La visita se había convertido en algo incomodo, pero en realidad, el muchacho sabía que no existía otro modo en que pudo haberse dado el encuentro.
—Jake, ¿qué pasa? —la madre insistió.
Había dejado pasar demasiado tiempo para responder y salirse por la tangente, sin más preguntas, sin más dudas.
—No mamá...no es un asunto de esos.
—¿Estás seguro?
—No soy infiel; jamás lo sería con Allyson...la rojilla...la quiero demasiado...además, me colgaría de los genitales si lo hiciera.
—Es ruda, ¿eh?
—Más de lo que sus flácidos bracitos puedan aparentar en primera instancia.
—Me gusta ella...tú y esa chica me darán buenos nietos algún día —Nadia sonrió burlonamente.
—No me deja ni tocarle más abajo de los hombros, pero, de poco a poco la cosa irá mejorando: antes no me dejaba ni tocarle la cabeza.
—Serán adorables...pero va, una cosa a la vez querido. Entonces, ¿bueno, todo está bien?
—Quería verte porque no te vi ni te saludé el Día de Gracias.
—Pero Jackie, ¡eso fue ya más de un mes!
—Tal vez hubiera sido mejor esperar hasta navidad pero no deseaba hacerlo; dos festividades en un mismo día. Es como hacer trampa.
Y madre e hijo continuaron su conversación sobre cosas pequeñas: asuntos sin demasiada importancia, casi banales se podría decir. Pero eso que es tan superficial, toma insospechadas profundidades en circunstancias extrañas, y para un muchacho que no tuvo a alguien tan importante a su lado durante casi toda su infancia, esas cosas pequeñas eran todo, menos eso.
Y Nadia, ella sabía bien que Jake sentía algo, pensaba algo, pero no se mostraba voluntarioso de expresarlo.
—Antes que te vayas...quiero decirte algo.
—Bueno...
—Jake, por favor —Nadia comentó con más sobriedad; no agresivamente, pero si con una fuerza perceptible —. Escucha: sé que hay algo que quieres decir, y que no te atreves. Perdón si sospeché que era algo de infidelidad, pero no me puedes culpar demasiado: después de todo...
—Sí, si...cosas de familia.
—Tienes mi sangre, querido, y los nuestros tienen sus expedientes de aventuras inesperadas.
—¿Papá alguna vez te fue infiel?
—No lo creo: es demasiado feo para obtener una mujer por las buenas, y es demasiado pobre para obtener una mujer por las malas.
—Aún así, se casó contigo.
—Creí que tenía los recursos para conseguirme por las malas y...vale, mejor me detengo: tengo que mantener un poco de dignidad ante los ojos de mi hijo.
—Mamá...eres una presidiaría.
—¡Y todavía podría caer más bajo! ¡Podría ser miembro del Parlamento! ¡O ex-novio de Adele! ¡O novelista de Wattpad!
—Hey, no hay que hablar de cosas tan desagradables.
—Creo que me fui demasiado fuera de ruta; sé que hay algo que no me quieres decir, y que en realidad, tal vez ni siquiera te quieres decir a ti mismo. Ojala pudieras decírmelo, pero si no, comprendo. Quizá necesites más tiempo, quizá sea algo que tengas que decirle a otra persona distinta a tu madre.
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Casarse en Diciembre
ChickLitAllyson Martin es una estudiante de primer año de universidad que sobrevivió al reto más grande de su vida hasta ese momento: el primer semestre. Pero las vacaciones de invierno la llevaran a uno aún mayor: ayudar con la boda de su madre con un viej...