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Abril 06, 1996

Un grandísimo espejo estaba frente a él, quien lo mira encantado, una media vuelta dio como hacía su madre cuando se probaba un vestido nuevo. Él se había puesto un vestido de su hermana quien era un año mayor, era de color azul con mangas largas y en la parte de la cintura desprendía una falda con vuelos; tenía un moño de color plateado y era lo que más le gustaba.

Tenía el maquillaje que su madre ya no ocupaba y al ver que el vestido era de color azul pintó los párpados de esa misma tonalidad, se colocó base en polvo que no se notaba, rubor y un labial rosa. Tomó una muñeca de trapo mientras empezaba a bailar con ella.

La puerta se abrió de golpe, era su padre apresurado quitando la muñeca. Archie estaba asustado y desconcertado, su padre lo llevó al baño y tomó muchas toallas húmedas empezando a retirar el maquillaje en su cara.

— ¿Qué pasa, papá Dave? —le miró desconcertado y curioso mientras dejaba que las toallas quitaran el maquillaje en el que había trabajado.

— Mamá vendrá y no queremos que golpee a Archie, ¿Verdad? —se escuchó preocupado y terminó de quitar el maquillaje de su hijo.

Papá nunca lo había regañado o reprendido cuando se vestía de niña, pues eran gustos de Archie, pero no soportaba que su esposa golpeara al pequeño así que su trabajo era quitarle el maquillaje cuando sabía que pronto llegaría. Le quitó el vestido y fue por la ropa del pequeño, le dijo que le ayudara a guardar el maquillaje y lo pusieron en los juguetes de ambos hijos.

— ¿Quieres jugar, Archie? —preguntó empezando a sacar los juguetes aunque sabía que él prefería los juguetes de Kendall.

— Quiero jugar con una barbie. —cogió un cepillo que cabía solamente en su mano y peinó a la muñeca, su padre le seguía el juego.

— La otra semana es tu cumpleaños, Archie. ¿Qué quieres de regalo? —le miró su padre mientras jugaba con unos carros pertenecientes a Archie.

— Quiero un vestido, como el de las princesas. ¿Has visto a Bella? ella tiene un vestido muy bonito. —asintió emocionado imaginándose tal vestido y cuando terminó de peinar a la muñeca le colocó la diminuta ropa desperdigada y unos zapatos rojos. 

Su padre no podía creer cómo él había heredado esos gustos, le recordaba a su hermano menor quien era golpeado por su padre debido a sus preferencias sexuales. Él no quería ser ese padre cruel, quería que su hijo se sintiera cómodo y aunque no era aceptado por la sociedad no le daría la espalda también él.

— Bien, espero poder comprar tu vestido de Bella, aunque te vas a ver más guapo que ella. —sonrió su padre al ver que su hijo estaba emocionado por su regalo.

Kendall entró a la habitación y miró a ambos que estaban jugando con muñecas, no se molestaba que jugaran con ellas pero mamá podía atraparlos y golpearía a Archie.

— Papá, ya estamos acá... guarden las muñecas. — su voz sonaba preocupada, su padre le sonrió y acarició su cabello para luego levantarse y depositarle un beso en la frente.

— Juega con Archie, Kendall. Toma las muñecas tú. —salió de la habitación dejando un frío silencio hasta que Kendall volvió a ver a Archie y empezó a jugar con él.

***

10 Abril, 1996

Un pastel de cumpleaños en la mesa, con seis velas encendidas. El padre de Archie lo había comprado para su cumpleaños, al lado estaba una caja de regalo con un moño plateado y forrado de color azul, también había otra caja de regalo color verde con un moño dorado de pequeño tamaño.

Archie sopló las velas, todos aplaudieron y encendieron la luz, le dijeron que abriera los regalos mientras partían las porciones de pastel. El regalo de color verde abrió primero, para su sorpresa era una barbie con un solo atuendo, se alegró al saber que sería su primera muñeca en toda la vida, siempre había querido una.

