Capítulo 37

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Bailamos hasta cansarnos, el dj puso distinta musica y nosotros nos movimos en compaz con ella. Al cabo de una hora nos sentamos, completamente sudorosos, sonrosados y gustosos. La estabamos pasando muy bien. El volumen de la musica bajó y el bullicio del microfono fue ensordecedor. Entonces charlie de nuevo estaba en la tarima. Solicitando nuestra atención.

- Chicos, lamento interrumpirlos. recuerden que tienen que escoger el rey y la reina del baile, por sus mesas pasara el cabaret con las parejas que ustedes mismos han seleccionado. Pero mientras tanto el consejo me ha pedido que nuestra guardiana y su sequito se aproximen, queremos que nos den su palabra a este evento... - charlie miraba distintas partes, hasta dar conmigo, me sonrió y asintió, yo asentí a su vez.

Me pare de la silla y todos los demás a su vez, sheila, james, tyler, harry, carrie, elliott, lewis, carl, cole, joe y jack. Me encamine hacia charlie y todos me seguian, una luz enceguecedora cayo sobre nosotros, entonces se veian las caras sorprendidas de los demás estudiantes que nos observaban con sus ojos abiertos. Mire hacia atrás y note el por que de sus rostros sorprendidos, nuestros trajes estaban cambiando; el traje de los chicos que era negro, seguia siendo negro pero en los bolsillos de sus chaquetas habia aparecido aquella flor que era tan conocida para mí pero desconocida para ellos, en sus rotros sobre su ceja derecha habia aparecido una especie de placa en oro con curvas y con pequeñas incrustaciones de lapislazuli que rodeaba su oreja. El cambio pasó por nosotras la chicas que solo eramos tres; el vestido de sheila siguio con su color natural pero su velo se tiño de escarcha, dejo de ser a tiras y pasó a ser en copas con realce alto, su pelo seguia igual pero aun mas brillante; el vestido de carrie que era rojo hasta la mitad de sus muslos, ceñido al cuerpo... siguio siendo rojo, pero desde la pretina de su cintura dejo de ser ceñido y paso a ser suelto, con detalles en rosas en escarcha con tiras sobre los hombros que venian desde la parte baja de sus pechos y terminar con un moño en su espalda. Su pelo se volvió ondulado a capas cortas. Tanto a sheila como a carrie tambien les aparecieron esas placas, pero las piedras de estas eran al color de su vestido. El cambio se vio mas reflejado en mi, a medida que avanzabamos.

Mi vestido paso a ser un morado claro tirando a ser azul – el color preferido de la diosa-, en copas de realce alto, sobre mis hombros aparecio un tipo de maya que no se veia con pequeños detalles de diamantes, desde donde terminaban las copas hasta mi cuello en estilo redondo tambien aparecieron esos diamantes. Desde las copas de mi pecho hasta mi cintura era en lentejuelas a juego con el color del vestido, era ceñido y denotaba mis curvas, seguia siendo largo pero en velo, luego de la cintura donde empezaba el velo se dibujaron las marcas que tenia en mi cuerpo por sobre el velo del vestido... eran hermosas. En mis ante brazos esas placas de oro tomaron la orma de ellos, pasando a su alrededor, tenian plasmadas las flores de la diosa con incrustaciones de las piedras preciosas de mis demas compañeros, el vestido mismo se rasgo de una manera quedo bien hecho para dejar parte de mi pierna izquierda al descubierto. Ese no fue todo el cambio. Mi pelo que lo llevaba suelto, estaba todo sujeto con tal que solo quedaba un mechón suelto y era mi capul hacia un lado. En mí, la placa rodeaba mi cabeza y se curvaba donde terminaban mis cejas, eran iguales a los de mis brazos.

Entonces todo hubo acabado, nadie podia creer el cambio en nuestros trajes, ¡eran estupendos!¡y el mio más!. La diosa apareció al lado de charlie sonriendo ampliamente y orgullosa de su trabajo.

Me sonrió y yo le sonreí haciendo reverencia, que todos imitaron.

Charlie sorprendido hizo su reverencia y se disculpó con la diosa. Esta solo toco su hombro y le sonrió.

- Hijos mios, hoy culminan algo importante en sus vidas. Felicitaciones a todos ustedes, me siento orgullosa de cada uno por que se pusieron a prueba y se superaron – dice la diosa dirigiendose a todos.

La noche te reclama suyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora