— ¿Adónde piensas ir cariño? — topa mi boca y deja salir una risa.
— ¡Suéltame¡ — forcejeo un poco para tratar de librarme de él.
— No tienes mucha fuerza y déjame decirte, que hueles muy bien — acerca su nariz al raspón de mi brazo — tendré que llevarte con los chicos — sus ojos comenzaron a tornarse rojos, iguales a los de Stefan aquella vez.
Al ver esos ojos intensos, comenzó a darme sueño, y en unos segundos ya tenía mis ojos completamente cerrados. Al despertar me encuentro en una especie de caja, con algo encima de mi cabeza, me encuentro atada de manos y pies. Impidiéndome hacer algo para tratar de salir. Me quedo en silencio y escucho las voces de varias personas, que comienzan a alejarse poco a poco, no puedo gritar porque nadie me escuchara, además estoy en la casa de uno de los dementes asesinos. Incluso yo vivía con ellos, las apariencias pueden engañar y pensar que estaba sintiendo algo por alguno de ellos. Pero todo esto me lo he buscado yo, nadie me manda a ser tan curiosa y meterme en una casa ajena, además que este lugar siempre me dio una mala espina, creo que no me queda más nada que quejarme y reprocharme a mí misma, por lo que he hecho.
He pasado alrededor de 2 días aquí, ya no sé si es de mañana o es de noche, todo lo que veo es oscuridad, ese chico viene de vez en cuando ha alimentarme, seguro ellos también piensan en tomar mi sangre y quieren que coma bien por eso. Me acerco a ver por el hoyo de la herradura, pero no logro ver nada, solo el estante de libros donde me había escondido aquel día. Mi miedo comenzó a convertirse en preocupación por mi madre, ellos podrían lastimarla en cualquier momento. Lágrimas salían deslizándose por mis mejillas, estoy perdida, mi cabeza empieza a pensar buscándole lógica a todo esto.
―¿Cómo puede ser posible que los familiares de esas chicas no noten que no están? ¿Cómo no escuche ni siquiera un rumor sobre ellos?
pero si hubo comportamientos extraños como no pude darme cuenta, hasta aquel chico Erik me lo dijo:
―No puede ser que estás viviendo con él ¿porque? ¡Alejarte de él!
En aquel momento no lo entendía, pero él sabía que esto podría llegar a pasar, así que puede ser uno de ellos, o sabe todo pero no dice nada, es frustrante tener miles de preguntas pero no tener ni una solo respuesta.
Ya creo que es el 3 día desde que estoy aquí, me siento un poco mal y esto algo sofocada, este lugar está un poco denso y me es difícil respirar, me muevo un poco para tratar de ponerme cómoda, pero por más que lo haga no logro estarlo, lo que hago es maltratar aún más mis manos con las cuerdas. Escucho las pisadas de alguien acercándose y el sonido de las bisagras del baúl abriéndose lentamente y aquella persona se acercaba a verme con una sonrisa completamente aterradora, trajo consigo una bebida.
— ¿Estás cómoda? — Me saca fuera de baúl y me pone en un sofá aun amarrada — te quitare esto de la cabeza para que puedas ver mejor — estira su mano y me quita la funda de la cabeza — mucho mejor ¿no crees?
¿Está queriendo ser amable conmigo? Después de mantenerme todo este tiempo encerrada, debe de estar tramando algo.
— ¿Tienes hambre? ¿quieres un poco de mi batido? — acerca su vaso a mi boca.
Yo volteo la cara para evitar que ponga esa bebida en mis labios.
— ¿Acaso no quieres comer? — Frunce el ceño — ¡Púes esto es todo lo que comerás hoy! ¡si no lo tomas te morirás de hambre! — alza la voz.
— De todas maneras voy a morir — lo digo entre dientes.
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¿Enamorada De Mis Hermanastros?[ #1]
VampireEmma Foster tiene 17 años , vivía en Nueva York, junto a su madre, ellas ocupaban una casa apartada de la ciudad, su padre había muerto cuando Emma apenas tenia 5 años. Estaba cursando el último año de preparatoria, le estaba yendo muy bien, su mad...