— ¡Tenemos que mudarnos! —exclamó molesto.
— ¿Qué sucede? —desconcertado dejó de empacar.
— Noah estaba con una chica... —el enojo se convirtió en un llanto.
Archie caminó hasta donde él y le abrazó, le besó la frente y lo sentó en el sofá mientras se cubría el rostro con ambas manos y secaba sus lágrimas, pero al segundo volvían a aparecer. Archie se quedó con él hasta que dejó de llorar.
— ¿En serio quieres mudarte? —preguntó incrédulo.
Beck asintió.
***
Vivían en una vecindad ahora, los padres de Beck habían colaborado para que se mudaran. El vecindario estaba cerca de la ciudad, los padres de Beck querían que fuera a vivir con ellos pero él no quiso. Habían trabajado para que todo estuviera en su perfecto orden, el lugar les parecía genial, Beck tenía que conducir un poco para llegar a la universidad y Archie tenía que buscar un trabajo cerca.
Decidieron ir a dar un paseo a los alrededores, habían cafeterías, tiendas de ropa, bares y más cosas, había un lugar donde vendían té frío, Archie quedó encantado con el lugar. Le dijo a Beck que bebieran algo.
— Me gusta este lugar... es genial. —probó su té frío y le gustó. —Es excelente
— Si tú lo dices... —decaído probó su té
Beck había estado desanimado desde que Noah lo había engañado, Noah había llamado millones de veces y lo había ignorado, estaba harto de él y triste por no tenerlo. Le hacía mucha falta.
Ellos se habían acostumbrado a estar juntos así que no había problema en vivir juntos.
***
Nochebuena, 2010
— Este día nos conocimos en una terraza.
Ambos sonrieron.
— Este día la hubiéramos pasado con Elliot.
Beck golpeó la frente de Noah y le hizo seña de que se callara.
— Él ha de estar bien. —melancólico bebió su último trago
— Lo bueno es que estamos juntos. —sonrió mostrando su dentadura
— Sí... —Noah besó sus labios
Ellos se habían perdonado, Archie le dijo a Beck que no lo hiciera pues seguramente así sería la única manera en la que Beck podría fijarse en él.
Sí, se había enamorado de Beck.
Enero 2011
Beck estaba llorando en la mañana, Archie preocupado preguntó qué pasaba. Noah había peleado con él por teléfono, Archie le abrazó y él decidió no ir a estudiar ese día.
Desde que se habían mudado Archie tuvo la oportunidad de trabajar en el lugar del té frío, tenía de nombre "La pequeña casa de té", la dueña era una chica amable que era un año mayor que él. Su madre le había dejado ese lugar, ella lo remodeló para atraer a los chicos y contrató a un experto en tipos de té creando combinaciones.
Archie era camarero, aunque sus funciones eran varias, a veces hacía entregas en la motocicleta, otras veces limpiaba, lavaba trastes y más.
Luego de la jornada del trabajo llevó un poco de comida, la favorita de Beck. Iba pensando en lo idiota que era Noah para hacerlo llorar de esa manera mientras él podía tratarlo bien, creía que entre ellos juntos no habría dificultades, podían establecerse y ser felices.
Entró a casa, para su sorpresa estaba Noah con él, estaban abrazados, Archie sintió dolor en su pecho, tragó saliva pues un nudo tenía en la garganta.— ¡Vaya, nos traes la comida! —exclamó emocionado.
— Bueno, sí... creo que les sentaría bien. —colocó la bolsa en la mesa de la sala.
— ¿No vas a comer? —preguntó Beck.
— No, la traía para ti... tenía una corazonada y traje más. —sonrió desanimado.
Fue a su habitación, cuando cerró la puerta lágrimas afloraron de sus ojos. Se cubrió el rostro con ambas manos, se acostó en la cama y se quedó dormido. Abrió los ojos, eran las cinco de la mañana, le quedaba una hora para dormir.
***
Era hora de desayunar, preparó un café y un pan que le acompañaba. Beck no se veía por ningún lado, la puerta de su habitación se abrió, pensó que era él, pero era Noah que se acababa de levantar.
— ¿Ya se fue Beck? —adormilado se sentó cerca de él y frotó su rostro.
— Sí, hace una hora. —respondió luego de ver su reloj de brazalete.
— Rayos, dormí mucho.
Archie le sirvió café y sin despedirse se fue a su trabajo.
10 Abril, 2011
Era hora de ir a casa, se acababa de vestir. Laura le entregó una caja un poco pequeña y rectangular de color negro, tenía un moño dorado, él se quedó desconcertado aunque luego agradeció.
— ¡Feliz cumpleaños! Leí tu información, me di cuenta de que faltaba poco, espero te guste y con anterioridad... no es algo costoso.
— No te preocupes, me alegra que te acuerdes, es un lindo detalle. —le mostró una sonrisa.
Salió del lugar, cuando llegó a casa no había nadie. Se sentó en un sofá, abrió el regalo de Laura, era una corbata, quizá nunca iba a ocupar tal cosa, pero era lindo de su parte. La puerta se abrió, era Beck.
— Hola, ¿Qué tal? —preguntó como siempre.
— Hola, bien...
— ¿De quién es esa corbata? —preguntó quitándose la camiseta
— Laura me la regaló... ¿Te gusta?
— No, odio las corbatas. ¿Por qué te regala cosas feas?
— Por mi cumpleaños...
— Ah, era hoy, lo siento... ¡Feliz cumpleaños!
— No hay problema, gracias. —sonrió fingiendo estar bien.
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Archie
Non-FictionUn chico que a los seis años descubrió su gusto por las muñecas, los vestidos, maquillaje y más cosas femeninas; su padre apoya a su hijo en sus gustos, en cambio su madre lo golpea por hacer tales cosas. Su hermana mayor lo apoya también e incluso...