El siguiente regalo se miraba más grande, cuando lo abrió se encontró con un vestido de color dorado con muchos vuelos abajo y tenía hasta sus guantes, sacó aquel vestido y se lo talló encima de la ropa, estaba más que encantado. Su padre le dijo que se lo probara, inmediatamente lo hizo, se sentía como su princesa favorita, Bella.

El padre sacó una foto de Archie con el vestido, otra donde estaban ellos dos y otra donde estaba Archie, Papá Dave —como solían llamarlo— y Kendall.

Fue el mejor cumpleaños de Archie, comió pastel, bebió cola y no extrañó a su madre. Papá Dave le dijo que guardara los juguetes y le dijo a Kendall que hiciera pasar como si eran de ella. Papá Dave tenía que ir a patrullar, sabía que pronto llegaría Shirley, su esposa, así que dejó solos a sus hijos.

Dejó una nota en el refrigerador que decía: Guardamos tu porción de torta, disfrútala.

11 Abril, 1996

En la mañana mamá Shirley encontró el vestido de la princesa Bella, le preguntó furiosa a Kendall sabiendo que era de Archie, porque a él siempre le había gustado. Kendall negó tal acusación, le dijo que era de ella. Le preguntó a Archie, estaba asustado, no quería que su madre lo golpeara, tampoco quería que golpeara a Kendall.

Él al final asintió aceptando que era suyo, ella lo hizo pedazos con una tijera y quedó en la basura. Golpeó a Archie, un moretón en el rostro presenció y ese día lloró toda la mañana y en la tarde no habló, ni comió.

12 Abril, 1996

Tenía que ir a la escuela, era lunes. Se llevó a escondidas la barbie de su cumpleaños, la llevaba en la mochila.

Kendall lo llevaba de la mano cuando su madre los dejó en la primaria, lo dejó en el salón y ella se dirigió a segundo grado, su aula.

Cuando era la hora del almuerzo Archie sacó su muñeca y su comida, unos niños lo observaban fijamente, él extrañado les devolvió la mirada. Nunca les hablaba, ellos tampoco hablaban con él, era demasiado tímido.

Todos empezaron a reír observando a Archie, él se sintió triste cuando le empezaron a gritar "Niña" "Juega con muñecas" hasta las niñas le gritaban tales cosas y se reían. Él lo único que hizo fue abrazar su muñeca mientras lloraba, se cubrió las orejas con ambas manos para ignorar aquellos gritos hirientes.

***

Era hora de salir de la escuela, su madre había llegado por ellos. Los llevó a casa, el teléfono sonó luego de unos minutos, mamá Shirley respondió; un sollozo salió de ella mientras Archie y Kendall tenían un mal presentimiento.

Estaban asustados de ver llorar a su madre de esa manera, nunca se había presenciado tal caso; ella no se separaba del teléfono y hablaba con diversas personas. En medio de la noche se fue, llegó la tía Glad, se quedó con ellos, les contó una historia de los planetas... mencionó algo del sistema solar.

Luego antes de dormir Archie recordó las últimas palabras de mamá Shirley, Papá Dave no vendrá a casa en un buen tiempo.

12 Abril, 1998

— Papá murió, ¿Verdad? —su voz sonó fría mientras llegaban a un cementerio, su madre llevaba flores y Kendall igual.

— Sí. —Un nudo en la garganta dejó a Kendall que emitiera esa única palabra.

Llegaron a la lápida de su padre, tenía marcado David Allen Jones. Su padre estaba debajo de esa lápida y la última vez que lo vio fue para su cumpleaños en 1996. Una rosa tenía en su mano, la puso frente a su nombre, sus intentos de no llorar fueron un fracaso, terminó derramando muchas lágrimas por el hombre que le había dado la vida y el hombre que lo había apoyado en sus gustos, sin criticarlo o golpearlo. Un susurro o quizá un suave sonido se escapó de sus labios

Descansa en paz papá Dave.   

ArchieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora