pueda plantearte esa pregunta- No sabía por que pero en cierto modo me ponía nerviosa, solo asentí y salimos de mi casa, caminamos por unos minutos hasta llegar a donde se encontraba la Torre Eiffel, había unas bancas cercanas así que fuimos a sentarnos, el silencio se hizo presente entre nosotros, cada minuto que pasaba hacía que me pusiera cada vez más nerviosa y lo peor de todo es que no sabía ni por que.

-Marinette... he tenido esta duda durante mucho tiempo y espero que me contestes con la verdad- Yo me limite a mirarlo y asentir- Solo quería preguntarte si tu estas...- No termino la oración por que Firefox hizo acto de presencia en el momento más inoportuno.

-Hola señorita, justamente estaba pensando en ti en estos momentos que suerte que te encontré- Se acerco y tomo mi mano dándole un pequeño beso.

-Si nos disculpas estábamos teniendo una conversación antes de que tu aparecieras- Firefox lo miro con indiferencia para después dar un paso hacía él.

-Lo siento mucho no quería interrumpir su tan importante conversación.

-Entonces deberías irte- Observe como el rubio se levantaba y se ponía enfrente de Firefox.

-Y si no quiero irme ¿qué harás? ¿golpearme?

-¡¡¡Firefox cállate!!!- Ambos se giraron a mi con los ojos abiertos como platos, estaban bastante sorprendidos al escucharme gritar- ¡Podrían una vez en su vida ser menos infantiles, parecen un par de niños peleando por un dulce!- No dijeron ninguna palabra y yo solo tome una gran bocanada de aire para relajarme.

-Lo siento Marinette no quería que te molestaras conmigo- Adrien agacho la cabeza ligeramente, en el fondo me hacía sentir bastante mal ya que se supone que quiero que este bien y no quiero molestarme con él pero debía conservar la compostura y relajarme un poco.

-También lo siento señorita no era mi intención- Cerre los ojos un par de segundos y suspire.

-Solo no quiero que peleen ¿esta bien?- Se miraron para después asentir- Ahora Firefox, que necesitas para que me dejes continuar con la platica que tenía con Adrien- Se acerco a mi oído para susurrarme.

-Solo quería saber si podíamos entrenar un rato, quería ver tus habilidades.

-En este momento no puedo, tal vez después- Adrien me miro extrañado y Firefox resignado asintió.

-Lo entiendo tal vez en otro momento, entonces yo me marcho, espero verte pronto señorita- Me guiño un ojo y se fue del lugar.

-Bueno ahora que era lo que ibas a preguntarme.

-Creo que lo mejor sera preguntarte hasta que este seguro de la situación.

-¿A que te refieres?- Sus palabras hacían que me confundiera bastante.

-Lo entenderás después, mientras tanto te llevare a tu casa para después marcharme a la mía- Me sonrió mientras tomaba mi mano y me hacía caminar mientras yo solo me quedaba confundida por su forma de actuar tan repentinamente.