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Thomas no paraba de bromear conmigo, ponía su voz aguda y cara de perrito triste se veía muy adorable. En todo el camino, no mencionó ni una palabra de a dónde nos dirigimos, así que quise preguntarle.

—¿A dónde nos dirigimos? — lo miro.

—No seas tan curiosa y espera — se ríe.

—¿Dame una pista si? — hago su cara de perrito triste.

—Está bien — se detiene — es un lugar que está en las alturas y yo iba de pequeño—se ríe.

—Mmmm— pienso, pero no tengo ni la más remota idea de donde sea — Espera.

—Sé que aunque te dijera eso, no podrás adivinarlo — me sostiene la mano y se detiene.

—¿Qué pasa porque nos detenemos? — me volteo a verlo.

—Oye ¿te puedo contar un secreto? — baja la cabeza.

—Sí ¿sobre qué es? — pude notar un cambio de actitud en él.

—¿Aunque después pienses que esas personas son unos monstruos por hacer lo que hacen? — murmuro mirando al suelo.

— ¿De qué hablas? — Me acerco a él — ¿Quiénes son unos monstruos?

De repente se siente una tensión en el ambiente y ambos quedamos en silencio, después de un minuto el levanta la mirada.

— Olvídalo — sonríe — solo jugaba.

Camina delante de mí, mientras yo intento saber que acaba de pasar, lo alcanzó y pude oír que el susurraba.
"Aun no es tiempo, pronto por alguna razón lo sabrás"

Entonces, ¿si hay algo que debo saber? o ¿solo juega con mi mente? Conociéndolo tal vez está usando la psicología inversa, solo dejare mis dudas para después por ahora me divertiré, él consiguió una bicicleta y me llevó a un hermoso campo se parecía al que habíamos ido hace unos días, era realmente hermoso pude notar una casa del árbol a eso se refería cuando dijo en las alturas debe ser que venía aquí cuando era pequeño, junto a sus hermanos, se acerca al árbol dónde está la casa, y mira hacia arriba.

—Ven, subamos — levantando un pie y lo coloco en la escalera.

—Allá arriba — le digo mirando la casa un poco atemorizada.

—Sí, claro — baja de la escalera — No me digas ¿le temes a las alturas?

—Pues... — me coloco las manos en los ojos por la vergüenza — sí, si le temo a las alturas — admito.

—Pero si viajaste en avión ¿porque qué dices que le temes a las alturas? — me quita las manos de la cara.

—El avión es muy diferente, no puedo ver la altura a la que íbamos si no me asomó por la ventana, aquí no podré evitar ver hacía bajo — mi ánimo comenzó a bajar.

—Entonces ¿el problema es subir no? — me sonríe.

—Bueno, creo que sí, estando arriba no pensare tanto en las alturas creo.

—Bueno aquí vamos — se quita su corbata y me cubre mis ojos.

—Oye ¿qué haces? ¿Porque me colocas eso?

—Solo espera y sujétate fuerte — me carga.

—¡¡Que!! Espera — me levanta, me sujeto fuerte de su espalda para evitar caer.

Puedo sentir, como nos elevamos, poco a poco, siento un vacío en el estómago y el viento tambalear todo mi cabello.

—Oye, ya puedes soltarte — me baja lentamente.

¿Enamorada De Mis Hermanastros?[ #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora